El segmento de los supercoches en China lleva tiempo encendido y ahora el fuego amenaza con cruzar fronteras. Great Wall Motors (GWM) acaba de avivar la llama con un tímido adelanto de su primer superdeportivo. Y lo ha hecho el propio presidente de la compañía, Wei Jianjun, quien lo reveló en la red social Weibo el pasado 23 de julio, durante las celebraciones por el 35 aniversario de la marca.
En la foto el coche aparece tapado junto a los altos cargos de la empresa, aunque se pueden adivinar unas formas afiladas, una altura extremadamente baja y unas proporciones dignas de cualquier hiperdeportivo europeo. Un modelo que anticipa que Great Wall va muy en serio en esta nueva carrera hacia el Olimpo de los coches de alto rendimiento.
De SUV y eléctricos urbanos… al asalto del segmento más exclusivo
Great Wall Motors es una marca sobradamente conocida en China por su gama de SUV bajo Haval o los coches eléctricos urbanos de Ora, pero nunca había pisado eelñ terreno de los supercoches. El modelo, aún sin nombre oficial, será el primer lanzamiento de una nueva submarca de GWM, registrada recientemente bajo las siglas BG y también conocida en China como Zixin Qiche. Una jugada que recuerda a lo que ya han hecho BYD con Yangwang o Denza y Geely con Zeekr.
Este nuevo deportivo previsiblemente utilizará un sistema híbrido enchufable cuyo corazón será un motor V8 de 4.0 litros desarrollado internamente por GWM. Este motor, presentado en el último Salón del Automóvil de Shanghái fue una gran sorpresa, pues no es habitual ver motores de este calibre nacidos en China. Y menos aún con la ambición de competir con marcas como Ferrari o Lamborghini, que actualmente no viven su mejor momento en el mercado asiático.
Cinco años de trabajo y más de un parón por el camino
Según medios locales como Car News China, la propia marca ha confirmado que el proyecto “lleva cinco años en desarrollo”. De hecho, “se habría enfrentado a más de una pausa forzada por cuestiones de presupuesto”. Aun así, Wei Jianjun confía plenamente en su criatura: asegura que será “incluso mejor que un Ferrari SF90”.
Hemos de recordar que el impresionante SF90 monta un V8 de 4.0 litros junto a tres motores eléctricos, que en conjunto otorgan 1.000 CV y permiten el 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos.
Imagen compartida por Wei Jianjun en la red social china Weibo
Este impresionante cavallino es un claro objetivo para GWM por varios motivos: la marca china no sólo quiere superar a los superdeportivos occidentales en tecnología o cifras, sino hacerlo a un precio mucho más competitivo.
Según fuentes cercanas al proyecto, el modelo chino podría situarse entre los 140.000 y 150.000 euros, lo que lo pondría en la órbita de muchos clientes que hoy sueñan con un Ferrari o un Lamborghini, pero no pueden permitirse su precio.
La nueva generación de supercoches chinos ya no quiere jugar en segunda división
El supercoche de GWM se suma así a una nueva generación de bestias 'Made in China' que ya están atrayendo muchas miradas. Ahí están el Hongqi S9 (híbrido, 1.400 CV), el Yangwang U9 (eléctrico, 1.300 CV, disponible en Europa a partir de 2026) o el GAC Aion Hyper SSR (1.225 CV, 0-100 km/h en 1,9 segundos), por citar algunos ejemplos.
Todos ellos hasta hace poco parecían ciencia ficción para la industria y hoy son una realidad con ambición global y una oportunidad. Y es que las cifras están ahí: marcas como Porsche han sufrido una caída del 28 % en ventas en el mercado chino en el último año… Ferrari, un 22 %. Los clientes locales empiezan a preferir productos nacionales con la misma (o más) pegada que los iconos europeos.
La llegada de este nuevo supercoche chino al mercado europeo aún no está confirmada, pero sería raro que GWM lo llevase años desarrollando solo para lucirse en casa. La marca ya ha aterrizado en Europa con modelos como el Wey Coffee 01 o el Ora 03, y su ambición va mucho más allá del segmento generalista.
Con este nuevo ‘BG’, Great Wall Motors no buscaría volumen, sino imagen, prestigio y provocar un nuevo terremoto en un segmento que parecía blindado. A falta de conocer más datos oficiales, lo que ya es evidente es que este no es un teaser más: es una declaración de intenciones. China ya juega en la mesa de los más grandes, y lo hace aprovechando bien sus cartas.
Imágenes | Ferrari, Wei Jianjun
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