El Autopilot FSD de Tesla está bajo una nueva investigación de la DGT de EEUU y, durante los cinco últimos años, Tesla ha afrontado varias demandas por accidentes relacionados con este avanzado piloto automático. Pero es la primera vez que Tesla se enfrenta a un juicio federal con jurado.
Lo hace por un fatal accidente que se saldó con la muerte de un peatón: una joven universitaria atropellada por un Tesla Model S, cuyo cuerpo encontraron a más de 20 m del lugar del accidente. Si se da la razón a los demandantes, podría suponer un duro golpe para Tesla en un momento crucial para la marca de Elon Musk.
Primer juicio federal en EE UU por un fallo del Autopilot
El juicio comenzó este lunes en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida. Quien demanda a Tesla es la familia de la fallecida. El proceso comenzó tras dos ordenes emitidas por la jueza Beth Bloom, que recogía pruebas y testimonios. "Un jurado razonable podría concluir que Tesla actuó con total desprecio por la vida humana en aras del desarrollo de su producto y la maximización de sus ganancias", detalló la magistrada.
Fatal atropello, con una muerte y un herido grave. El accidente en cuestión sucedió en 2019. El empresario George Brian McGee circulaba a los mandos de su Tesla Model S con el Autopilot FSD activado, de noche, por una carretera de dos carriles.
En un momento dado se le cayó el teléfono móvil y se agachó a cogerlo. El coche eléctrico se saltó el Stop de la intersección y un semáforo en rojo intermitente. Acabó estampándose contra una Chevrolet Tahoe estacionada fuera de la carretera, pero también atropellando a dos personas.
Uno de los peatones era Naibel Benavides, estudiante de 22 años. Tras el impacto con la berlina eléctrica salió volando 23 metros: su cuerpo fue encontrado a esa distancia. Su pareja, Dillon Angulo, sobrevivió, pero fue trasladado al hospital herido de gravedad, con una conmoción cerebral grave, múltiples fracturas y otras lesiones.

Tesla echa la culpa al conductor. Según la documentación del caso, a la que ha tenido acceso The New York Times, los abogados de Tesla argumentan que el Autopilot no tenía en ese momento el control del Model S, señalando a Brian McGee como único responsable. Defienden que los datos del vehículo revelan que pisó el acelerador anulando el sistema. Lo que hizo ponerse al coche a 100 km/h por una zona limitada a 72 km/h.
"Las pruebas demuestran claramente que este accidente no tuvo nada que ver con la tecnología del Autopilot de Tesla. Al contrario, como tantos accidentes desafortunados desde la invención de los teléfonos celulares, este fue causado por un conductor distraído", ha señalado la marca de Elon Musk a dicho medio.
El Autopilot detectó a los peatones, pero no frenó. Por el contrario, los demandantes apuntan a la tecnología de conducción autónoma de Tesla. Según defienden, el Autopilot no advirtió la inminencia del choque ni advirtió al conductor que debía tomar los mandos. Además, señalan, tampoco se activó la frenada automática de emergencia, que debería actuar incluso aunque se hubiera desactivado el Autopilot.
A diferencia de otras denuncias, en este caso los demandantes disponen de imágenes de vídeo detalladas con lo ocurrido, almacenadas en la memoria del coche. Estas muestran que el sistema Autopilot reconoció la camioneta estacionada, a los peatones y el final de la calzada. Pero no actuó en consecuencia: debería haber activado como mínimo la frenada automática.
También alegan que Elon Musk ha exagerado las capacidades del Autopilot. Pese a tener la denominación de Full-Self Driving (Conducción Autónoma Total), no lo es: es de nivel de automatización SAE 2, que obliga a llevar las manos en el volante y a mantener la atención, como se indica en el manual. No es la primera vez que Tesla recibe una demanda por este último motivo: precisamente era lo señalado por una demanda colectiva hace tres años.
¿Por qué es tan importante para Tesla?

Con este caso, Tesla se juega más que en demandas anteriores. Primero porque nunca una denuncia contra la marca ha llegado a juicio federal, que se rige por las normas del país pudiendo sentar precedentes legales. Segundo porque la jueza que ha firmado la instrucción detalla que los demandantes pueden reclamar daños punitivos a la marca de coches eléctricos.
Y, tercero, si el veredicto da la razón a la familia de la fallecida, supondría asumir que el Autopilot FSD tiene importantes deficiencias. Tesla quiere ser una marca de coches autónomos, ahora que la mayor competencia de coches eléctricos impide reinar a Tesla como lo ha hecho los últimos años. Ser una mera firma de coches eléctricos ha dejado de ser rentable.
Tesla ya ha puesto a funcionar su flota de robotaxis autónomos, de momento unidades del Tesla Model Y adaptadas y equipadas con el nuevo sistema Full Self-Driving (FSD): una tecnología aún más avanzada que el Autopilot FSD. Que su sistema semiautónomo se señale como responsable podría afectar a la credibilidad de su tecnología y a su valor bursátil, que depende precisamente de estos sistemas avanzados por la nueva deriva de la marca. Además ya está siendo investigada tras varios incidentes de los robotaxis tras su primer día de llevar pasajeros.
El Autopilot FSD ha demostrado tener problemas para identificar obstáculos, semáforos, señales de Stop o pasos a nivel. También ha sufrido accidentes chocando contra vehículos de emergencia estacionados en los márgenes de la carretera al no detectarlos correctamente.
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Imágenes | Florida Highway Patrol,
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fermaker
Aguna oscura razón debe haber para que Tesla se guarde como oro en paño los datos de sus millones de vehículos usados como machine learnig