Qué significan las burbujas en la varilla de aceite del motor de tu coche y por qué no deberías ignorarlas

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Irene Mendoza

Aunque muchos coches modernos con motor de combustión ya no llevan varilla de aceite y confían en sensores electrónicos para medir el nivel, esta pequeña pieza sigue siendo muy útil para detectar problemas antes de que se agraven.

Ver burbujas en la varilla al revisar el aceite puede parecer una tontería, pero muchas veces es la primera pista de que algo no va bien. La causa más habitual es tan simple como haber puesto más aceite del que el motor necesita, aunque no es la única.

El exceso de aceite, principal sospechoso si ves burbujas en la varilla del aceite

Si al comprobar el nivel en frío ves burbujas que se disipan rápidamente, lo más probable es que el motor tenga demasiado aceite. Es un error frecuente, sobre todo tras un cambio de aceite o al rellenar sin comprobar bien el nivel. Si el exceso es leve y se corrige a tiempo, no debería haber consecuencias.

El problema viene cuando esas burbujas son grandes, persistentes o se acompañan de una especie de espuma blanca o textura lechosa. Esta mezcla puede indicar que el refrigerante se ha mezclado con el aceite, algo que podría deberse a una junta de culata en mal estado, entre otras causas. Si esto ocurre, hay que llevar el coche al taller cuanto antes: siempre es mejor prevenir que curar.

También puede formarse espuma si el nivel de aceite es demasiado alto y el cigüeñal lo bate al girar. A eso se le puede sumar un aceite con viscosidad inadecuada o pequeñas fugas que permitan la entrada de aire. En todos estos casos, el aceite pierde eficacia para lubricar y refrigerar, lo que puede derivar en gripado, sobrecalentamiento o daños en componentes como el catalizador.

Qué pasa si el nivel de aceite es correcto pero hay burbujas

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Cuando el nivel de aceite está bien y aun así ves burbujas a la hora de medirlo, conviene prestar atención a otros factores. Por ejemplo, el propio movimiento del cigüeñal a altas revoluciones puede introducir aire en el aceite. En ese caso, es normal que aparezcan algunas burbujas que desaparecen poco después de apagar el motor.

Otra posibilidad es la aireación del aceite: una entrada anormal de aire en el sistema de lubricación. una entrada anormal de aire en el sistema de lubricación. Puede deberse a una viscosidad incorrecta, a un mantenimiento deficiente o a fugas internas. Si el aceite aireado circula de forma continua, puede perder presión y aumentar el desgaste de las piezas móviles.

Y si además de burbujas detectas una textura lechosa en la varilla, actúa rápido: probablemente el refrigerante está contaminando el aceite, lo que suele ser indicio de una junta de culata dañada u otra avería seria.

Cómo comprobar bien el nivel de aceite (si tu coche aún tiene varilla)

Si tu coche aún conserva la varilla de medición, conviene revisar el nivel de forma correcta: motor en frío, coche en una superficie plana y un trapo a mano. Saca la varilla, límpiala, vuelve a introducirla hasta el fondo y extráela de nuevo para ver si el nivel está entre las marcas de mínimo y máximo.

Si está por debajo del mínimo, añade aceite poco a poco y repite la medición. Si está por encima del máximo, lo mejor es retirar el exceso o acudir al taller para que lo hagan por ti. Nunca circules con exceso de aceite: no protege más, sino todo lo contrario.

Imágenes | Motorpasión, Repsol, Garage 54

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