Citroën C-Crosser
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Noticias de Citroën C-Crosser en Motorpasión
Cuando aún está muy reciente la prueba del Mitsubishi Outlander 2.2 DI-D nos enteramos que Citroën va a hacer cambios en el C-Crosser, y evidentemente, esto va a afectar a sus primos, el Outlander y el 4007. Para el Salón de Fráncfort se hacen unos leves cambios para el todocamino de los chevrones.
La novedad destacada es la nueva caja de cambios DSC (Dual Clutch System), es decir, un cambio automático con doble embrague, como el DSG de VAG o Powershift de Ford/Volvo. Se ofrecerá para el motor 2.2 HDi 160 (156 CV SAE/160 CV DIN) como una opción más a la caja manual de seis velocidades.
El motor ha sido homologado de nuevo y mejora ligeramente sus consumos. Con cambio manual pasa a gastar 7 l/100 km (-0,3 l/100 km) y con cambio DCS 7,3 l/100 km. No mejora ni las prestaciones ni el consumo de combustible, pero el tacto de conducción mejora notablemente. Paga un 9,75% de IM, como antes.
Caja de cambios Dual Clutch System
El principio de funcionamiento debería seros familiar. Hay dos subejes, uno con las marchas impares y otro con las pares, es de seis velocidades. Cuando se inserta una marcha queda preseleccionada la que es más probable que se inserte en siguiente lugar. Los tiempos entre cambios son mínimos.
Tiene dos modos de funcionamiento, normal y “Sport”, que como sabéis altera las leyes de cambio para exprimir más las revoluciones. La palanca permite alternar entre modos, y entre automático y manual. A su vez, el volante lleva de serie unas levas para cambiar directamente de marchas fácilmente.
No dispongo de los precios para el mercado español, pero sí los del británico. Podemos aventurar con mucha probabilidad que el cambio DSC será más caro que el manual, y evidentemente gasta más gasóleo. Como no es un cambio de convertidor de par o CVT no parece una mejor opción para hacer 4×4.
El cambio DCS va asociado a un asistente al arranque en pendiente. Cuando haya 5 grados o más de inclinación se evitará que el C-Crosser ceda hacia atrás y al arranque será de forma más limpia y evitando más esfuerzo a la cadena cinemática. El Peugeot 4007 ya tiene en opción este tipo de cambio.
Cambios para el interior
Lo más evidente es el cambio del tablero de instrumentos, ahora mucho más bonito y con una pantalla de información como Dios manda, la antigua ahora parece digna de la época de la Game Boy. La disposición de los elementos es muy similar, pero ahora se ven en varios colores y entra mejor a la vista.
Uno de los aspectos más criticados del C-Crosser y sus primos es la dudosa calidad de algunos materiales del interior. Han tomado nota y los han mejorado. Encontramos una mejor calidad de acabado en el salpicadero y los paneles de las puertas, hay más cromados y la apariencia ha ganado varios enteros.
También se han mejorado los reposacabezas de la tercera fila, que antes dejaban mucho que desear (ver detalle). El aspecto del nuevo modelo es notablemente mejor, lo de los paneles de las puertas antes era de juzgado de guardia (ver detalle). El que se aburra puede comparar con la galería del modelo previo.
Además, en las versiones Exclusive el teléfono Bluetooth integrado pasará a ser equipamiento de serie, y en toda la gama se incluirán los limpiaparabrisas automáticos. Por último, los modelos que tengan el sistema de sonido Rockford Fosgate tendrán 710 W de potencia en vez de 650.
En Motorpasión | Prueba del Citroën C-Crosser (modelo previo)