China pasó en pocos años de fabricar coches para su mercado interior a ser el primer país exportador de automóviles del mundo. Pasó de exportar un millón de coches en 2020 a 5,22 millones en 2023. No es de extrañar, por tanto, que un fabricante chino se cuele en el Top 10 de los fabricantes mundiales.
Se trata de Zhejiang Geely Holding Group, o simplemente Geely, el que va camino de convertirse en el Grupo Volkswagen del siglo XXI. Este grupo chino vendió 730.000 coches en el periodo enero-marzo, convirtiéndose así en uno de los 10 fabricantes mundiales de automóviles más importantes del mundo y el primero de origen chino en entrar en el Top 10.
De ser un don nadie a tratar de tú a tú a las grandes marcas
El grupo Geely, que había ocupado el puesto 12 en el primer trimestre de 2023, superó a los alemanes BMW y Mercedes-Benz Group para situarse en el 10º puesto, con un volumen de ventas que aumentó un 27% este año. Los dos grupos alemanes, copaban habitualmente el noveno y décimo puesto, respectivamente, mientras que en el primer trimestre del año pasado, Geely ocupaba el duodécimo puesto mundial.
Otros fabricantes chinos como BYD, Changan Automobile, Chery Automobile y SAIC Motor se situaron entre los 20 primeros. La clasificación mundial de ventas se ha elaborado a partir de las declaraciones de las empresas y los datos de la analista MarkLines.
Geely no es el típico fabricante chino de automóviles. Existen dos categorías de fabricantes de coches en China. Por una parte tenemos a los especialistas de los Coches de Nueva Energía, o NEV, por sus siglas en inglés. Estos sólo fabrican coches eléctricos y PHEV, como es el caso de BYD.
Y por otra parte están los fabricantes tradicionales, que si bien anuncian cada año enormes cifras de producción son el fruto de joint ventures (empresas conjuntas) con marcas occidentales o japonesas, como FAW, que en 2023 vendió 120.666 coches bajo su marca Bestune y 1,91 millones de coches fabricados para el Grupo Volkswagen.
Geely, por su parte, tiene un enfoque muy diferente. No se centra exclusivamente en coches eléctricos y PHEV ni tampoco tiene joint ventures con fabricantes occidentales. No, Geely directamente los compra o invierte en ellos.
Así, posee Volvo, Polestar, Lynk & Co, Lotus, el control efectivo de Smart a pesar de poseer el 50% de la marca, la LECV (fabricante de los taxis londinenses) y una notable participación en Aston Martin, por no mencionar las marcas puramente chinas como Geely o Zeekr.
Geely posee la mitad de Horse, la división de coches gasolina de Renault, como los Renault Espace o el nuevo Renault Rafale, así como el 34% de Renault Korea Motors (la antigua Samsung Motors), para fabricar en Corea del Sur modelos de Link & Co y derivados. Su fundador, Li Shufu, es además el mayor accionista de Mercedes-Benz (posee casi el 10% del grupo alemán) y una de las ocho personas o familias que controlan más del 50 % de la producción mundial de coches.
Li se ha mostrado crítico con el sistema de joint ventures de la industria del automóvil en China. Considera que deja grandes beneficios a los fabricantes y proveedores de primer nivel extranjeros a expensas de la innovación, la calidad y el avance tecnológico de los fabricantes chinos. Es decir, no ha habido el traspaso de tecnología y de saber hacer hacia China como se buscaba.
La estrategia de Li Schufu podría ser la que permita a Geely a medio plazo despuntar y adelantar a todos por la derecha.