Apps de navegación como Google Maps, o Waze, se han convertido en el mejor aliado cuando visitamos una ciudad. Gracias a ellas podemos planificar rutas para nuestro recorrido diario, ya sea en coche o transporte público. Una maravilla. Pero tiene una cara B si son ciudades que sufren la masificación turística: puede suponer atestar zonas de coches o llenar de turistas el metro y autobús.
Es precisamente lo que ha ocurrido en los últimos años en el casco antiguo de Girona o en una línea de autobús de Barcelona. En ambas capitales catalanas han cortado por la sano: han conseguido que ambas aplicaciones los eliminen de las rutas recomendadas.
Si no está en Google Maps o Waze, no existe
En Girona, el centro histórico (Barri Vell) es de circulación restringida, como ocurre con no pocos núcleos centrales de grandes ciudades. Calles estrechas y empedradas conforman este corazón medieval de la urbe. Controlada por cámaras de lectura de matrícula, para entrar y circular en coche en esta zona a diario se exige una autorización especial, que solicitan residentes y trabajadores de la zona. El resto puede circular solo tres veces por trimestre. Si se supera ese límite cae multa.
Pero estas idiosincrasias no las conocen los foráneos. Y Google Maps tampoco ayudaba: tradicionalmente si se quería ir desde el Eixample hasta la zona de Pedret, la app sugería que atravesaran el Barri Vell como un atajo, la habitual "ruta más rápida" que muestran las dos aplicaciones GPS.
De ruta recomendada a zona restringida. Los residentes de la zona estaban pues hartos de que los coches circularan por esta zona que es esencialmente peatonal. Y el Ayuntamiento tomó una decisión drástica: desde principios de año han enviado mails a Google y Waze (que usan la misma cartografía) para que prioricen otros recorridos alternativos y refleje claramente que el Barri Vell es una zona de circulación restringida.
Tras decenas de mails, lo han conseguido. "Hablar con todas estas aplicaciones y grandes empresas no es lo mismo que hacerlo con un vecino de la calle del Carme", explica a El Periódico Lluc Salellas, alcalde de Girona. Ahora ambas apps, afirman, no lo muestran este recorrido como ruta.
Lejos de quedarse ahí, Salellas comenta que ya están solicitando a Google que la información para circular por las zonas céntricas de la ciudad sea lo más precisa posible para que los turistas "tengan claro dónde es que pueden aparcar y en qué lugares no" y no dejen el coche en reservados para carga y descarga. Parece que la señal que lo indica no es suficiente.
Barcelona eliminó la ruta de un autobús de Google Maps. Ha funcionado a medias
En realidad, el consistorio de Girona se ha mirado en el espejo de Barcelona. En la Ciudad Condal tenían un verdadero problema con la línea de autobús 116. Este pequeño bus de barrio, con una capacidad para solo 20 personas, pasa en su ruta cerca del Park Güell. Siendo uno de sus grandes reclamos turísticos, se saturaba de turistas. Tanto residentes como visitantes se quejaban de ir como latas de sardinas.
Primero aumentaron la frecuencia, con más autobuses, pero sirvió de poco. Fue entonces cuando solicitaron eliminar la ruta 116 de los itinerarios recomendados por Google Maps. Esto, sumado a quitarla de páginas oficiales del Park Güell o de las webs turísticas más visitadas, se tradujo en que los turistas dejaran de usar esta línea: si Maps no lo indica, solo los residentes saben que existe. "Ha sido desaparecer de Google y cambiar radicalmente", comentaba a ElDiario.es un conductor de esta línea.
Otros autobuses saturados. Un año después, la medida ha tenido otra cara de la moneda: abarrotar otras líneas de autobús que pasan por el Park Güell. Por ejemplo la 24, que ha registrado un 32 % de aumento de viajeros en el último año según datos de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) recogidos por ElDiario.es.
Aunque este organismo sostiene que no ha habido trasvase de viajeros, los datos son irrefutables: la de la 116 ha registrado una caída del 86 % de afluencia. En ambos casos, las cifras corresponden a las cancelaciones con el abono pensado para turistas "Hola BCN". No ha sido la única: la línea V19, también ha visto incrementar su flujo de pasajeros un 10 %.
Este incremento de pasajeros ha traído consigo críticas tanto de turistas como de residentes. "Por la mañana ya va lleno. A veces llego tarde porque, con tanta gente, no puedo subir al bus", comenta una vecina a dicha publicación refiriéndose a la 24. "Madre mía, está llenísimo, qué agobio", señalaban unos visitantes de la ciudad. Otros turistas explican que es la única ruta que les indica Google Maps para acudir al emblemático parque.
¿Se atascarán otras calles de Girona? Dado que en Girona acaban de conseguir que ambas aplicaciones de navegación no incluyan el Barri Vell como ruta recomendada sino todo lo contrario, está por ver si esto afecta a otras vías para moverse por la ciudad o atravesarla. Aunque las avenidas más amplias no son las calles del casco histórico.
Por otro lado, no es lo mismo un autobús, con espacio limitado y que además suele ser la opción por la que optan los turistas por encima del coche. En el caso de Girona, sin embargo, la red de transporte es más reducida que Barcelona al ser bastante más pequeña. Su red apenas cuanta con una decena de líneas y varias son interurbanas conectando con los municipios cercanos.
Imágenes | Ajuntament de Girona en X y Facebook, Pexels
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