De cómo Rotterdam y BMW potencian el uso del coche híbrido enchufable para reducir la contaminación de la ciudad

De cómo Rotterdam y BMW potencian el uso del coche híbrido enchufable para reducir la contaminación de la ciudad
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Los conductores de BMW híbridos enchufables reciben en su smartphone un recordatorio que deben bascular la propulsión de su coche a modo eléctrico cada vez que entran en la ciudad de Rotterdam (Países Bajos). Eso sí, no tienen ninguna obligación de hacerlo, pues se trata de un programa piloto, el Electric City Drive. Con este programa la ciudad de Rotterdam y BMW buscan la manera de reducir las emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero de forma práctica y económica.

“Los primeros resultados son prometedores”, explica a Automotive News Arno Bonte, primer teniente de alcalde de Rotterdam. “Espero que podamos extender este proyecto lo más pronto posible a otras marcas”, añade.

BMW 330e 2019

Los participantes en el proyecto piloto tienen una app en su smartphone, desarrollada por BMW, que observa el uso del motor de combustión y les avisa cuando deberían usar el modo 100 % eléctrico llegados a un determinado punto geográfico, es decir, cuando entran en Rotterdam. El coste para la ciudad, explica Bonte, es nulo.

Los primeros resultados muestran que los participantes están dispuestos a usar exclusivamente la propulsión eléctrica en casi el 90 % de las veces, aseguran desde el consistorio holandés.

Los Países Bajos es un poco un caso aparte en Europa con relativamente más híbridos que coches puramente eléctricos. Hay unos 100.000 híbridos en circulación en Holanda frente a 40.000 coches eléctricos. De todos modos, ambos son todavía son una gota de agua en el óceano de los 8,1 millones de coches que circulan en el país.

Las ciudades no pueden esperar al auge del coche eléctrico

Para Stefanie Wurst, CEO de BMW Netherlands, los híbridos enchufables pueden ser la salvación de las ciudades que desean -y deben- reducir las emisiones del transporte rodado. A las ciudades europeas les está costando alcanzar los objetivos de reducción de gases contaminantes y de efecto invernadero fijados en un 30 % menos en 2030.

Prohibir la circulación en horarios de trabajo de lunes a viernes de los coches más antiguos, como en París, o de los diésel Euro5, como en algunas urbes alemanas, o la puesta en marcha de normas como la de Madrid Central no son suficientes.

Por mucho que el coche eléctrico sea el futuro, en 10 años no tendrá una cuota de mercado significativo como para suponer una renovación del parque móvil de un país o región de forma tan rápida como sería deseable. Las ciudades necesitan una solución más práctica y sobre todo viable.

Bmw 330e 2015

Para el teniente de alcalde Bonte, los híbridos enchufables son la solución de transición hacia una movilidad eléctrica mientras la cuota de mercado de los eléctricos despega y se invierte en infraestructuras.

Por supuesto la ciudad ofrece pequeños incentivos para los usuarios del programa piloto de BMW, como descuentos en eventos en la ciudad, al mismo tiempo que instala un punto de carga público por cada coche eléctrico o híbrido enchufable cuyo dueño pide la instalación. De momento, van 4.000 puntos de carga en una ciudad de 600.000 habitantes.

Si bien el proyecto es prometedor, su impacto es todavía mínimo. Y queda mucho por hacer. Según datos de EV-Volumes.com, en 2018 se vendieron en Europa 181.000 coches híbridos enchufables y 230.000 coches elécticos. Juntos representan el 1,5 % de las ventas de coches nuevos.

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