Hay un chico nuevo en el mercado más competido: el Renault Arkana ha llegado en marzo de 2021 como una apuesta interesante para batirse el cobre en el subsegmento de los SUV medios de estilo coupé, y ahora llega con su versión híbrida.
La firma francesa pone sobre la mesa un rival directo para el nuevo Citroën C4 buscando la atención de los clientes que quieren un SUV con cierto aire más dinámico pero sin perder practicidad. Todo movido por una mecánica con etiqueta ECO y 145 CV.
Renault Arkana E-TECH: ampliando la oferta SUV

A nadie le sorprende ya que las marcas ofrezcan cada vez un abanico mayor dentro de la categoría SUV. Las carrocerías de este tipo son con diferencia las más vendidas del mercado y acaparan más de un 50% de cuota en 2021, con los SUV del segmento C como protagonistas, acumulando un 25% del pastel total y un 61% del referente al segmento C.
La clave es que, además, es un segmento que sigue creciendo (un 7% en 2021), así que es lógico que sigamos teniendo incorporaciones que cubran los huecos existentes dentro de los catálogos de las firmas.

Así es como llega el Renault Arkana, como un coche que aparece de la nada para satisfacer las tendencias más recientes de los clientes, las de aquellos que quieren un SUV práctico y espacioso pero al mismo tiempo buscan un componente dinámico: Renault desembarca en el subsegmento de los SUV coupé, y parece que lo hace con fuerza.
Renault asegura que la acogida del Arkana ha sido inusualmente buena, logrando captar 2.000 pedidos entre abril y mayo siendo el Renault más demandado y el segundo coche más vendido en el mes de mayo dentro de los C-SUV Coupé. Son datos muy preliminares y hay que ver cómo evolucionan con los meses.

El caso es que al Arkana no le faltan argumentos porque estéticamente es un coche bastante pintón. Tiene un diseño asequible para el público generalista, con líneas suaves y un perfin dinámico, además de una imagen muy Renault, muy reconocible, buscando cosechar la buena pegada conseguida con el diseño del Captur que tan bien ha calado.
Se trata de un diseño reconocible, muy Renault. El frontal está presidido por el gran rombo de la marca en el centro de una amplia parrilla superior y se une con los faros mediante sendas bandas cromadas. Unos faros con tecnología LED y luz diurna en forma de C.
Por debajo hay un paragolpes muy marcado y que se enfatiza con un perfil en contraste que le da cierto aire deportivo, en comparación con una pieza inferior de aspecto metálico que nos recuerda que estamos ante un SUV. El capó está declinado y saca algo de músculo con dos nervios no muy pronunciados.

En la vista de perfil nos encontramos con las mayores novedades para Renault ya que la carrocería de estilo SUV se fusiona con una caída hacia la zaga continua a partir de la mitad trasera. Es una caída bastante pronunciada y que comienza muy atrás para perder poca habitabilidad en las plazas traseras.
Termina en una zaga que es casi de berlina de tres cuerpos por sus formas, con un portón del maletero muy pronunciado y remarcado en la unidad que hemos probado R.S. Line por un pequeño alerón pegado sobre la tapa. El maletero tiene 480 litros de capacidad, perdiendo 33 litros con respecto a la versión no híbrida (513 litros) por la ubicación de la batería bajo el piso del maletero. Ojo, es más espacioso que el maletero de un Renault Kadjar (472 litros) y mucho más que el del Captur (377 litros).

No nos ha gustado tanto su altura libre al suelo. El Renault Arkana declara 20 cm de altura disponible, argumentando que es apto para salir del asfalto frente a una media de 15 cm para sus rivales. Tanta altura disponible mata el dinamismo de la carrocería a nuestro parecer.
Las medidas del Arkana en realidad son generosas para lo que acostumbramos dentro de los SUV del rombo. Tiene 4.568 mm de longitud (8 cm más que un Kadjar) y una batalla ampliada a 2.720 mm, mientras que las llantas pueden ser de 17 o 18 pulgadas.
Interior amplio con materiales mejorables

Si pasamos al interior nos encontramos con un habitáculo muy Renault, destilando un cierto carácter deportivo en este R.S. Line pero sin meterse en parafernalias innecesarias o incómodas.
Lo primero que notamos son unos asientos de corte confortable y regulación eléctrica, nada de asientos deportivos ni falta que hace en un coche con este planteamiento. Por delante nuestro se alza un volante de tres radios con sendas botoneras a cada lado y el logotipo de R.S. en su parte inferior. Es un volante de radio pequeño y aro tirando a fino.

