Clásicos

El fascinante origen del Mercedes 300 SL Roadster, el biplaza descapotable más bello de la historia

Una caravana tan ingeniosa como problemática, que quiso reinventar el remolque en los años 70 enganchándose al techo del coche.

Un camper histórico, extraño y fascinante que mezcló lujo, aluminio… y el motor de un Porsche 356.

El Audi V8 fue el camino del acierto, la manera de meterse en la pelea de los fabricantes de coches premium europeos.

Este ‘Pool Hustler’ es uno de los show cars más surrealistas de los 70: mesa de billar centenaria, motor Hemi y firma de George Barris.

El concept car nunca vio los focos de los salones y la prensa, pero sí los circuitos.

Es una cápsula del tiempo de cómo eran los Mercedes que crearon la leyenda de la marca.

Se llama Frontier Vintage Station, tiene más de 120 m² y es una estupenda máquina del tiempo de la cultura automovilística norteamericana.

Cuando no existía el aire acondicionado en los coches, conducir con calor era un infierno. Un sencillo invento lo solucionó en la década de 1930.

Lo de esconder coches en graneros en Bélgica no se estila, los clásicos se entierran bajo freidurías.

Un coche soviético de los años 50 que unió confort y 4x4 mucho antes de Audi, Subaru o AMC.

Nadie le iba impedir disfrutar de todo un 911. Y menos una dictadura.