Un control de carretera de la DGT, un ‘drogotest’ positivo por cocaína y una sanción automática a la conductora en cuestión: 1.000 euros y seis puntos menos del carné. Pero la conductora recurrió y un juez le ha dado la razón: ha anulado la multa porque “no se puede concluir que la droga afectara a la conducción” en el momento del test.
Esta sentencia podría sentar precedente y pone el foco sobre cómo Tráfico controla la conducción bajo los efectos de estupefacientes: un sistema de detección que, a diferencia del test de alcoholemia, sanciona la mera presencia de sustancias sin demostrar que el conductor esté realmente bajo su influencia en tiempo real.
Golpe judicial al drogotest: presencia no es lo mismo que influencia
La sentencia, dictada por el juzgado contencioso-administrativo nº4 de Murcia, absuelve a una conductora sancionada tras dar positivo en benzoilecgonina, el metabolito inactivo de la cocaína. El juez concluye que este compuesto “puede permanecer días o incluso semanas en el organismo sin que implique efectos psicoactivos”.
Por tanto, no habría pruebas de que afectara su capacidad para conducir. En otras palabras, el test detectó el rastro de la sustancia, pero no puede demostrar una influencia real sobre el comportamiento al volante de la conductora, según el juez.
El abogado Francisco Azorín, experto en Tráfico, también apoya la teoría de que con sus ‘drogotest’ la DGT no está sancionando la conducción bajo los efectos de las drogas, sino simplemente su presencia en el organismo: “Este sistema no protege la seguridad vial” y opina que este tipo de test, a diferencia de los de alcoholemia, con “una forma de financiar las arcas públicas”.
Así funcionan los controles de drogas: detección, pero no diagnóstico

Los controles de drogas que realiza la DGT se basan en un primer test de saliva en carretera. Si da positivo, se toma una segunda muestra que se envía a laboratorio. El problema es que estas pruebas no pueden determinar ni la cantidad ni los efectos de estas sustancias en el conductor en tiempo real, sino su mera presencia, aunque sea un rastro.
“Los dispositivos actuales no están autorizados oficialmente, y cada fabricante fija sus propios límites de detección”, explicada a El Diario.es Juan José Ramírez, exguardia civil y autor de una tesis sobre este sistema. “Hay casos donde un conductor puede dar positivo con una sustancia consumida días antes, sin ningún efecto ya presente en su organismo”.
Alcoholemia vs drogotest: dos controles muy distintos
La diferencia clave entre los controles de alcohol y drogas está en lo que miden y cómo. El alcoholímetro ofrece cifras concretas de concentración en aire espirado, con límites legales bien establecidos que permiten evaluar en tiempo real el nivel de afectación. En cambio, los test de drogas detectan si ha habido consumo, pero no cuándo ni en qué cantidad, ni si eso influye o no en la conducción.
Por eso, mientras una tasa de alcoholemia es indiscutible ante un juez, los positivos por droga abren una enorme puerta a la interpretación, y dependen muchas veces de la discrecionalidad del agente o de si se observan signos visibles en el conductor.

¿Cuánto tiempo da positivo una droga? Depende de la sustancia, la cantidad y la frecuencia de consumo. En el caso del cannabis, por ejemplo, el THC se almacena en el tejido adiposo y puede dar positivo hasta dos o tres semanas después de su consumo. Algo similar ocurre con la cocaína y sus metabolitos, como en el caso de la mujer absuelta. Incluso ciertos medicamentos legales como benzodiacepinas u opiáceos pueden activar el drogotest.
Esto genera un problema añadido para los usuarios terapéuticos: “Con un Valium puedes dar positivo y nadie te lo advierte”, denuncia Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español de Cannabis Medicinal. “¿Qué hacemos quienes necesitamos desplazarnos a diario y no podemos usar el transporte público?”
Tolerancia cero, ¿garantía de seguridad vial?
La política de la DGT es clara: “tolerancia cero” ante cualquier droga. Su subdirector adjunto, Juan Carlos González Luque, explica que establecer límites como en el alcohol es difícil por la variedad de sustancias, y que ellos se centran en la presencia activa en sangre.
Pero cada vez más expertos cuestionan este enfoque: “Es como multar a alguien por emborracharse hace una semana”, decía el exagente Ramírez. Su tesis apunta a un sistema obsoleto, “sin criterios normativos claros ni dispositivos homologados, donde se mezclan infracciones administrativas con posibles delitos sin que el conductor sepa bien a qué atenerse”. Mientras tanto, los casos de sanciones anuladas se acumulan en los juzgados.

Recurrir un positivo en drogas no es sencillo. Aceptar el pronto pago implica admitir la infracción y renunciar a alegaciones. Ir por la vía judicial puede suponer más de 600 euros en gastos legales, sin garantía de éxito. “Yo siempre recomiendo pagar”, reconoce la abogada Helena Echeverri.
“Es un sistema que pone al ciudadano en una situación muy débil frente a la Administración”. Pero quizá, a partir de ahora, un test positivo en drogas ya no baste: los tribunales empiezan a exigir pruebas de que la sustancia afecta realmente a la conducción en el momento del test.
Imágenes | DGT
Ver 3 comentarios
3 comentarios
santuxi
Es que tu te fumas un canelo un viernes y vas haces el test el domingo y da positivo y dime tu en que narices afecta.
Igual que la que va maquillandose, el que va hablando por teléfono.. y un largo etc
fermaker
Pues un fallo muy delicado, un precedente peligroso, que podría ser extrapolable por ejemplo:
-Ir por encima de la velocidad
-Ir con el móvil
-Ir con animales sueltos
-Ir sin cinturón...
Hay veces que es difícil de entender la justicia
rafamoratilla
En pleno siglo 21 y te pueden multar porque te fumaste un peta hace dos semanas? No me parece justo ni lógico. Ni siquiera tenian que ser legales esos "test"