Otro de los lanzamientos sin duda en el segmento B deportivo es el "Ford Fiesta ST 2013":https://www.motorpasion.com/ford/ford-fiesta-st-2013. La generación actual del Fiesta acumula veteranía, pero es la primera vez que tiene un modelo ST. Atrás quedó el ST 2.0 Duratec (150 CV) de la sexta generación, tanto en el tiempo, como en rendimiento.
Ford ha optado por una evolución natural, pasar de un motor atmosférico "grande" a un 1.6 EcoBoost (182 CV), con turbo, inyección directa y control de alzado de válvulas. Corre más, gasta menos, ahorra peso, y le da carácter en un amplio margen de revoluciones. Se vende desde 21.750 euros, en una sola versión.
El Fiesta ST también se ha convertido en un modelo global. En Estados Unidos se verá en cinco puertas, pero en Europa solo en tres puertas. Ventaja para nosotros, pues son 40 kg menos. La marca del óvalo considera que un coche así debe ser de tres puertas, porque es lo que más se vende.
Además, tiene un cambio manual de seis velocidades. El modelo anterior tenía cinco velocidades y estaba peor aprovechado. Aunque hay oponentes del Fiesta ST que tienen cambio automático --obligatorio, dicho sea de paso-- en Ford ni se lo plantean. Es manual y punto. Creo que es la combinación más adecuada a este tipo de coche.
Uno de los puntos fuertes del coche es que por prestaciones, equipamiento y precio es muy buena elección. El Fiesta ST antiguo salió con un precio muy inferior (menos de 16.000 euros), también iba equipado de forma más espartana. Además, por potencia, es más interesante, porque puede rivalizar con modelos que le superan en caballos.
Su peso es contenido, 1.163 kg, con 182 CV. Es solo 0,2 segundos más lento que el "Renault Clio RS 200 EDC":https://www.motorpasion.com/renault/renault-clio-iv-r-s (200 CV aut.), y eso que el Fiesta es manual. Iguala en aceleración al Ibiza Cupra (180 CV aut.) y "Corsa OPC":https://www.motorpasion.com/coches/utilitarios/opel-corsa-opc (192 CV man.) Por lo tanto se queda en un sanísimo término medio.
Con más Fiesta de serie
Hace unos años conduje el Fiesta _S_, el -Fiesta ST de los pobres- 1.6 de 100 CV, en la generación anterior. Divertido no, lo siguiente. Me decepcionó mucho la generación siguiente en cuanto a tacto de conducción, había retrocedido ("ver prueba":https://www.motorpasion.com/ford/ford-fiesta-5p-16-tdci-prueba-parte-2). Lo han arreglado en el modelo 2012 y en la versión de altos vuelos, el ST. Rectificar es de sabios.
Ahora el control de estabilidad viene de serie, en la generación anterior o era opcional o no estaba disponible. Podemos conducir con ayudas, con un modo deportivo que permite cierto grado de deslizamiento, y en el modo "tú mismo", es decir, sin ayudas ni a la estabilidad, ni a la tracción.
Lo único que funciona siempre, aparte del ABS, es un diferencial electrónico que frena la rueda tractora que peor adherencia tiene. Su nombre es eTVC. Sigue la tónica de casi todos sus oponentes, se ahorra coste de fabricación y el dueño también salvará unos euros, aunque las pastillas de freno durarán menos.
Estética deportiva exclusiva
¿A que está chulo? No tendrá un difusor trasero tan _reshulón_, y el morro puede echar para atrás con esa mirada de carpa, pero tiene carácter. De hecho, las piezas no son intercambiables con otro Fiesta. Un ingeniero de Ford Racing me dijo que lo han hecho adrede para que no se pueda _makear_ un Fiesta inferior.
Aunque su diseño ya esté un poco visto, es uno de los Fiesta más bonitos que han existido. Las llantas de cinco radios con neumáticos de 17" le sientan como un guante. Son neumáticos 205/40 R17, en este caso en Bridgestone Potenza, unas ruedas que dan buen resultado en este trasto.
Lo distinguiremos por el paragolpes delantero, la parrilla, logotipo ST, las llantas, el alerón de techo, la doble salida de escape y el paragolpes inferior. Las pinzas de freno van pintadas en rojo, independientemente del color de carrocería. Puede tener cinco colores, el anaranjado de las fotos es exclusivo para él.
En el interior hay más salero que en algunos rivales. La tapicería de los asientos la tuve en una unidad de color rojo y en otra de gris. El volante, más grueso, es ST, como el cambio de marchas. Por cierto, la palanca es más cortita que en un Fiesta normal. No faltan los pedales en aluminio.
No han coloreado los cinturones de seguridad, ahí me han fallado, pero en general también me entra por los ojos. También aprecio una posición de conducción bajita, no en exceso, pero no da sensación de afurgonetamiento. Me siento cómodo con las tres puertas, me dan mejor visión lateral, más rollo coupé.
En lo que este modelo me chirría es en temas de ergonomía. Hay mandos que quedan un poco lejos si estamos correctamente sentados, o eso es que estoy mal hecho. La consola superior está plagada de botones. Incluso para un nacido en los 80 puede llegar a abrumar, aunque a todo puede acostumbrarse uno.
