Los Gen Z pasan de conducir: prefieren pedir un Uber a sacarse el carnet

Los Gen Z pasan de conducir: prefieren pedir un Uber a sacarse el carnet
62 comentarios

Los cambios que se ciernen sobre el automóvil en este inicio de siglo XXI son enormes. Además de la pactada sustitución del motor de combustión interna por el eléctrico, las nuevas generaciones simplemente no están interesadas en conducir. Y si no conducen, no podrán ser los clientes del día de mañana.

“Si tengo una emergencia, llamo a un Uber o al 911 [el 112 estadounidense]”, explicaba Madison Corr de 24 años al Washington Post para recalcar que realmente no necesita coche.

Es una tendencia creciente entre la llamada Generación Z (más o menos las personas nacidas entre 1996 y 2012), directamente no quieren coche ni tienen intención de conducir.

En Estados Unidos, un país en el que fuera de unas pocas grandes ciudades del noreste, como Nueva York o Philadelphia, el coche es una auténtica necesidad vital para trabajar ante la descarada falta de transporte público, esa tendencia es casi chocante.

Allí, donde en la mayoría de estados se pueden conducir a partir de 16 o 17 años, el número de conductores en esa franja de edad ha disminuido notablemente. En 1997, el 43% de los jóvenes de 16 años y el 62% de los de 17 tenían carné de conducir. En 2020, esas cifras habían descendido al 25% y al 45%, respectivamente.

Velocidad
Foto: Taras Makarenko

En 1997, casi el 90% de los jóvenes de 20 a 25 años tenían carné; en 2020, sólo el 80%. Más chocante aún, en 1997 casi el 100 % de los jóvenes entre 25 y 29 años tenían carnet de conducir, mientras que en 2020, era poco más del 80% de los jóvenes de entre 25 y 29 años que tenían permiso de conducir.

No es algo que ocurra únicamente en Estados Unidos. En España también cada vez hay menos conductores. En 2008 los nuevos conductores de coche se fijaban en 1,25 millones, pero esta cifra ha ido descendiendo desde entonces bajando del millón en 2009 para llegar a los poco más de 876.000 en 2021.

La pirámide demográfica de España, con cada vez menos gente joven, también influye negativamente en la cantidad de nuevos conductores que obtienen su permiso cada año.

Road Foto: Jeshoots.com

Sin embargo la pirámide del relevo generacional no lo explica todo. Un estudio publicado por Uber concluye que solo el 58 % de los jóvenes nacidos a partir de 1995 tiene carnet de coche en comparación al 81 % de la generación de los llamados boomers que, con esa edad, ya disponía de permiso. Ciertamente, Uber es parte interesada y se basa en una encuesta de 2.500 personas, pero no deja de ser un indicativo de la tendencia actual.

Un cambio de hábitos nunca visto hasta ahora

Las razones por las que la generación Z no quiere sacarse el carnet de conducir son varias y van desde la ansiedad  hasta la preocupación por el medio ambiente pasando por el estado de sus finanzas. Muchos miembros de la Generación Z dicen que no se han sacado el carné porque tienen miedo de sufrir accidentes o directamente miedo de conducir, según el diario estadounidense.

Uber

Sin menospreciar la ansiedad que pueda generar el hecho de conducir, en la gran mayoría de los casos se combinan dos factores. Comprar un coche, sea nuevo o de segunda mano, ha sido y es caro, pero ahora hay que añadir más trabas para su uso en Europa, como las zonas de aparcamiento regulado, las ZBE, los impuestos sobre CO2. Y no es algo

Todo ello se junta con las nuevas formas de movilidad urbana (bicicletas, patinetes eléctricos y los propios servicios de taxi y VTC) que vienen a paliar la falta de coche propio para crear una suerte de tormenta perfecta por la que, hablando claro, pasan de tener coche y sacarse el carnet.

Patinete Electrico

Otras causas apuntan a un cambio de mentalidad. Los miembros de la Generación Z, según una encuesta de PEW, son más propensos a hablar de la necesidad de luchar contra el cambio climático que las generaciones anteriores. Es decir, el coche es visto como algo extremadamente negativo. Y sin embargo, la mitad de los usuarios de VTC tendría entre 18 y 29 años, según una encuesta de 2019, al menos en Estados Unidos.

El cambio de mentalidad no es sólo tomar conciencia de los peligros del cambio climático, sino también de algo que la mayoría de generaciones anteriores no han podido experimentar desde su infancia y por tanto no han integrado como algo natural.

Juego ordenador
Foto: Garrett Morrow

La Generación Z tiene la capacidad de hacer casi cualquier cosa en línea, como pasar el rato con amigos, estudiar o jugar. Algo que antes solo se podía hacer en persona, y por tanto, en muchas ocasiones requería desplazarse en coche.

En la Generación Z, "sus pulgares se han vuelto mucho más móviles que sus piernas", afirma Ming Zhang, profesor de planificación regional de la Universidad de Texas en Austin. Resumido con cierto humor, este cambio de costumbres es enorme. Y sin embargo, nada puede superar las vivencias, valga la redundancia, experimentadas en vivo. Ya sea gracias a un coche o a un patinete eléctrico.

Conduciendo cabrio
Foto: Andrea Piacquadio

Todavía es pronto para asegurar que este cambio es duradero y profundo. Quizá más adelante, en su vida adulta y de familia, tengan la necesidad de disponer de un coche. O quizá no quieran comprarlo y sólo acepten el uso de un coche de forma muy puntual.

Si al final la Generación Z realmente no quiere conducir, el cambio para el automóvil, su industria y su sitio en nuestra sociedad sería enorme, casi disruptivo. También significa que las marcas de coches se van a quedar sin clientes suficientes en unas décadas. Algunas marcas, de hecho, ya se preparan para esa eventualidad.

Ford, por ejemplo, hace tiempo que avisó que tendría su propia marca de movilidad, dejando atrás lo de vender coches. Honda, hace poco, adoptó una posición más radical, en la que dejará de ser una compañía automovilística. En Europa, Renault es uno de los más activos en ese sentido con su marca de productos de movilidad Mobilize.

Foto| Elijah O'Donnell

Temas
Comentarios cerrados