La guerra con Ucrania dejó a Rusia sin coches baratos y China se ha aprovechado. Ahora se ha cansado y quiere que los coches chinos sean tan caros que ningún ruso quiera comprarlos

La guerra con Ucrania dejó a Rusia sin coches baratos y China se ha aprovechado. Ahora se ha cansado y quiere que los coches chinos sean tan caros que ningún ruso quiera comprarlos
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Tras la invasión de Rusia a Ucrania, comenzando el conflicto entre ambos países que dura desde hace tres años, casi todas las marcas de coches occidentales, surcoreanas y japonesas abandonaron el mercado ruso. Esto, desde entonces, disparó las ventas de coches chinos en Rusia.

Pero lo ha hecho tanto, y en detrimento de las marcas rusas, que esto ya no gusta tanto a Rusia: ve a los modelos chinos baratos como una amenaza para su mermada industria. Su solución ha sido la misma que las adoptadas por Europa y EEUU: medidas proteccionistas. En concreto, subir los impuestos a las exportaciones.

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Los vehículos y coches chinos importados a Rusia se han multiplicado por siete desde 2022. "Las marcas internacionales [en Rusia] han sido completamente reemplazadas por los coches chinos", señala a Financial Times Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China (CPCA por sus siglas en inglés).

En 2024, la cuota de coches llegados desde China supuso nada menos que un 63 %, con cerca de un millón de coches de firmas chinas comercializados. Mientras, las marcas rusas ha retrocedido llevándose solo un 29 % de pastel.

Y es que la diáspora de marcas europeas afectó a firmas locales como AvtoVAZ (LADA), participada por Renault y que pasó a manos del Gobierno ruso cuando estalló el conflicto. Eso ha dejado a Lada muy mermada y, sobre todo, sin coches asequibles en su gama. Algo que ha aprovechado y mucho China con sus modelos de precio competitivo, más avanzados. Mientras, los modelos de lujo siguen llegando, pero a través del mercado negro.

Aranceles coches chinos

Aranceles más altos a los competitivos coches chinos. Viendo su industria automovilística amenazada por los baratos y competentes modelos chinos, Rusia ha tomado cartas en el asunto tirando de proteccionismo como antes han hecho Europa y EEUU: desde enero ha aumentado los impuestos a coches importados.

En concreto las denominadas "tarifas de reciclaje" que de facto funcionan como aranceles. Ahora se aplican 667.000 rupias (unos 7.000 euros al cambio actual). Y seguirá incrementándolos entre un 10 % y un 20 % cada año hasta 2030. Esto afectará al precio de los coches y supondrá que los rusos de a pie los compren menos.

No es lo único, también han vetado un camión procedente de China porque una investigación rusa determinó que no era lo suficientemente seguro. No será el único, Rusia ya planea nuevos controles y pruebas más exigentes para los vehículos importados.

Lada Niva

Trabas a un prolífico mercado para China. Convertida Rusia en un importantísimo mercado internacional para los coches de China, esto ha sido un duro golpe para la República Popular. China veía en Rusia una estupenda fuente de ingresos para dar salida a sus coches de gasolina, que ya no vende tanto en sus fronteras con el auge de los modelos eléctricos. También para sus modelos usados. Los gasolina enviados a Rusia supusieron el año pasado el 97 % de las importaciones chinas.

La subida de impuestos está afectando especialmente a ciudades fronterizas como Suifenhe, donde las importaciones a Rusia se han quintuplicado desde 2020, suponiendo ingresos de casi 14.000 millones de yuanes (cerca de 1.800 millones de euros al cambio). Es el centro comercial más activo de China con Rusia.

"Hay mucha preocupación, muchas quejas sobre los aranceles y lo que significarán para nosotros", lamenta un comerciante de esta urbe fronteriza del noroeste chino. Lo ven en parte como una traición, "Europa y Estados Unidos los sancionaron, por lo que recurrieron a nosotros".

Así, en esta urbe los exportadores están optando por vender directamente a los compradores rusos y no a concesionarios, lo que permite salvar las nuevas tarifas de importación. Pero eso supone mucho más trabajo: "Antes, con los concesionarios firmábamos contratos por 50 o 100 automóviles. Ahora, es un contrato por un automóvil", explica el gerente de Suifenhe China Speed ​​Car Exports.

A China le crecen los enanos con sus importaciones de coches en cada vez más mercados: el ruso se suma al de la Unión Europea y el estadounidense, además de a otros como Canadá, Turquía o Brasil.

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