California

Varios dueños de modelos Tesla se han encontrado en su coche esta amenazante nota. El plan de los estudiantes es reventar modelos de la marca de Elon Musk en cuatro ciudades de California.

Muchos clásicos han sufrido los devastadores incendios de California.

Un ejemplo de valentía y pasión por los coches en medio del desastre.

La frustración de un leal cliente de Tesla culmina en una demanda y el abandono total de la marca tras los incendios forestales en California.

El Estado de California asegura que cinco de las mayores petroleras del mundo conocían desde hace décadas el riesgo que suponían sus actividades para el medio ambiente.

La 'California Concept' anticipa la versión definitiva, que entrará a producción en 2024.

Aunque este año no se haya llegado a las cifras esperadas en el evento por excelencia para amantes de los coches de lujo en California, esta burbuja está lejos de pinchar.

El coche eléctrico se ha convertido en una nueva guerra cultural.

La compañía ha recibido el voto unánime en su favor por parte de las autoridades de California.

Esta edición especial estará disponible únicamente con capota de lona y el motor V8 de 450 CV que ya lleva el Mustang GT.

En California quieren que un 80% de los coches nuevos sean eléctricos en 2035, y para eso van a garantizar por ley las baterías y que los clientes se sientan seguros con esta tecnología.

De momento, solo hay cuatro unidades que hacen la ruta entre la terminal del aeropuerto y los centros de distribución.

California pretende endurecer aún más su ofensiva medioambiental, así que ha adelantado 5 años su plan para permitir exclusivamente la venta de coches eléctricos.

Según la demanda interpuesta por Uber y otras firmas tecnológicas, la ley AB5 es una "amenaza irracional e inconstitucional" que va en contra de sus modelos de negocio.

Waymo, la división de coches autónomos de Google, podría tener que compartir su terreno con la firma respaldada por el fabricante automovilístico Dongfeng y Alibaba, que ya ha pedidos los permisos.

De momento, se venden menos de 200.000 coches eléctricos al año en Estados Unidos, pero en menos de 10 años deberían ser más de un millón. Nadie quiere quedarse atrás.