Alejandra Otero
Elon Musk tenía mucha prisa en lanzar su servicio de robotaxis: el pasado domingo Tesla puso a rodar una decena de taxis autónomos en Austin (Texas). Tesla quiere convertirse en una marca de conducción autónoma e IA, ya que el negociado de los coches eléctricos cada vez le es menos rentable.
Pero viendo los incidentes que ya han registrado en estos primeros días, Tesla quizá se está precipitando. Una prueba son los frenazos fantasma de estos robotaxis ante coches de la policía. Es el resultado de hacer que su tecnología sea lo más orgánica y humana posible pero, sobre todo, barata.
Los robotaxis de Tesla temen a la policía, y eso es un problema
Es instintivo: si vemos un coche de policía estacionado en el arcén, tendemos a levantar el pie o incluso a frenar. Ya sea aquí, en Los Ángeles o en Pekín. Es decir que es más que probable que no pocos dueños de un Tesla lo hagan a lo largo y ancho del planeta. Esas reacciones quedan registradas en una gigantesca base de datos y a ella recurre la IA de los robotaxis.
Frenazo fantasma por coche patrulla. Este vídeo publicado por Edward Niedermeyer, periodista especializado en motor y conocida voz crítica de Tesla, justo retrata a uno de estos robotaxis reaccionando así.
El Tesla Model Y circula tranquilamente por el carril izquierdo cuando, tras pasar un cruce con un coche patrulla detenido, frena bruscamente quedándose casi completamente parado. Más adelante vuelve a hacer lo mismo en un segundo cruce con otro coche policía. Afortunadamente, apenas había tráfico, pero este tipo de frenazos fantasma son bastante peligrosos. Bien lo sabe Tesla: su Autopilot ha sido proclive a ello.
Watch this @Tesla Supervised Robotaxi phantom brake twice for a stationary police car. If another car had been directly behind it this could have caused a serious accident. Ban this dangerous and defective software now! pic.twitter.com/FCJ7olbGsy
— Dan O'Dowd (@RealDanODowd) June 24, 2025
Así lo hace notar Dan O'Dowd, que replica el vídeo de Niedermeyer: "Observa este robotaxi supervisado que frena dos veces ante un coche patrulla detenido. Si otro coche hubiera estado justo detrás, podría haber causado un accidente grave". Es el fundador de Dawn Project, un ente especializado en seguridad tecnológica y sistemas de conducción autónoma profundamente crítico con Tesla.
O'Dowd hace referencia a que, a pesar de estos Model Y autónomos llevan un copiloto de seguridad, y que además son supervisados remotamente por un equipo de operadores, no hay manera de corregir una repentina frenada fantasma.
Lo barato puede salir caro. A diferencia de los robotaxis de Waymo, que llevan tiempo operando en Austin y otras ciudades como San Francisco, el sistema de los taxis autónomos de Tesla se basa solo en ocho cámaras, prescindiendo de sensores y radares LiDAR. "Solo necesita un conjunto de cámaras y un software tan desarrollado que pueda interpretar todo lo que registran los 'ojos' del coche", presumió Musk.
Pero una cámara no siempre es efectiva en malas condiciones de visibilidad. Todos los coches de Tesla llevan ahora solo cámaras, y este experimento demostró que un Model Y no era capaz de frenar ante una pared ficticia o un peatón, mientras que un Lexus con sensores, sí.
A esto se añade que la tecnología autónoma de estos robotaxis se basa en lo aprendido por su IA a partir de los datos recopilados de los Tesla que circulan por el mundo, lo que implica reacciones humanas y por tanto errores. Y no hay que olvidar que los Waymo y Cruise han protagonizado no pocos incidentes siendo su sistema más completo. Incluyendo graves atropellos.
Optar por esta estrategia le ha permitido a Tesla desarrollar la tecnología de sus robotaxis invirtiendo mucho menos dinero que estos competidores. Y además hacerlo en tiempo récord. Pero que un coche autónomo que circula por las calles junto a otros coches, vehículos y usuarios vulnerables no sea seguro es un problema. Es justo lo que concluyó una investigación de Wall Street Journal: el ahorro de costes en la conducción autónoma de Tesla ha supuesto más accidentes.
El robotaxi de Tesla circulando en dirección contraria unos metros, tras saltarse una línea continúa
Investigados por la DGT de EEUU. En su primer día de prestar servicio, que era por invitación y para lo que Tesla escogió a accionistas de la marca e influencers de tecnología pro-Tesla, los Model Y autónomos ya protagonizaron maniobras que no deberían hacer. Uno circuló en dirección contraria varios metros al liarse en un giro a la izquierda en un cruce. Y otros dos circularon ligeramente por encima del límite de velocidad.
Estos primeros pasajeros publicaron sus trayectos en sus redes sociales, orgullosos de la gesta de Tesla. Pero esos mismos vídeos sacaron a relucir estos errores, que rápidamente detectaron los internautas. También la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés), que ya ha abierto una investigación para determinar si son seguros.
El organismo ha solicitado información a Tesla sobre el sistema: si bien la marca está colaborando, también ha exigido expresamente que no se han públicos esos datos pues son de "confidencialidad comercial". Tesla defiende que la competencia podría hacer un mal uso de ellos.
"Una maravilla de la próxima década". El responsable de la sección automotriz de NVIDIA, Ali Kani, lo advirtió no hace mucho: los coches totalmente autónomos no están ni cerca de serlo. También que precipitarse con esta tecnología podría ser fatal, refiriéndose al estreno de los robotaxis de Tesla, en un principio fijado para 2026 y que serían además Tesla Cybercab.
Pero Tesla ha optado por acelerar el proceso con unidades del Tesla Model Y adaptados, que sí tienen volante y pedales a diferencia del Cybercab, se entiende que para perfeccionar más rápidamente el desarrollo del sistema del Cybercab. Pero Kani fue categórico: la conducción autónoma "es una maravilla de la próxima década".
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Imágenes | Dan O'Dowd en Twitter (X), Rob Maurer en Twitter (X),
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