Probamos el Mercedes-Benz GLA: ahora menos Clase A y más GLC, con inteligencia artificial y hasta 421 CV
Desde su lanzamiento en 2013, el Mercedes-Benz GLA ha sido uno de los coches más importantes para la firma alemana. El SUV compacto germano ha sido el coche con mayor tasa de captación de clientes nuevos y ha conseguido vender casi 400.000 unidades hasta 2019.
Ahora el Mercedes-Benz GLA se ha renovado por completo con una nueva plataforma, una imagen totalmente renovada, mucho más equipamiento (sobre todo tecnológico) y nuevos motores que en las versiones AMG pueden alcanzar los 421 CV. Ya hemos podido probar tanto la variante de acceso como el más brutal de todos los GLA y, sí, el cambio es más que notable.
Mercedes-Benz GLA: aún más SUV
Con respecto a la generación anterior, la primera del GLA, este nuevo Mercedes-Benz GLA pierde por un lado la imagen tan característica que utilizaba antes y por otro gana unas proporciones más SUV. Sigue siendo un poco más grande y ligeramente más alto que un Mercedes-Benz Clase A, pero con diferencias tanto exteriores como interiores.
Las proporciones actuales dejan de ser tanto las de un compacto SUVizado para convertirse en un SUV con todas las letras, al crecer 104 mm en altura hasta los 1.616 mm (incluyendo las barras de techo) y acortar su longitud total 14 mm, quedándose en 4,41 metros de largo. La anchura y distancia entre ejes crecen 30 mm en ambas cotas.
Esta nueva generación del Mercedes-Benz GLA se ve considerablemente más moderna. Toma como referencia al último Clase A y lo distorsiona hasta convertirlo en un producto más próximo al resto de integrantes de la gama SUV de la firma de la estrella. Por delante se asemeja a un Clase A y por detrás nos recuerda a un Mercedes-Benz GLC.
La parrilla delantera es nueva, más amplia que antes, y escoltada con unos faros con tecnología LED para todas las versiones. En la parte trasera los pilotos ahora adoptan formas mucho más estilizadas y unos paragolpes de aspecto musculoso con doble salida de escape simétrica y simulada. Los pasos de rueda quedan ahora más marcados que antes.
Es una cuestión de gustos, pero el nuevo GLA parece más proporcionado que antes, con unas líneas más fluidas y elementos que armonizan entre sí. Las llantas son de hasta 20 pulgadas en las versiones más prestacionales y no desentonan con el conjunto.
Renovación completa en el interior
El interior también recibe una conveniente actualización, pues ya necesitaba renovarse para estar a la altura quizá no de la competencia, pero sí comparándolo con el resto del catálogo de Mercedes-Benz.
En realidad es una herencia casi completa de lo que ya conocemos en el Mercedes-Benz Clase A, incluyendo un volante multifunción de tres radios más estilizado (volante AMG para las versiones salidas de Affalterbach, por supuesto) tras el que se levanta la ya casi tradicional doble pantalla widescreen de 10,25 pulgadas. En los acabados inferiores las pantallas son de 7 pulgadas.
La actualización estética del interior sigue hasta influir tanto en los materiales como en los interfaces de control, adoptando el mando táctil en la consola central alrededor del que se colocan unos pocos mandos físicos. Física también es la botonera de la climatización. El resto todo pasa a controlarse a través del sistema de infoentretenimiento.
Para esta segunda generación del GLA, Mercedes-Benz ha sacado la artillería y ha pasado a incluir el Mercedes-Benz User Experience (MBUX) de inteligencia artificial, control por voz con comandos naturales y, además, la visualización mediante realidad aumentada de las indicaciones del GPS en la pantalla central.
Por lo demás no hay grandes cambios con respecto a un Clase A, ya que los controles son idénticos, utilizando los mandos del volante para controlar cada una de las pantallas. En el display del cuadro de mandos podremos escoger varias opciones de visualización, además de la información más relevante que queramos tener justo delante, como pueden ser los datos de navegación o la visualización del GPS a pantalla completa.
Sí que hay que apuntar que Mercedes-Benz España ha decidido iniciar la comercialización del GLA con el acabado Progressive como punto de partida, por lo que es un coche muy bien equipado desde el inicio (y también más caro que antes, obviamente). Este equipamiento incluye Head-Up Display, asientos con regulación eléctrica, sistema de audio Burmester, plataforma de carga inalámbrica, MBUX, llantas de 18 pulgadas, apertura eléctrica del maletero, faros full LED y Thermotronic entre otros elementos.
Mercedes-Benz GLA 200: el escalón de acceso
Hemos podido probar brevemente las dos mecánicas más representativas. En primer lugar nos hemos centrado en la motorización con mayor captación de ventas: el Mercedes-Benz GLA 200, es decir, el motor de acceso a la gama GLA tanto por potencia como por precio.
Estamos hablando de un bloque que es totalmente nuevo y que (al igual que el otro bloque de gasolina) deriva directamente de los utilizados en los Clase E. Se trata de un cuatro cilindros en línea turboalimentado de 1.332 cc que ofrece una potencia de 163 CV y 250 Nm de par motor. No son cifras deslumbrantes precisamente, pero sí suficientes.
