El protocolo del 'coche rojo' es el truco para salvar a un piloto de un coche eléctrico después de un accidente: rescatar sin tocar

El protocolo del 'coche rojo' es el truco para salvar a un piloto de un coche eléctrico después de un accidente: rescatar sin tocar
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En competición, la seguridad nunca es negociable. Pero cuando hablamos de monoplazas eléctricos que van a más de 300 km/h, como los de Fórmula E, el reto se vuelve doble: proteger al piloto y al equipo de rescate. En caso de accidente, el protocolo de extracción del piloto sigue una metodología precisa y ensayada al milímetro, pero también incluye medidas específicas por el riesgo eléctrico inherente a estos vehículos.

El equipo Andretti de Fórmula E ha compartido recientemente un vídeo en redes sociales grabado por un médico que enseña en primera persona (el tan popular 'POV') cómo actúan los equipos de emergencia en una simulación real. Una coreografía que practican al milímetro antes de cada carrera.

El protocolo del “coche rojo”: rescatar sin tocar

En Fórmula E, todo comienza con una luz: si tras un accidente la luz del coche está en rojo, significa que el vehículo puede estar electrificado aunque no sea perceptible a la vista. Nadie puede tocarlo hasta que se determine que es seguro. Y esa es la señal que activa uno de los procedimientos más rigurosos de la FIA: la extracción del piloto bajo riesgo eléctrico.

En la publicación del equipo Andretti sobre el protocolo de extracción se puede leer: “¿Alguna vez te has preguntado qué hacen los médicos durante la extracción de un piloto en Fórmula E?”. Para mostrarlo, pusieron unas gafas Ray-Ban con cámara a uno de los miembros del equipo durante un ejercicio obligatorio con el piloto Jake Dennis. El resultado: una visión en primera persona del procedimiento que deja claro lo meticuloso y delicadoque puede llegar a ser.

Estos monoplazas de la 'F1 eléctrica' pueden acumular tensiones superiores a los 900 voltios. La carrocería puede estar “viva”, lo que supondría una descarga potencialmente letal para cualquier miembro del equipo médico. Como explica Anthony Clement, miembro del equipo de rescate MDD Motorsport Medical: “La electricidad es invisible, así que es un peligro oculto”. Pero hay que actuar cuanto antes, y estos son los pasos a seguir:

  • Primero, los comisarios identifican la luz roja del monoplaza en cuestión y alertan al control de carrera.
  • Se despliega de inmediato un equipo médico especializado, entrenado para este escenario.
  • Sobre el coche se coloca una alfombra aislante de goma, y los profesionales actúan siempre sobre ella para evitar contacto directo con el coche o el suelo.
  • El piloto es extraído junto a su asiento monoplaza completo, minimizando cualquier posible movimiento de cuello o columna.
  • Todo este proceso se ensaya en cada ePrix del calendario, incluso aunque no se haya producido un caso real hasta la fecha.
Formula E Coche Rojo

El director médico Roger Lait, asegura que este protocolo se ensaya cada fin de semana de carrera: “Lo practicamos en todas las carreras del mundo. Afortunadamente, nunca hemos tenido que actuar con un ‘coche rojo’ en condiciones reales, pero debemos estar listos”.

En Fórmula 1 el protocolo es similar, pero con diferencias clave

En Fórmula 1, el procedimiento de extracción del piloto en caso de accidente también está extremadamente protocolizado, pero el enfoque cambia ligeramente porque no hay riesgo eléctrico. En lugar del “coche rojo”, el mayor peligro suele ser el fuego o los traumatismos provocados por los impactos de alta velocidad. En estos casos extremos los cinturones se cortan de inmediato para que sacar al piloto accidentado sea más rápido y eficaz.

Pero avances como la célula de supervivencia, el bendito halo y el dispositivo HANS forman una combinación de seguridad pasiva fundamental, como se demostró en casos extremos como el terrible accidente de Romain Grosjean en Bahréin en 2020. Aun con el coche partido y en llamas, el piloto pudo salir con vida gracias a estos sistemas… y a la rápida intervención médica.

Tecnología al servicio de la vida

Tanto en Fórmula E como en Fórmula 1, el foco está claro en caso de cualquier accidente: salvar al piloto, sin riesgos añadidos. Y aunque los escenarios cambian el nivel de exigencia y formación del personal médico en ambas competiciones es igual de alto. Cada simulacro y cada intervención es una coreografía milimetrada que se prepara con meses (y años) de antelación.

El avance en los sistemas de protección pasiva —desde el halo hasta los cascos con zylon o los asientos extraíbles— ha reducido drásticamente las consecuencias fatales en la competición. Pero el factor humano sigue siendo esencial. Y en Fórmula E, además, se añade una capa de complejidad: la electricidad no se ve, pero puede matar. Así que cuando el piloto no puede salir por sí mismo, todo depende de quienes están al otro lado del muro.

Imágenes | FIA

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