Un utilitario utilizable en el día a día
Para una utilización habitual, el Fiesta ST no decepciona. Si llevamos el motor bajito de vueltas y hacemos un uso racional del cambio, ni siquiera es ruidoso. La suspensión no tiene un tarado muy duro, aunque más que un Fiesta sí es. La insonorización, adecuada, ni en exceso, ni en defecto.
Si nos portamos bien, puede colar como un Fiesta de 100 CV, e incluso los consumos pueden llegar a ser muy similares dependiendo de la utilización. El 1.6 EcoBoost no es un motor especialmente tragón, a tenor de lo que puede correr. Medias de 6-7 l/100 km son razonables de conseguir, y sus 5,9 l/100 km de homologación no son imposibles (según ordenador).
Conduciendo por autovía, si queremos, también puede tener un carácter tranquilo, aunque será tentador estirarlo de vueltas aunque no haya ninguna necesidad. Es un motor con fuerza, 240 Nm entre 1.600 y 5.000 RPM. Durante 20 segundos disfrutaremos de _overboost_ y más par, 290 Nm, útil en adelantamientos.
Aunque no tiene chucherías como el R-Link de Renault, tiene el interesante sistema MyKey. Así, podremos dejar el coche a alguien con mayor tranquilidad, capándole la velocidad máxima, limitando el volumen de la música o impidiendo la desconexión del ESP. Ninguno de sus rivales ofrece algo parecido.
La pantalla del sistema multimedia se ha quedado un poco pequeña, y requiere cierto entrenamiento para acostumbrarse a su elenco de funciones. El sistema SYNC funciona bien, y con algunos teléfonos móviles, el reconocimiento de voz permite virguerías. Ojo, el sistema V2C de la generación anterior tenía funciones que el nuevo no tiene.
El ordenador de a bordo también parece haberse quedado un poco congelado en el tiempo, pero muestra la temperatura del agua aunque sea con un marcador digital. Ha quedado un poco soso, podrían haberse currado un poquito más la instrumentación, que eso es muy barato de hacer y la gente sabe valorarlo.
Equipamiento y precio del Ford Fiesta ST
Como dije antes, esos 21.750 euros cundirán lo suyo. Todo lo que vemos es de serie, incluyendo la calefacción de los asientos en cuero parcial. Ford España ha decidido "regalar", sin coste adicional, las llaves "manos libres", el arranque por botón y el tintado de las lunas traseras. Dicen que se ahorran 420 euros así.
En más de uno de sus rivales habrá que pagar aparte por alguno de los elementos que el Fiesta ST lleva de serie. Ahora bien, no le pidamos faros de xenón o llantazas de 18 pulgadas. Es una política de equipamiento a la japonesa, viene así, sin opciones. Total, no van a vender tantos, si llegan a 200 se darán con un canto en los dientes.
Incluye soluciones como el EasyFuel (evitará que un torpe nos eche gasóleo), el Help SOS (para solicitar ayuda si hacemos un FAIL yendo de tramo), el citado MyKey o los retrovisores externos calefactados. No es lo más puntero, pero en este segmento es una oferta equilibrada en varios sentidos.
Sonido interior amplificado, sin artificios
Como empieza a ser habitual, el sonido de escape no es particularmente ruidoso, pero se compensa trasladando más ruido del motor al habitáculo. Bajo la rimbombante denominación _Sound Symposer_, se recurre a una membrana que traslada ruido, auténtica música para los oídos de los que tienen espíritu de _competi_.
Otra cosa que me gustó del Ford Fiesta ST es que la válvula de descarga del turbo se deja sentir y es entretenido oírle pegar soplidos. Para quien no le resulte suficiente, con una válvula atmosférica Forge, HKS o similar, logrará más ruido y arruinar sus consumos, porque acelerará más a tabla de lo normal.
No es el más ruidoso del segmento, hay rivales más ruidosos como Clio RS, pero me ha convencido más. Es un ruido más agradable de oír, pero en temas de gustos ya se sabe. En la próxima entrega, que habrá vídeo, podréis comprobar de qué estoy hablando, aunque los micrófonos no le hacen suficiente justicia.
El único defectillo de calidad que he notado es que con la música un poco alta, suenan grillos en la zona de la guantera. Por lo demás el coche me convence, hasta la parte superior del salpicadero va acolchada. No es un Fiesta de mínimo precio, tenía que notarse de alguna forma.
Por otra parte, por ser un tres puertas, la habitabilidad trasera no es la misma, pero a fin de cuentas estos coches se compran pensando en el de delante, y no en los de detrás. Por ejemplo, hay 991 mm de altura delante y 953 mm detrás. La plaza central trasera tiene reposacabezas, así que no es inútil.
¿Y de seguridad qué tal? Bien inflado de airbags: delanteros frontales, delanteros laterales, de cortina y de rodilla para el conductor. Las ayudas electrónicas incluyen la ayuda al arranque en pendiente y lleva ISOFIX. No va hacia atrás respecto a sus hermanos de gama. En el peor caso, llamará solito al 112 y dará la posición del coche.
En Motorpasión | Ford Fiesta ST, presentación y prueba con vídeo en Francia (parte 2)