Clásicos

Un museo abandonado en Texas esconde una impresionante colección de coches de competición, clásicos únicos y hasta una lancha con motor Ford Hemi V8. Todo sigue ahí, intacto, como si el tiempo se hubiera detenido.

A veces, una buena historia es lo único que cuenta.

De adorno en un salón a joya millonaria: este Lamborghini Miura ha hecho historia.

Lo normal es que un Ferrari en venta tenga pocos o muy pocos kilómetros. Este es una notable excepción a la regla.

Soichiro Honda no era de los que siguen las reglas porque sí. Tenía un sueño y lo iba a cumplir.

En 1984, Lotus presentó un prototipo espectacular con motor V8 y tecnología de Fórmula 1 que prometía ser el primer hiperdeportivo británico, pero no pudo ser.

En Colombia, un Renault 4 amarillo corona una roca como si fuera un guardián de la carretera. Su historia es tan curiosa como el propio coche.

Un concesionario Alfa Romeo quedó congelado en el tiempo tras una tragedia familiar: hoy, sus coches clásicos descansan cubiertos de polvo, como en una cápsula del tiempo.

La Unión Soviética ideó un sistema de numeración para vehículos que determinaba cómo se llamaban los coches, camiones, autobuses y furgonetas. Era obligatorio.

No tenía ni idea de cómo restaurar un coche, pero ha conseguido resucitar un Porsche 993 que llegó a acumular una tonelada de lodo.

Es tan pequeño como ridículo. Y ese es precisamente su mayor encanto. El Cyclops II vuelve a escena con su sombrero de copa bien puesto.

La idea y las intenciones eran buenas, pero una huida hacia adelante causó su pérdida.