Un poco más allá tenemos un vistoso cuadro de mandos completamente digital para la instrumentación que aunque es amplio (10,2 pulgadas, aunque en los acabados inferiores es de 4,2 o 7 pulgadas) sus esferas nos dejan un poco fríos en cuanto a aprovechamiento. No ofrecen demasiada información y su navegación no es demasiado intuitiva. No hay rastro de Head-Up Display.
A su derecha se coloca una pantalla táctil de 9,3 pulgadas (7 pulgadas en los acabados inferiores) que nos deja un poco el mismo regusto: mucha superficie de visualización, muchos gráficos de buena calidad pero poca información. El interfaz tampoco es especialmente intuitivo y cambiar de emisora de radio por ejemplo resulta algo incómodo. Al menos los mandos de la climatización siguen siendo físicos mediante tres ruletas.

La percepción general es la de un coche correcto y con ajustes buenos, aunque predominan los materiales duros y las superficies lacadas. Alrededor de la palanca de cambios tenemos negro piano y las molduras más vistosas simulan fibra de carbono brillante son quizá demasiado grandes.
La habitabilidad es buena. Delante la consola central es estrecha y nos deja mucho espacio transversal, y detrás los asientos disponen de mucho espacio para las piernas (211 mm para las rodillas) y nos sobra espacio para la cabeza con una altura de 170 cm.
Buenos consumos gracias a tecnología de la F1

Nos ponemos en marcha con el Renault Arkana en esta primera toma de contacto, arrancamos e inicialmente este C-SUV coupé híbrido no hace ningún ruido mecánico. Permanece en modo eléctrico si no es necesario arrancar el motor, ya sea para ganar temperatura o para recargar la batería.
En los primeros metros con este Arkana E-TECH nos llama la atención el tacto de la dirección. Es directo y algo pesado, más de lo que nos esperábamos, y es que por lo visto Renault ha escuchado a los primeros clientes del Arkana, quienes pedían una dirección más instantánea y han variado la configuración de este elementos sólo dos meses después de su desembarco en nuestro mercado.

A baja velocidad el Arkana E-TECH prima el funcionamiento en modo eléctrico tanto como puede, pero su batería de sólo 1,2 kWh (230 V) tiene un límite. Renault ha buscado tener el máximo funcionamiento eléctrico con una batería muy pequeña y han conseguido ampliar este rango utilizando tecnología proveniente de la Fórmula 1.
Esta configuración mecánica es la misma que utiliza el Renautl Clio E-TECH, y se beneficia de las más de 150 patentes de la firma francesa desarrolladas para sus coches de F1. Ahora esa tecnología llega a las calles en forma de una arquitectura única en el mercado.

La motorización híbrida está compuesta por un motor térmico de cuatro cilindros con 1.6 litros que genera 94 CV al que se añaden dos motores eléctricos: uno de 36 kW y un motor de arranque HSG de alta tensión de 15 kW.
En total suman 145 CV de potencia combinada pero su gran aportación es una caja de cambios sin embrague que combina los tres motores para un total de 15 relaciones. Objetivo: buscar siempre el mayor aprovechamiento energético.
En la práctica el Arkana E-TECH es un coche que se mueve con fluidez en entornos urbanos y que aprovechando el juego entre las posiciones D y B para la retención del motor (recuperación de energía) puede funcionar hasta un 80% del tiempo en modo eléctrico. No podemos confirmar este dato, pero sí nos ha parecido que en posición B recupera por encima de la media y se puede utilizar como freno en muchas ocasiones.

Por otro lado, cuando exigimos respuesta al motor o el motor térmico se suma a la fiesta, el Arkana E-TECH resulta un tanto seco y puede dar algún tirón, aparte de que si buscamos potencia se elevará considerablemente la sonoridad del motor térmico puesto que funciona casi como un motor híbrido con CVT: a base de revolucionarse. La entrega es suficiente para un coche de este tipo, aunque no estaría de más algo de potencia extra.
Como curiosidad y pese a que todas las versiones son automáticas, sólo el Arkana E-TECH en acabado R.S. Line ofrece la posibilidad de montar una palanca de cambios e-shifter por cable en lugar de un selector mecánico.

