Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras en EEUU (NHTSA por sus siglas en inglés) ha ampliado la actual investigación sobre el Autopilot de Tesla a una docena de fabricantes de coches que tienen sistemas de conducción semiautónoma similares.
Según ha publicado Bloomberg, marcas como Honda, BMW, Toyota o Ford tendrán que proporcionar datos sobre su tecnología para que el regulador pueda hacer un análisis comparativo.
¿Qué pasa con los vehículos de emergencia estacionados?

El máximo regulador de seguridad en la esfera automotriz quiere recabar información acerca de cómo funcionan y cómo se controlan los sistemas de ayuda a la conducción de 12 fabricantes, a raíz de la investigación abierta a Tesla hace un mes.
Dicha investigación se sustenta en 11 siniestros viales que, según datos de la NHTSA, acabaron con 17 heridos y un muerto después de que varios modelos Tesla chocaran contra vehículos de emergencia o de policía estacionados en la calzada.
Lo que el regulador quiere esclarecer es si el Autopilot tiene problemas para detectar y evitar objetos estáticos con baja luminosidad, una investigación que afecta a más de 750.000 Tesla Model 3, Model S, Model X y Model 3 en EEUU fabricados a partir de 2014.
Por ello quiere saber además cómo funcionan los sistemas de asistencia a la conducción de otros fabricantes, cómo las empresas determinan si las funciones se activaron durante los accidentes y cómo los sistemas detectan y responden a la presencia de vehículos de primeros auxilios y policía.

BMW cuenta con el Assistant Plus, y un peldaño más arriba encontramos propuestas como el BlueCruise de Ford (que aterrizará primero en EEUU), el Honda SENSING Elite o Mercedes-Benz y su nuevo Clase S.
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Rest
Del automóvil al auto-móvil.
Si ahora impávidos contemplamos el boom eléctrico como consecuencia del colapso generado por la artillería de medidas restrictivas, persuasivas, exhortativas, o por los movimientos empresariales, regulaciones gubernamentales o tratados internacionales, pese a quien le pese, esto solo es un pueril prefacio.
¿Recordáis ese episodio en el que la gente comprábamos los móviles según diseño o marca, y que poco a poco imperó sobre esa lucha de carcasas si el sistema operativo empleado era uno u otro? Pues esto va por el mismo camino.
Hoy día se disputan el plantel unas pocas compañías dedicadas al servicio proautónomo, de las cuales cinco, Waymo, Cruise, Baidu, Ford y Mobileye, van absorbiendo a otras más modestas, prometedoras o insolventes. No veremos fácil ni expresamente quién se esconde detrás de ellas mediante un colchón relleno de cantidades mareantes, sin embargo, lo que sí veremos, será, a veinte años vista, la elección de un coche, sobre todito, por estas propiedades. La imagen de marca o asequibilidad estará ocupando un lugar menos relevante porque no serán objetos de deseo, sino cosas de alquiler de función servicios. Por último, el diseño será homogéneo, de leves matices, cuales galletas tipo María.
Lo dicho, del automóvil al auto-móvil.
silentblock
Al final sólo habrá un único sistema de conducción autónoma (el legalmente establecido). Del mismo modo que existen muchas comercializado de electricidad pero sólo una red eléctrica. Y si no, al tiempo.
farenin599
Un sistema autónomo que le falta una década para desarrollarse en el mejor de los casos, lo que tendrían que imponer es un interfaz de comunicación servicio prioritarios con los automóviles, aprovechando todas las pantallitas que les ponen y porque muchos conductores hoy en día ni los ven cuando piden paso.