Daniel Murias
Tesla no puede tener respiro, por lo visto. El fabricante estadounidense de coches eléctricos atraviesa un periodo bastante complicado. Mientras Tesla parece estar celebrando el lanzamiento de su servicio de taxi autónomo Robotaxi en Texas (y ya está siendo investigado por las autoridades), la marca acaba de sufrir un nuevo contratiempo en Francia.
El martes 24 de junio de 2025, la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Represión de Fraudes (DGCCRF) francesa emitió un comunicado en el que “ordena a Tesla cesar sus prácticas comerciales engañosas”. Estos son los cargos contra la marca de Elon Musk.
Conducción autónoma que no existe y negar el derecho a devolución
La sentencia administrativa llega tras una investigación que “descubrió una serie de faltas e infracciones perjudiciales para los consumidores y contrarias a la ley”. Y aunque la DGCCRF no es un órgano judicial propiamente dicho, sus dictámenes son de obligado cumplimiento. Especialmente desde que Tesla emprendió acciones legales con la DGCCRF y fracasó en su intento.
A raíz de una serie de quejas sobre la plataforma del organismo oficial en 2023, se iniciaron dos investigaciones, en 2023 y 2024, sobre las prácticas comerciales de Tesla en Francia. Una de esas prácticas abusivas a las que hace referencia el organismo es, sin sorpresa, la opción de “capacidad de conducción totalmente autónoma”, que cuesta 7.500 euros y que, a pesar de su nombre, no dota al vehículo de una conducción autónoma total.
La conducción autónoma completa o total es la que permite al conductor desinterarse por completo de la conducción, es la que se conoce como de nivel 4 o nivel 5. A pesar de que Tesla avisa de forma clara en la descripción del sistema, que estos sistemas están “diseñados para ser utilizados por un conductor alerta cuyas manos estén en el volante y que esté preparado para recuperar el control del vehículo en cualquier momento” y que “no hacen que el vehículo sea autónomo en su estado actual”, Francia considera que es un engaño.
Para la DGCCRF el nombre y otras descripciones de los folletos del vehículo, como las frases “cuando se activa, su vehículo le llevará casi a cualquier parte” o “conduce por usted” inducen en error al comprador.
Por ello, el organismo antifraude obliga “a la empresa a cumplir la normativa vigente en el plazo de 4 meses”, es decir, a no usar una terminología que pueda inducir en error o engañar. De no hacerlo en plazo, Tesla se expone “a una sanción de 50.000 euros por día de retraso”.
Esta no es la única práctica abusiva de Tesla en Francia. Entre las malas prácticas más habituales se encontraron contratos de venta sin fecha, hora ni lugar de entrega del vehículo y sin mención del pago a crédito.
Tesla France llegó a exigir pagos por adelantado antes de que finalizara el plazo de retractación de que disfrutan los consumidores cuando financian su compra con un préstamo; es decir, intentar cerrar la venta en firme antes de que el cliente pudiese arrepentirse.
En el mismo sentido, Tesla no reembolsó a los clientes que habían ejercido su derecho de retractación dentro de los plazos previstos por la ley. Tesla denegaba así el derecho a devolución de un producto.
Para el organismo gubernamental anti fraude, en general, la marca juega con las fechas y la ausencia de documentos o información para eludir determinados derechos de los consumidores en beneficio de la empresa.
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Imágenes | Tesla, Peugeot
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