Cuando nos empezamos a mover con el nuevo Mercedes-Benz GLA notamos que es un coche que ha avanzado bastante en lo referente al confort de marcha. Se siente muy bien aislado tanto a nivel sonoro como de rodadura, generando un clima de confort propio de la marca de la estrella.
La dirección es ligera y agradable, quizá demasiado. En conducción urbana se agradece su desmultiplicación, pero no transmite demasiada información de lo que está pasando en las ruedas delanteras. Lo mismo ocurre con las suspensiones, que filtran muy bien las irregularidades típicas de la ciudad.
Cuando salimos a terrenos más despejados y dejamos que el motor se estire, el pequeño cuatro cilindros hace su trabajo moviendo al GLA y sus 1.485 kg de peso con fuerza suficiente para no echar en falta más potencia, permitiéndonos también acometer adelantamientos aunque debamos hacerlos con previsión. La transmisión automática 7G-DCT (el único motor de la gama que la equipa) hace un buen trabajo, aunque con unas reacciones algo lentas incluso en modo Sport.
El chasis denota una puesta a punto claramente confortable, con unos recorridos de suspensión largos y transferencias de peso tanto longitudinales como transversales. Buscando el apoyo en curvas es un coche al que le cuesta un tiempo sentirse asentado; a cambio no se descompone si una vez en la trayectoria encontramos baches.
Mercedes-AMG GLA 45 S: la bestia de 421 CV
En segundo lugar pudimos probar también al Mercedes-AMG GLA 45 S, la referencia más prestacional de toda la familia y un coche cuyos atributos hablan por sí mismos, al equipar como en el Clase A el motor 2.0 de cuatro cilindros turbo de serie más potente del mundo: desarrollando una potencia de 421 CV y 500 Nm de par motor.
El carácter entre el anterior GLA 200 y este GLA 45 S es notablemente distinto. Basta ponerse a sus mandos para percibir las notables distancias entre uno y otro. El interio recibe una decoración específica, además de los mandos AMG en el volante y ciertos gadgets específicos, como la opción de elegir entre los modos Sport, Sport+ y Race para divertirnos, divertirnos mucho o divertirnos quizá más de lo que deberíamos en carretera.
Nada más arrancar el motor y recorrer los primeros metros notamos la abismal diferencia en este GLA 45 S. Es un coche sensiblemente más duro en todos los sentidos. Aunque escojamos el modo Comfort percibimos un coche más recio. Las manos tienen que afanarse más para mover el volante cuya dirección se siente ahora más pesada, la suspensión es más rígida y la respuesta al acelerador más nerviosa.
El motor es el punto fuerte de este coche, con un sonido que pasa de ser comedido a intimidante a medida que el turbo empieza a soplar. La entrega es soberbia y hace que el GLA 45 S se dispare al mismo ritmo que la aguja se acerca a la zona roja casi a 7.000 rpm.
A la hora de girar seguimos notando que es un SUV, pero el endurecimiento de las suspensiones pilotadas ayuda a contener los cabeceos de la carrocería y permite llevar al coche con mayor precisión a un ritmo sensiblemente más elevado. En este caso la dirección también es más informativa y sobre todo reactiva, aunque no excesivamente precisa.
Estéticamente también es un coche distinto, con una presencia imponente gracias a unos paragolpes mucho más musculosos donde destacan el alerón sobre el techo, las llantas con el perfil rojo, los frenos reforzados con pinzas pintadas en rojo, el difusor trasero y las cuatro salidas de escape ovaladas.
Mercedes-Benz GLA 200: desde 40.800 euros
En total habrá cinco motorizaciones diferentes: dos gasolina y tres diésel, además de las variantes AMG con hasta 421 CV. El motor de acceso será el GLA 200 de gasolina de 163 CV de potencia máxima y 250 Nm de par motor, con un precio de partida de 40.800 euros.
El cambio será automático para todas las configuraciones y no habrá variante AMG GLA 45 (sin S, sólo GLA 45 S), otras dos particularidades de los modelos comercializados en España. Próximamente llegará también una versión híbrida enchufable con una automoía eléctrica de casi 70 km y etiqueta medioambiental CERO de la DTG.
| GLA 200 | GLA 250 4MATIC | GLA 200d | GLA 200d 4MATIC | GLA 220d 4MATIC | GLA 35 4MATIC | GLA 45 4MATIC+ | |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Combustible | Gasolina | Gasolina | Diesel | Diesel | Diésel | Gasolina | Gasolina |
| Cilindrada (cc) | 1.332 | 1.991 | 1.950 | 1.950 | 1.950 | 1.991 | 1.991 |
| Potencia (CV) | 163 | 224 | 150 | 150 | 190 | 306 | 421 |
| Par motor (Nm) | 250 | 350 | 320 | 320 | 400 | 400 | 500 |
| Precio (euros) | 40.800 | 51.150 | 41.125 | 43.450 | 45.450 | 63.950 | 84.875 |
De esta manera el Mercedes-Benz GLA se coloca por precio en lo alto de la pirámide de los SUV compactos premium, más alto incluso que el BMW X2. En la diferenciación está el precio tanto como en el buen equipamiento que se incluye de serie en este coche con capacidades de lo más urbanas hasta ligeramente camperas, pasando por el carácter deportivo más aspiracional de los AMG.
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