
El Hyundai Tucson es el superventas de Hyundai. La generación actual salió a la venta en 2020 e instantáneamente impulsó el posicionamiento del Grupo Hyundai como el cuarto fabricante más grande del mundo. Fue el coche más vendido en España en 2022 y es el sexto coche más vendido en España en lo que va de año.
El Tucson es sin duda el coche que mejor representa lo que es hoy Hyundai: modelos con precios agresivos, de calidad y con carácter. En 2024, recibió un lavado de cara, destinado principalmente a mejorar la facilidad de uso de su interior. Probamos en esta ocasión el Hyundai Tucson más plebiscitado y con etiqueta ECO, el 1.6 T-GDi. Animado por un motor gasolina mild hybrid de 160 CV y cambio automático de doble embrague, es una de las versiones más interesantes de la gama.
Hyundai Tucson: lo importante es lo que hay en el interior
La gama actual del Hyundai Tucson se articula alrededor de un motor 1.6, ya sea gasolina o diésel, con varios niveles de electrificación, mild hybrid o híbrido, con etiqueta C y ECO, tracción delantera o 4x4. La versión 1.6 gasolina mild hybrid con cambio de doble embrague de 7 marchas es una de las versiones más demandadas, que parte de los 38.425 euros (33.325 euros financiando con la marca).
Actualizado en la segunda mitad de 2024, el nuevo Hyundai Tucson conserva su estilo. La carrocería cincelada, el escuadrón de LED diurnos en la calandra (ahora con sólo cuatro bloques de LEDs a cada lado) y el sable cromado bajo el techo bicolor en la vista de perfil, siguen presentes. Es un coche que quiere llamar la atención y lo consigue.
Pero es en el interior que se aprecian los cambios más notables. El salpicadero es totalmente nuevo, con un mayor espacio de almacenamiento y una mejora de la calidad percibida. Se inspira en lo que propone la marca en sus modelos eléctricos y más recientes, como el Ioniq 6 o el Kona. La característica principal del salpicadero es una amplia barra doble metálica que conecta el salpicadero con las puertas e integra visualmente las salidas de aire.
Dos grandes pantallas de alta resolución y 12,3 pulgadas llaman la atención en el cuadro de instrumentos y en la zona central principal, la primera es el completísimo cuadro de instrumentos y la segunda es la pantalla táctil del sistema multimedia. Son fáciles de usar y claras. A pesar de esa modernidad se ha intentado conservar un semblante de ergonomía, con un panel separado para la ventilación y climatización.
Sin embargo, si bien cuenta con diales para regular la temperatura, el resto de los controles siguen siendo iconos en una pantalla. Una pantalla separada del sistema multimedia, sí, pero una pantalla al fin al cabo. El reposabrazos central y el mando de la caja de cambios reubicado en la columna de dirección ofrecen un nuevo espacio de almacenamiento entre los dos asientos en el que cabe de todo, o casi.
La posición de conducción no es tan alta como en otros SUV, como en un Volvo XC40, por ejemplo, algo a tener en cuenta si lo que se busca es justamente esa conducción elevada propia de un SUV. Aun así, es cómodo en curvas y confortable en viajes largos.
La habitabilidad a bordo es una de las mayores bazas de este Tucson. Delante, la amplitud no es solo una sensación, es una realidad. Y en las plazas traseras también. Aunque los asientos no sean regulables en longitud, como en un Volkswagen Tiguan, hay mucho espacio para las piernas. A cambio sí ofrece respaldos reclinables, lo que contribuye al excelente confort general del coche.
Es uno de los SUV con mayor espacio a bordo del mercado, aunque menos que en un Toyota RAV4. En este aspecto, el japonés sigue siendo uno de los mejores de su segmento.
A destacar que en las plazas traseras las lunas laterales disponen de cortinillas integradas en las puertas, hay dos tomas USB. Viajar en la parte trasera de este Tucson, será una experiencia agradable y cómoda (salvo para quien tenga la desgracia de ir sentado en la plaza central trasera, como en casi todos los coches del mercado). Y con un maletero de casi 600 litros, podrá con todos los bártulos de la familia.
Un coche realmente cómodo, pero con un consumo un tanto elevado
A nivel mecánico, los cambios operados son mínimos. La conducción del Tucson es una experiencia dominada por la suavidad. Aunque su potencia de 160 CV puede parecer escasa, el motor ofrece una aceleración consistente y relativamente inmediata. Gracias a una dirección y unas suspensiones actualizadas, la precisión de conducción y el equilibrio entre confort y manejabilidad se acerca cada vez más a las referencias del segmento, como el Peugeot 3008.
Aparte del ruido del aire ligeramente más perceptible en autopista, hay un punto en el que el Tucson decepciona, especialmente para un modelo que luce la etiqueta ECO: su consumo. El sistema mild hybrid nunca iba a suponer una mejora realmente notable en el consumo del coche. El sistema permite reducir unos pocos g/km de emisiones de CO2 en su homologación y, en España, le permite disponer de una etiqueta ECO, pero no es suficiente para marcar una diferencia real en consumo.
