La justicia de EEUU sabía que el Autopilot de Tesla podía provocar accidentes mortales desde 2016. Nadie hizo nada

La justicia de EEUU sabía que el Autopilot de Tesla podía provocar accidentes mortales desde 2016. Nadie hizo nada
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Un juez en Florida (EEUU) considera que hay "pruebas razonables" de que Elon Musk y otros ejecutivos de Tesla conocían los defectos del sistema Autopilot de la compañía hace años, pero igualmente permitieron su uso inseguro. Así, tras revisar una demanda por un accidente fatal relacionado con este sistema de asistencia a la conducción, la familia de la víctima irá a juicio.

Según expertos consultados por Reuters, esto “abre la puerta a un juicio público en el que el juez parece inclinado a admitir muchos testimonios y otras pruebas que podrían resultar bastante incómodos para Tesla y su director ejecutivo”. El juicio podría saldarse con un castigo ejemplar para la compañía de Elon Musk, como “daños punitivos” para prevenir más muertes.

Un juicio que podría saldarse con una sentencia ejemplar para Tesla

Por ponernos en contexto, esta demanda contra Tesla y el sistema Autopilot tiene su origen en un accidente mortal que tuvo lugar a las afueras de Miami (Florida) en 2019. Entonces, como explica The Washington Post en la reconstrucción del siniestro, Stephen Banner conducía su Tesla Model 3 con el Autopilot activado y configurado para no superar los 110 km/h (70 mph), cuando un camión semirremolque se le atravesó en la carretera.

Lamentablemente, el Tesla de Banner no detectó ni las manos de Banner en su volante ni la presencia del remolque en su camino, por lo que el coche ni frenó ni se detuvo: pasó por debajo del camión perdiendo el techo, lo que acabó con la vida de Banner.

Su viuda presentó en su día una demanda contra la marca en un tribunal de Palm Beach, y la semana pasada el juez Reid Scott dictaminó que podría proceder a juicio y presentar reclamaciones por daños punitivos contra Tesla “por mala conducta intencional y negligencia grave”.

Tesla2

Para llegar a esa conclusión, el juez Scott recordó, entre otros, un vídeo publicado por Tesla en 2016 en el que la empresa afirmaba que “el coche se conduce sólo”, aunque no daba “ningún aviso de que el vídeo fuera aspiracional o de que esta tecnología de conducción autónoma no exista en el mercado”. De hecho, un ingeniero jefe de la compañía, Ashok Elluswamy, ya reconoció en su día que el vídeo había sido falsificado con fines publicitarios.

Hemos de recordar que, en dicho vídeo, se ve a un Tesla Model X circulando por calles y autopistas, deteniéndose en un semáforo en rojo y acelerando de nuevo cuando está en verde y en el que se puede leer: “La persona en el asiento del conductor sólo está ahí por razones legales. No hace nada. El coche conduce solo”. Y no fue el único. El propio Elon Musk aparecía quitando las manos del volante de un Tesla en una entrevista en 2018.

Con esa publicidad, algunas personas pueden interpretar que el conductor no es necesario para que el coche circule, pues si no fuese por la ley no habría nadie al volante. Por tanto, el coche podría conducir sólo sin problema sin nadie a bordo, sería un coche autónomo. Pero nada más lejos, pues los Tesla, según las versiones y equipamiento, simplemente equipan el sistema “AutoPilot” o “Autopilot Full Self Driving”, más completo.

Musk

Pese a que su nombre incite a pensar que se trata de una tecnología del futuro (y que Tesla  lleva años prometiendo que llegará en breve), en realidad se trata de un sistema de ayuda a la conducción de Nivel 2 SAE sobre una escala de 5, lo que viene siendo un control de crucero activo con mantenimiento en carril y cambio de carril (si el conductor pone el intermitente para decirle al coche que cambie de carril).

Así, el juez Scott dictaminó que había pruebas suficientes de que Tesla “participó en una estrategia de marketing que publicitaba sus coches como autónomos cuando no lo son”, ni los equipados con su software “Full Self-Driving”. Además, el juez considera que “el marketing de este tipo tuvo un efecto significativo en la creencia sobre las capacidades de sus coches” y que “sería razonable concluir que la demandada Tesla a través de su CEO e ingenieros era plenamente consciente del problema con el Autopilot al no detectar el tráfico cruzado”.

Autopilot

Por tanto, la sentencia autoriza el enjuiciamiento del caso, en el que la esposa de la víctima podrá presentar por fin ante un jurado su alegación de que las advertencias de Tesla eran inadecuadas y la publicidad de Tesla, engañosa. Y no es la primera vez que sucede pues, desde su comercialización, las autoridades y la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) en EEUU ya han abierto decenas de investigaciones en torno a la seguridad que ofrece el Autopilot.

Asimismo, los conductores de Tesla que forman parte del programa de pruebas de la marca y reciben actualizaciones de software periódicas actúan como ingenieros de prueba no entrenados y han encontrado innumerables problemas, como que los vehículos se han llegado a dirigir hacia el tráfico en sentido contrario, saltarse semáforos e incluso hacer giros ilegales.

Lo que sí es novedad es que este juicio podría resultar con una sentencia para Tesla, su CEO e incluso ingenieros responsables del sistema Autopilot con una condena por “daños punitivos”, que en EEUU suponen un paso más allá de la mera compensación o multa por las lesiones o daños sufridos en un percance del que se es responsable. Es decir, los daños punitivos pretenden castigar de forma ejemplar a la parte culpable después de determinar que ésta actuó de forma negligente, fraudulenta o maliciosa.

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