SEAT ha publicado un vídeo en el que explica cómo continúa trabajando en el coche conectado que se comunicará con la infraestrucutra, como semáforos y paneles informativos, así como con el resto de vehículos de la vía a fin de alertar de posibles peligros con antelación y aumentar la seguridad en la carretera, con un protagonista de excepción: la próxima generación del SEAT León.
Aunque de la filial española del Grupo Volkswagen no detalla especificamente en su comunicado que el modelo camuflado mostrado en las imágenes sea el compacto superventas (como es lógico), se puede identificar después de que se dejase ver rodando en Nürburgring con idéntico traje puesto.
Estéticamente, a la espera de verlo al desnudo, se puede apreciar un diseño inspirado en el actual SEAT Tarraco, con una calandra hexagonal más pequeña, faros y pilotos traseros idénticos a los del SUV. El SEAT León 2020 se asentará sobre la plataforma MQB del Grupo Volkswagen, tal y como hacen dos de los modelos más prestigiosos de sus marcas primas hermanas, el Volkswagen Golf y el Škoda Octavia.
A nivel mecánico, la marca de Martorell ya confirmó que la cuarta generación del compacto contará con al menos una versión híbrida enchufable (PHEV) que, a falta de confirmación oficial, se espera desarrolle 245 CV de potencia y una autonomía en modo eléctrico de unos 50 km. Asimismo, habrá otra variante microhíbrida de 48 V y, por supuesto, motorizaciones diésel y gasolina TSi y TDI.
Cabe recordar que la hoja de ruta de SEAT hacia la electrificación contempla, por el momento, cuatro modelos PHEV entre los que se incluyen el León, el ya conocido SEAT Tarraco FR PHEV y los Cupra León y Cupra Formentor, además de los eléctricos Mii Electric y el-Born.
"Cuidado, semáforo en rojo"
Pero mientras esperamos al SEAT León 2020, el fabricante sigue arrojando información sobre el ecosistema del coche conectado que pretende crear. Ya nos había explicado la importancia del 5G para la seguridad del futuro de la automoción, motivo por el cual en Europa se está desarrollando un corredor 5G para que los coches autónomos no se queden 'sin cobertura', así como lo mucho que tiene que aportar el Internet de las Cosas para reducir la siniestralidad, y ahora explica de forma más dinámica lo que vaticinan los coches serán capaces de hacer.
Se trata de un proyecto desarrollado en colaboración con la DGT, el Ayuntamiento de Barcelona y la empresa tecnológica ETRA (Electronic Trafic) a través del cual se ha logrado conectar automóviles con semáforos y el centro de control de tráfico para anticipar el estado de estos, permitiendo que la información de las incidencias en las carreteras llegue directamente al vehículo sin necesidad de paneles informativos.
¿Cómo funciona? "El semáforo envía una señal a la nube a la DGT sobre su estado actual y cuándo va a cambiar y el coche recibe esta información, la interpreta y te avisa con la velocidad a la que estás yendo cómo te lo vas a encontrar. De esta manera, si se va a poner en rojo te avisa y puedes empezar a frenar antes de llegar”, afirma Jordi Caus, responsable de conceptos de movilidad urbana de SEAT.
Concretamente, cuando el vehículo se aproxima al semáforo, recibe en su pantalla un aviso de si estará rojo, verde o amarillo, cuando llegue a su altura. Para lograrlo, el sistema hace un cálculo de la distancia a la que se encuentra el coche y de la velocidad que lleva, si bien, en aras de la seguridad, solo funciona si el vehículo circula a la velocidad permitida.
En caso contrario, deja de informar al conductor. "Si se superan los límites de velocidad el sistema se bloquea. Esto es muy importante para la seguridad vial. El objetivo es que sea una herramiento auxiliar para permitir al conductor llevar un movimiento más uniforme", asegura Manuel Valdés, gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona.
El objetivo es "que los nuevos modelos de coches conectados de SEAT recojan desde la nube central de la DGT toda la información en tiempo real relativa al tráfico, ya sea en carreteras en paneles informativos o en las ciudades con el estado semafórico”, comenta Jordi Caus. Todo ello, con tiempos de latencia de 300 milisegundos, es decir, el tiempo que tarda la red en responder a una orden.
Respecto a los paneles informativos, a través de esta propuesta aún en desarrollo se pretende llevar los más de 2.000 que hay repartidos por las carreteras españolas al coche, de modo que los mensajes variables que vemos habitualmente en estos aparezcan directamente en las pantallas de los coches a fin de mantener una mayor atención en la conducción.
Además, los propios coches conectados y usuarios también se convertirán en emisores de información en el futuro. "Cualquiera que sea conocedor de algo que sucede en la vía lo puede compartir, para que el resto de usuarios pueda saber al llegar a un punto qué está sucedicendo", afirma Jorge Ordás, subdirector de Movilidad y Tecnología de la DGT.
Jordi Caus, por su parte, concluye que “con este proyecto estamos dando un primer paso para conectar los automóviles con la infraestructura general de tráfico. Hemos empezado con funciones informativas pero, pensando en el futuro, seremos capaces de actuar directamente sobre el coche en situaciones de riesgo”.
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