¡Estratosférico! El Ferrari F40 más potente jamás concebido se subasta y puede alcanzar un precio récord

¡Estratosférico! El Ferrari F40 más potente jamás concebido se subasta y puede alcanzar un precio récord
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En la Monterey Car Week no solo hay sitio para los últimos hypercars, los clásicos también acaparan buena parte del protagonismo del evento. Este año, un Ferrari F40 muy especial será una de las estrellas principales.

Lo subasta la casa RM Shoteby's, es tan potente como un Ferrari SF90 actual y ha sido utilizado durante décadas para competir en los circuitos de todo el mundo.

De las carretera a los circuitos y viceversa

Ferrari F40 Shotebys 3

Si piensas en Ferrari, es muy probable que el Ferrari F40 pase por tu cabeza. De todos los coches fabricados en serie por la marca italiana desde 1947, el supercar de los años 80 es uno de los más famosos y representativos.

No en vano, marcó un antes y un después para la firma de Maranello porque supuso un paso adelante a nivel de prestaciones, aerodinámica y rendimiento. También fue el último coche que vio nacer el mismísimo Enzo Ferrari y es el modelo con el que Ferrari celebró su 40 cumpleaños.

Casi 40 años después de su lanzamiento sigue siendo el sueño húmedo de miles de personas que decoraron su habitación con sus pósters en los años 80 y 90. Y, por supuesto, es uno de los Ferrari más codiciados, aunque todavía está lejos de ser uno de los mejor cotizados.

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Desde luego, por cifras de producción no es uno de los Ferrari más exclusivos que existen. En total salieron 1.315 unidades de la cadena de producción entre 1987 y 1992. A nivel técnico tampoco fue la panacea, de hecho, su rival directo, el Porsche 959, era muy superior en este apartado.

Sin embargo, el Ferrari F40 es uno de los coches más especiales de la historia. En parte se debe a que es el último Ferrari hecho a la vieja usanza: sin apenas electrónica y enfocado por completo a la conducción. Ni siquiera tiene ABS o dirección asistida y eso hacía -y hace- que conducirlo al límite no esté al alcance de cualquiera.

En el momento de su lanzamiento no se llevaba eso de los coches de carreras para la calle –o coche de trackday, como prefieras–, pero se puede decir que es lo más parecido que había a finales de los 80 a un Porsche 911 GT3 RS. Es decir, un modelo de competición con matrícula.

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De hecho, unas cuantas unidades de las 1.315 que se fabricaron se utilizaron para competir. La compañía italiana Micheloto se encargó de prepararlos para circuito y 19 de ellos llegaron a Le Mans como F40 LM. Otros siete denominados F40 GT acabaron en el Italian Supercar Championship y siete más llamados F40 GTE en la serie BPR Global GT.

Pero algunas unidades de calle también llegaron a los circuitos. Es el caso de nuestro protagonista, un F40 fabricado en 1989 con número de chasis 870782. Su primer destino fue Países Bajos y tres años después fue transformado en un coche de competición.

Tampoco hizo falta mucho trabajo para conseguirlo, simplemente recibió una suspensión de carreras, nueva instrumentación Stack, frenos más potentes y una carrocería adaptada a los circuitos que fue pintada de color amarillo.

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Desde entonces, este Ferrari F40 viajó de un circuito a otro y recibió nuevas modificaciones cada cierto tiempo para no perder fuelle y seguir siendo competitivo. El cambio más importante tuvo lugar a mediados de los 90, cuando pasó por las manos del reputado especialista Micheloto (encargado de dar forma a los F40 de competición oficiales) para aumentar la potencia de su motor hasta los 700 CV.

Originalmente, el bloque V8 biturbo de 2.9 litros del F40 desarrolla 478 CV y 577 Nm de par, siempre -o casi siempre- ligado a una caja de cambios manual de cinco relaciones y a la tracción trasera. Con las mejoras de Micheloto, esta mecánica llegaba hasta los 700 CV de forma fiable y podía alcanzar los 1.000 CV, según la configuración.

Con esa potencia, este Ferrari F40 siguió dando guerra en los circuitos de todo el mundo hasta 2009. En ese momento lo adquirió su actual dueño y volvió a Maranello para pasar por las manos de Zanasi Group, un preparador semi oficial de Ferrari. Allí fue restaurado por completo y se modificó para volver a carretera abierta.

Ferrari F40 Shotebys 1

La factura de la restauración ascendió a 123.000 euros y Zanasi cambió por completo su estética inspirándose en los Ferrari de carreras de los años 60. Por eso su carrocería está pintada en Gris Nardo, tiene asientos tapizados en tela azul y luce el Cavallino Rampante en sus aletas laterales.

Salió del taller hace solo unos meses y a juzgar por las imágenes nadie diría que este F40 tiene un historial tan longevo en el mundo de las carreras. Eso sí, mantiene parte de la estética de competición y el motor modificado por Micheloto, por lo que sigue entregando entre 700 y 1.000 CV, su dueño elige hasta qué punto apretar las tuercas.

Teniendo en cuenta que el modelo de serie pesaba 1.100 kg, no está nada mal. Por especificaciones no tiene nada que envidiar a un supercar actual, pero está claro que conducirlo al límite no será tan sencillo como llevar un Ferrari SF90 actual, también con 1.000 CV, pero con todo tipo de ayudas electrónicas que en el F40 brillan por su ausencia.

Sea como sea, el que sueñe con intentar domar a esta bestia y tenga el dinero suficiente puede pujar por él dentro de dos días en una subasta que llevará a cabo RM Shoteby’s en la Monterey Car Week de California.

Al igual que su kilometraje, Su precio es toda una incógnita hasta que termine la subasta, pero, teniendo en cuenta que solo la restauración en Zanasi costó 123.000 euros, no será barato. Además, es una unidad con ‘pedigree’ por su pasado en competición y las modificaciones de Micheloto, que siempre multiplican el valor de un F40.

Hoy por hoy, el valor del F40 ronda el millón de euros, pero todo depende de cada unidad y ésta en concreto es muy especial. Conociendo la situación actual del mercado, podría cambiar de manos por una cifra todavía más elevada, incluso por el doble de su valor normal.

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