En ciudad, el Tucson se tiene que conformar con una discreta media de 6,8 l/100 km. Sin embargo, fuera de las zonas urbanas más congestionadas, el consumo aumenta a medida que se le exige más al pequeño 1.6 litros. En autopista, no será raro ver consumos de 9 l/100 km y habrá que bajar notablemente de 120 km/h para acercarnos a los 8 l/100 km.
En todo caso, es un coche muy cómodo, tanto en zonas urbanas como en carreteras secundarias o autopistas. En las vías rápidas se muestra muy estable, ya sea con o sin la ayuda del eficaz asistente de mantenimiento en carril.
En curvas más cerradas, o rotondas, dará la sensación de ser un coche lento en sus movimientos, pero con aplomo. Una sensación a la que contribuye el cambio automático, el cual se muestra notablemente lento para ser un sistema de doble embrague, tanto para subir como bajar de marcha.
Hyundai Tucson: precio, equipamiento y alternativas
El Hyundai Tucson viene con un equipamiento de serie de lo más completo, lo que explica en parte su precio. Una pequeña parte se debe al suplemento de 1.500 euros con respecto a la versión de acceso, equipada con un 1.6 gasolina de 160 CV y cambio manual, para poder disponer de la etiqueta ECO. A ello hay que añadir el cambio automático de doble embrague, que supone un suplemento de 3.600 euros.
Aun así, cuenta con el equipo de navegación con radio DAB, pantalla táctil de 12.3 pulgadas compatible con Bluelink, Android Auto y Apple CarPlay, actualizaciones remotas Over The Air, sensor de lluvia, volante calefactable y revestido de cuero, climatizador bizona y llantas de aleación de 17 pulgadas.
El acabado Tecno Sky, de nuestra unidad de prueba, añade el climatizador trizona, lunas traseras tintadas, cortinillas en lunas traseras, el sistema de sonido premium Krell, llantas de 18 pulgadas y techo solar. La pintura perlada es una opción de 600 euros.
Las alternativas al Tucson no faltan, pues está en el corazón del mercado de los SUV. El Kia Sportage, con el que comparte plataforma y mecánica, se muestra un poco más caro, pero cuenta con siete años de garantía contra cinco años para el Hyundai.
Volkswagen Tiguan, Ford Kuga u Opel Grandland son algo más caros, mientras que los Alfa Romeo Tonale, Audi Q3 y Cupra Terramar son bastante más caros, incluso desde las versiones de acceso, las cuales superan alegremente los 40.000 euros.
Los Omoda 5 y KGM Korando son sin duda muchísimo más baratos, pero carecen de etiqueta ECO y su calidad percibida no está ni de lejos a la altura de la de Hyundai.
Las alternativas más recomendables con respecto al Tucson hay que buscarlas en Citroën, Peugeot y MG. El Citroën C5 Aircross, de precio similar, tiene una habitabilidad y un maletero inmenso. El confort que ofrece es superior, pero a cambio carece casi por completo de dinamismo y los movimientos de carrocería son bastantes pronunciados. En cuanto al Peugeot 3008, ofrece un dinamismo superior al Tucson y una calidad percibida de los acabados interiores bastante logrados.
Por último, el nuevo MG ZS Hybrid+ es 8 cm más pequeño que el Tucson, ofrece un interior muy amplio, tiene un equipamiento de serie completo y propone una motorización full hybrid de 194 CV, con un consumo claramente inferior al del Hyundai, y por un precio de partida inferior a 25.000 euros. Sí, su calidad, correcta, no es la referencia del mercado, pero lo compensa con un precio muy ajustado.
Hyundai Tucson: nuestra valoración
7,7
A favor
- Habitabilidad
- Confort y suavidad de marcha
- Diseño
En contra
- Consumo
- Cambio automático algo lento
El renovado Hyundai Tucson se muestra suave en ciudad y más capaz en carretera. Su habitáculo depurado pierde un poco en ergonomía, pero gana en calidad percibida, mientras que el espacio en las plazas traseras y el maletero de casi 600 litros lo convierten en un coche ideal para las familias. Eso sí, habrá que componer con un consumo algo más elevado que muchos de sus rivales.
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Motor |
Gasolina. Mild Hybrid 48V. 4 cilindros de 1.598 cc, turbo, inyección directa. |
Batería |
iones de litio de 0,44 kWh |
potencia máxima total |
160 CV a 5.500 rpm |
par máximo total |
265 Nm de 1.500 a 3.500 rpm |
transmisión |
Tracción delantera. Cambio automático de doble embrague y 7 relaciones |
dimensiones (Largo x ancho x alto) |
4.510 x 1.865 x 1.650 mm |
batalla |
2.680 mm |
maletero |
577 litros |
peso |
desde 1.581 kg |
80 a 120 km/h |
6,9 s |
0 a 100 km/h |
9,4 s |
velocidad máxima |
192 km/h |
consumo medio homologado (WLTP) |
6,3 l/100 km |
CONSUMO MEDIO en prueba |
8,5 l/100 km |
PRECIO |
desde 39.225 euros. Unidad probada: 44.025 euros (gama desde 34.125 euros) |
Etiqueta medioambiental dgt |
ECO |
Imágenes | Motorpasión y Hyundai
El coche para esta prueba ha sido prestado por Hyundai. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas. |