Fábricas de coches

La carrera por fabricar baterías más rápido que nadie está chocando con una realidad incómoda: el coche eléctrico no despega

China quiere fabricar coches en Europa, pero a su manera. Eso significa que no genera todo el empleo que debería.

El pasado viernes por la noche comenzaron a concentrarse 5.000 personas para celebrar una fiesta de Halloween en las míticas instalaciones de Bugatti sin permiso de nadie, claro.

La increíble historia de cómo Ford transformó la forma de fabricar aviones con la planta de Willow Run, el milagro industrial que venció al tiempo y a Hitler.

China es capaz de fabricar coches en tiempo récord, pero BMW asegura que lo puede hacer más rápido.

"La solución no pasa por mantener los aranceles, pero tampoco por que haya, por ejemplo, una fábrica a las afueras de Barcelona en la que se ensamble un coche con todos los componentes chinos", ha dicho el comisario europeo de Industria.

Toyota lleva usando casi 100 años una prensa industrial de 700 toneladas para fabricar coches, pero no tiene ninguna intención de jubilarla.

Tras la redada, Trump ha mandado un aviso: "Hago un llamado a todas las empresas extranjeras que invierten en Estados Unidos para que respeten las leyes de inmigración de nuestro país".

"Me dijeron: Jim, ningún joven quiere trabajar aquí. Pagas 17 dólares la hora y están tan estresados que tienen que trabajar en Amazon turnos de ocho horas."

Los chinos están como locos por hacer visitas turísticas a sus fábricas de coches eléctricos.

Volkswagen está ofreciendo a sus trabajadores salidas de la empresa incentivadas y jubilaciones anticipadas.

Los coches de Tesla conducen solos de la cadena de montaje de la fábrica a la campa donde esperan a los camiones que los transportan.