El consumo homologado del Arkana híbrido es de 4,8 litros a los 100 km. Nosotros hemos hecho pocos kilómetros en esta primera toma de contacto y no nos hemos acercado a esa cifra, pero tampoco nos hemos quedado tan lejos: 5,7 litros a los 100 km.
En cuanto a nivel dinámico, el Arkana es un SUV, y se nota. Las suspensiones tienen un tacto tirando a blando para conseguir un buen confort de marcha, en apoyos laterales se nota la inclinación de la carrocería aunque pasando sobre resaltos al mismo tiempo nos pareció un tanto seco de reacciones. La firma nos ha confirmado que no hay cambios de puesta a punto con respecto al resto de configuraciones mecánicas.
Renault Arkana E-TECH: todo a la etiqueta ECO

El Renault Arkana ha llegado con una clara apuesta por hacerse un hueco entre las opciones relativamente ecológicas. Todas las mecánicas van a llevar la etiqueta ECO en el parabrisas, aunque sólo la E-TECH nos convence porque las otras dos son mild hybrid.
En cualquier caso, más opciones en el mercado siempre es mejor para todos, puesto que se alimenta la competencia y el cliente tiene más donde elegir. Renault ha llegado con el Arkana al nicho (aunque ya no tan nicho) de los SUV coupé que estrenó el BMW X6, y ofreciendo más alternativas entre los generalistas que hasta ahora parecían ajenos a estas carrocerías.

Los precios del Renault Arkana ya sabemos que parten de los 27.080 euros para la versión microhíbrida de 140 CV (aún no se han confirmado los precios del motor de 160 CV), pero la firma del rombo ha apostado por una oferta apta para los interesados en acceder al Arkana E-TECH.
La versión híbrida del Arkana arranca con el acabado Intens en 28.480 euros, 1.400 euros por encima, seguidos de los 30.580 euros del acabado Zen y los 33.200 euros del R.S. Line que hemos probado. Etos precios son sin descuentos, con ellos se quedan en 27.074,57, 29.069,58 y 31.558,58 euros respectivamente.
Su mayor rival será el Citroën C4, aunque con salvedades. El de los chevrones no puede contar con etiqueta ECO: todas las mecánicas son gasolina, diésel o 100% eléctricas. Los motores de gasolina de 130 CV abarcan una horquilla entre 20.800 y 25.100 euros.










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26 comentarios
Usuario desactivado
Que eficiente veo ese motor 1.6 de 94cv ..... lo han sacado de un meganne de 1999.
Usuario desactivado
Que no os gusta que tenga una altura libre de 20cm???? A mi me encanta, fue una de las razones para comprar uno, su uso ocasional por pistas de tierra y terrenos accidentados que aunque todos lo estéis olvidando es una razón de peso de comprarse un SUV. No se nota esa altura al suelo en comportamiento dinámico, va de lujo en curvas, como un compacto, llevo ya 1.200km con un Mild Hybrid (no híbrido como este), lo recomiendo mucho antes que el hibrido a menos que no salgas de la urbe; cuesta menos, anda bastante más y en autopista consumirá hasta menos (mucho menos peso de una hibridación que ahí no aporta nada), el comportamiento dinámico al pesar más el hibrido sería lógico pensar que también sea peor que el del normal....
El C4 con el que lo comparais no es comparable, en vez de un SUV es un compacto alto (crossover?) , mucho más corto y bajo. El Arkana está solo en el mercado por categoría, tamaño y precio.
adrianromero1
Jesús Martín, yo creo que deberías de revisar un poco más el texto antes de publicar.
Repites cosas constantemente.
Por otro lado quería decirte que cuando hablas del cuadro de instrumentos entiendo que te deja frio cuando es analógico, y no el digital. Porque todos los periodistas del motor que lo han probado han hablado muy bien de él y de la pantalla de la consola central El Easy-Link también hablan muy bien de ella.
Por otro lado dices que es engorroso cambiar de emisora de radio, no sé si sabes del mando satélite que hay tras el volante de todos los modelos Renault para ello desde hace años. Yo como propietario de un Megane 3 te puedo decir que es lo más practico del mundo. Con solo dos dedos puedes girar la rueda para cambiar de emisora o darle a los botones del volumen...
Me da la impresión de que probaste el coche con desgana.
fermaker
Hay gente que lo llama Renault Arkada... creo que tampoco se merece eso
enekko
SUV de "estilo cupé", a partir de 27.000 generalistas euros.
Otro micromachine a escala real...
[escribe tu nombre aquí]
Habéis repetido 50 veces lo de C-SUV pero no habéis puesto que usa la plataforma del clío.
elbokeador
De coupe no tiene nada
ibonsnake
yo lo veo de costado y sigo viendo un Mercedes GLC Coupé
pibetp
¿Cómo afecta la nueva normativa de etiquetas medioambientales? ¿Seguirá con la etiqueta ECO los que fabriquen en 2022-2023?
movere
Lleva una caja de cambios sin embrague. Los cambios se hacen como en una moto a golpe de gas. Muchas motos ya cambian sin tener que tocar el embrague.
okem11
Un coche con la plataforma del clio y un 1.6 de 94cv, suspensión de eje rígido y frenos de tambor. Desde 27,000€ jajajaj