Si te preguntas si la sal de carretera afecta al motor del coche, aquí tienes la respuesta: asqueroso por fuera, perfecto por dentro

Si te preguntas si la sal de carretera afecta al motor del coche, aquí tienes la respuesta: asqueroso por fuera, perfecto por dentro
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Si te gusta la mecánica y ver motores destripados, estás de suerte: el canal de YouTube 'I Do Cars' ha publicado un fascinante vídeo de más de una hora donde desmonta un motor Subaru EZ30R de un Outback 2005 que ha sufrido lo indecible tras años en una zona con mucha sal en carretera. Aunque por fuera parecía una ruina corroída, por dentro sigue dando una lección de durabilidad.

Este motor seis cilindros en H, con más de 320.000 km a sus espaldas, fue retirado por un fallo en la prueba de estanqueidad y un perno roto, pero lo que más sorprendió al especialista fue comprobar que el verdadero enemigo no fue un fallo mecánico… sino el óxido provocado por el uso intensivo de sal para combatir el hielo en la calzada y la falta de mantenimiento.

Un motor "casi" indestructible

En palabras del propio autor del canal I Do Cars, “esta es la mejor familia de motores Subaru”. Y no lo dice a la ligera. El motor EZ30R, que propulsaba modelos como el Outback, Legacy o Tribeca en la primera década de los 2000, tiene fama de ser indestructible, y desmontar uno en mal estado ha sido casi una misión imposible para el canal, conocido por mostrar los entresijos de mecánicas destrozadas.

Pero finalmente, apareció el “peor EZ30 que he podido encontrar”, y ni siquiera era tan malo. El motor estaba tan afectado por el óxido que desmontarlo fue una tortura.

Los tornillos del motor estaban agarrotados, algunos completamente soldados por la corrosión, hasta el punto que fue necesario recurrir a un martillo neumático. Incluso en zonas que deberían estar protegidas, como el interior de la tapa de distribución, se encontró óxido. Es decir, la sal había penetrado hasta los rincones más sellados del motor.

En las regiones frías donde nieva con frecuencia, se emplean sales fundentes para evitar que el hielo convierta las calzadas en trampas mortales. Sin embargo, este tipo de compuestos tiene un coste muy alto para los vehículos que circulan por ellas. Ataca el metal de los bajos, los sistemas de suspensión y, como demuestra este vídeo, incluso los motores.

En este caso, la sal no solo aceleró la corrosión exterior del propulsor, sino que posiblemente también afectó a componentes internos sensibles como los asientos de válvulas, causando una pérdida de compresión que terminó condenando al motor.

Lo más irónico es que, una vez desmontado, el interior del EZ30R estaba en sorprendente buen estado. Árboles de levas, cigüeñal, pistones, ejes… todo en condiciones que no parecían propias de un bloque con más de 320.000 km y que había sido desechado por “fallo grave”.

Motor2

De hecho, no hay una única causa clara de avería. La sospecha más razonable es que los asientos de válvulas corroídos impidieran el cierre hermético, algo que podría haber mejorado con una simple limpieza y mantenimiento periódico adecuados. Pero ya era tarde: la combinación de la prueba de estanqueidad fallida, un perno roto y la imposibilidad de reutilizarlo lo mandaron al banco de trabajo del cal de I Do Cars.

Con todo, este es uno de los motores más fiables que ha pasado por el canal. Una excepción entre los motores Subaru, a menudo criticados por fallos prematuros. “Si alguien se lo propone o simplemente se desentiende de ello, puede destruir cualquier cosa si no le importa lo suficiente”, comenta el autor del vídeo. Pero en este caso, el verdadero destructor fue la sal y la falta de cuidados por parte de su propietario. No fue un fallo mecánico.

Imágenes | I Do Cars

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