Ojalá alguien me hubiera descubierto antes estas carreras: pick-ups voladoras de 600 CV, a tres ruedas y donde prácticamente todo vale

  • Camionetas idénticas con 600 CV capaces de saltar 6 metros de alto y 50 de largo

  • Nacieron en EEUU como homenaje a una vieja gloria del off-road

  • Hoy corren por todo el mundo como teloneras de la IndyCar. Y a veces la eclipsan

Stadium Super Trucks
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Irene Mendoza

Si crees que ya lo has visto todo en materia de competición, espera a conocer las Stadium Super Trucks (SST). Hablamos de pick-ups o camionetas salvajes de 600 CV que se lanzan por rampas de aluminio a más de 120 km/h, vuelan decenas de metros y aterrizan como si nada para seguir compitiendo a cuchillo.

Cada carrera es puro espectáculo, tanto que en más de una ocasión han robado el protagonismo a las grandes series que acompañan, como la mismísima IndyCar. Creadas en 2013 por el expiloto Robby Gordon, las SST recuperan el espíritu de las carreras todoterreno en estadios que popularizó Mickey Thompson en los años 80.

Una locura con raíces en el off-road más puro

Lo de las SST no es una moda pasajera. Con su mezcla explosiva de velocidad, acrobacias y contacto, han conquistado circuitos urbanos de medio mundo sin perder ni un ápice de su ADN salvaje. Robby Gordon, curtido en la IndyCar, la NASCAR y el Dakar, llevaba tiempo soñando con resucitar el concepto que lo vio nacer como piloto: las Mickey Thompson Entertainment Group (MTEG), que llenaban estadios de fútbol americano con saltos imposibles.

Lo logró en 2013 con las primeras pick-ups de la nueva serie: 1.300 kg, motor Chevrolet LS V8, 600 CV, 230 km/h de punta, chasis tubular de acero... y un par de buenas rampas para despegar. Lo mejor es que todos los camiones son iguales.

Nadie compite con su propio vehículo: cada piloto corre con el camión que le toca por sorteo, y si no le convence, puede intentar cambiarlo con otro. Nada de tecnología a medida ni ventajas ocultas. Aquí lo único que cuenta es el talento al volante. Como dice el propio Gordon: “Es una serie de pilotos, no de presupuestos. Aquí gana el que mejor pilote, no el que más gaste”.

Vuelan, chocan, derrapan y siguen adelante: así son las Stadium Super Trucks

Aunque nacieron para correr sobre tierra en estadios, las Stadium Super Trucks no tardaron en conquistar los circuitos urbanos de medio mundo. Allí, sus rampas metálicas de más de cinco metros de largo y casi un metro de alto se convierten en el alma del espectáculo: las camionetas despegan a más de 100 km/h, alcanzan hasta seis metros de altura y vuelan distancias de hasta 50 metros antes de volver a tocar el suelo y seguir compitiendo como si nada.

Escenarios como Long Beach, St. Petersburg, Toronto, Detroit o Surfers Paradise han sido testigos de sus locuras, y los fans lo celebran: cada fin de semana de carreras, los vídeos virales de la serie inundan las redes sociales. Porque sus eventos no son solo carreras, son auténticos festivales del motorsport: formato rápido (12 vueltas o 20 minutos, lo que ocurra antes), reagrupamientos a mitad de prueba para añadir emoción, y peleas "cuerpo a cuerpo".

Además de acompañar a la IndyCar, la serie ha compartido cartel con los X Games, la Race of Champions o la NASCAR en el Texas Motor Speedway. Y su éxito ha traspasado fronteras: han corrido en México, China, Canadá, Inglaterra, Australia y Nueva Zelanda, siempre con la misma fórmula explosiva.

Pilotos de élite y espectáculo garantizado

Que nadie piense que esto es una atracción de feria. En las SST han competido pilotos del Dakar, NASCAR, IndyCar o Supercars. Matthew Brabham (nieto del legendario Jack Brabham) es el más laureado con tres títulos, Sheldon Creed tiene el récord de victorias (39), y el propio Robby Gordon sigue corriendo y ganando, como hizo en 2024. Pero también han pasado nombres como Paul Morris, Apdaly Lopez o Jerett Brooks.

Aunque el formato casi siempre es más bien de exhibición, cada fin de semana se suman puntos, con premios por adelantamientos, vueltas lideradas o rendimiento en clasificación. Eso sí, todo está pensado para igualar la competición: desde la comunicación por radio unidireccional hasta la imposibilidad de repetir pick-up.

Hoy por hoy, la mejor forma de seguir estas carreras tan locas es a través de su canal oficial de YouTube o su Instagram, donde cuelgan resúmenes, highlights y repeticiones. Nunca llegarán a ser una categoría principal... Pero las SST no lo necesitan: han encontrado su sitio como el show más extremo del motorsport, donde cada curva puede acabar con un vuelo, un trompo o una remontada épica.

Imágenes | SST

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