Victoria Fuentes
Para entender los límites de un coche, conocer su rendimiento, la capacidad de aceleración, la velocidad máxima o la capacidad de carga es importante conocer los CV que tiene. Porque a la hora de elegir un vehículo y sobre todo de conducirlo la potencia influye en aspectos tan importantes como su comportamiento o su eficiencia, así que te explicamos todos los conceptos que debes saber cuando hablamos del corazón de un coche.
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¿Qué es la potencia de un coche y cómo se mide?
Aplicado al automóvil, la potencia es una medida de la rapidez con la que un motor entrega su par. La unidad oficial vigente en casi todo el mundo es el kW (kilovatio), incluso en los motores gasolina y diésel. Sin embargo, históricamente, es el caballo de vapor del sistema métrico internacional la unidad más usada en Europa continental, incluso en la actualidad. Se abrevia CV en España, Ch en Francia y PS en Alemania, por ejemplo, pero es diferente de los HP (horsepower) de Estados Unidos y BHP (brake horsepower) del Reino Unido.
¿Cómo saber la potencia de un coche? Muy fácilmente, pues está indicada en la ficha técnica del vehículo. En la línea y casilla P.2 de la ficha técnica veremos la potencia expresada en kW (kilovatios), que es la unidad oficial. Para conocer la potencia en CV bastará con multiplicar el valor en kW por 1,36.
¿Qué son los caballos de un coche?
El término está vinculado a la época de la revolución industrial, cuando empezaron a aparecer las primeras máquinas con motores de vapor. En aquella época, la comparación de la potencia se hacía en relación con la referencia de la época, el caballo. Así, 1 CV es la potencia necesaria para levantar 75 kg a un metro del suelo en 1 segundo.
¿Cómo se calculan los caballos de un coche?
En realidad, lo que se mide es el par motor y a partir de ahí se deduce la potencia. La potencia es la cantidad de trabajo expresada en julios. Un julio es una fuerza de 1 Newton que se mueve un metro durante un segundo, lo que nos da la potencia en Nm/s (Newton metros por segundo).
Una vez que hemos medido el par, entonces podemos deducir la potencia con la siguiente fórmula: P = NmΩ siendo P la potencia expresada en vatios (W); Ω (omega) es la velocidad de rotación expresada en radianes por segundo (rad/s) y Nm, el par motor. Para pasar de rad/s a revoluciones por minuto (rpm), se usa la fórmula siguiente: (2π*N) / 60, siendo N los rad/s.
En un automóvil, las potencias obtenidas son de miles de vatios (kW) por lo que se aplica un factor multiplicador de 1,36 (1 kW = 1,36 CV). Así, podremos ver potencias de 204 CV a 6.500 rpm o bien 150 kW a 6.500 rpm.
¿Qué es más importante: la cilindrada o los caballos?
Entonces, ¿qué es mejor, más cilindrada o más caballos? En la actualidad, es más importante conocer la potencia, los caballos, y no la cilindrada. Si bien antiguamente se consideraba que un coche con una gran cilindrada era necesariamente un coche potente, ya no es el caso gracias a los turbos y compresores mecánicos y a la electrificación.
Así, por ejemplo, un Volkswagen Golf 2.0 FSI equipado con el motor de 1.984 cc (2.0 litros) de cilindrada desarrolla 150 CV a 6.000 rpm, mientras que con la ayuda de un turbo, la potencia de ese mismo motor sube a 245 CV (Golf GTI) e incluso 320 CV, como en el Volkswagen Golf R.
Con la hibridación eléctrica la cilindrada puede ser incluso irrelevante. Por ejemplo, el Renault Espace equipa un motor de sólo 1.199 cc, pero es un coche que tiene una potencia de 200 CV gracias al uso de motores eléctricos.
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