Como si fuesen los remedios caseros de la abuela, muchos conductores practican una serie de medidas con las que supuestamente se pueden rascar litros y litros de combustible. Bajar un tramo descendiente en punto muerto es una de las recetas estrella de ese vademécum que también contiene remedios como conducir con la marcha más larga o bajar las ventanillas para no usar el climatizador.
Pero lo cierto es que, además de que el supuesto ahorro no lo es tal, puede ser una práctica realmente peligrosa en determinados casos, y acarrearnos serias averías en nuestro vehículo. Como dice el refrán, peor el remedio que la enfermedad.