
Salvo raras excepciones, la electricidad no es una solución atractiva para los coches de lujo. El Mercedes Clase G eléctrico es un nuevo fracaso eléctrico para Mercedes y un ejemplo más de que, como decía Maté Rimac para explicar las difíciles ventas de su superdeportivo eléctrico, “la gente rica quiere gasolina”.
“El coche es como plomo en los concesionarios [no hay quien los mueva de ahí]; es un completo fracaso”, asegura un ejecutivo de la marca al diario económico alemán Handelsblatt.
Un coche que los concesionarios no se quitan de encima
Otro alto directivo de la marca reconoció que es un modelo de nicho y explica que “las cifras de producción son muy bajas”. Al parecer, desde su lanzamiento en el último trimestre de 2024 hasta finales de abril de 2025, el Mercedes G 580 EQ sólo habría encontrado 1.450 compradores en Europa, según las cifras de Dataforce y Marklines.
La situación en sus otros tres mercados más importantes no es mucho mejor. Se habrían vendido 61 unidades en Corea del Sur y tan sólo 58 en China. El diario sugiere incluso que Mercedes no ha vendido ni una sola unidad en EE.UU., algo que nos cuesta creer.
Cabe señalar que durante el mismo periodo, Mercedes vendió 9.700 unidades del Clase G con motores diésel y gasolina, es siete veces que el eléctrico. Así que la culpa no es de la popularidad de este icono de la marca, uno de sus modelos más emblemáticos. Ni tampoco de su precio. Si bien el G 580 con tecnología EQ tiene un precio desde 163.757 euros, el G 500 gasolina parte de los 161.563 euros y el AMG G63, el modelo más vendido de la gama, desde los 221.870 euros.
Y eso que a priori, la opción eléctrica de un Clase G en teoría encaja a la perfección con el estilo de vida de la mayoría de los propietarios, que usan su coche esencialmente en entornos urbanos y semiurbanos y muy raras veces en off-road.
Con la excepción de Rolls-Royce y su coupé Spectre, ninguna marca de prestigio ni ningún vehículo de gama alta ha realizado con éxito la transición a la movilidad eléctrica.
En este caso, la optimista autonomía media teórica de 472 km (y unos 350 km reales), el colosal peso (más de 3.000 kg) que merma dos de los puntos fuertes del G, a saber, su capacidad de remolque y su aptitud todoterreno, y su inadecuación con la imagen actual del Clase G, el cual es antetodo un coche de lujo y de aspecto bruto con un rugido grave de V8, resulta casi comprensible que el G 580 EQ no se venda.
En Mercedes lo reconocen entre líneas, explicando que en Mercedes ofrecen toda clase de motores y que el cliente decide. En palabras de Markus Nast, Director de Comunicación Global Turismos Compactos, Turismos Medianos, Clase G:
"La popularidad del Clase G sigue demostrándose. Logró el mejor trimestre de ventas de su historia en el cuarto trimestre de 2024 y mantuvo sus buenos resultados en el primer trimestre de 2025, con un aumento de las ventas del 18% respecto al año pasado. Mercedes-Benz está preparada para todos los escenarios del mercado. En la década de 2030, podremos ofrecer con flexibilidad vehículos con una cadena cinemática totalmente eléctrica o con un motor de combustión de alta tecnología electrificado. Nuestros clientes deciden lo que más les conviene. Esto también se aplica al Clase G".
Como consecuencia de este fracaso, se rumorea que Mercedes está revisando urgentemente los planes para el llamado Baby-G, un pequeño SUV con un aspecto muy inspirado en el del Clase G y que sólo iba a ofrecerse en versión eléctrica. El fabricante trabaja ahora en el desarrollo de una versión equipada con un motor de combustión.
La buena noticia para Mercedes es que este cambio de rumbo no supondrá demasiado sobrecoste, ya que este mini-G utilizaría la nueva plataforma multienergía del nuevo Mercedes CLA.
Por desgracia para Mercedes, la fría acogida del Clase G eléctrico, es otro duro varapalo para su estrategia de coches eléctricos. Los Mercedes EQE y EQS no son precisamente un éxito. En China, a pesar de descuentos del 50% apenas consiguen vender unas pocas decenas de unidades del Mercedes EQE.
En Europa la situación no es mucho mejor, el valor del coche se derrite como un helado al sol y a pesar de grandes descuentos, las ventas no despegan. El Mercedes EQS malvive a la sombra del coche que debía sustituir, el Mercedes Clase S de gasolina.
Y para colmo, el nuevo Mercedes CLA, el coche que debe darle la vuelta a los eléctricos, mejorando el consumo y la autonomía de la referencia absoluta en este campo, el Tesla Model 3, llega con la imposibilidad de cargar en la mayoría de puntos de carga rápida públicos. Sólo los Mercedes EQA y EQB de acceso a la gama eléctrica parecen encontrar clientes.
Encuentra tu coche eléctrico ideal
Si te has planteado comprar un coche eléctrico, esto te va a interesar. Hemos creado el Recomendador personalizado de coches eléctricos en el que además de ver los modelos que se adaptan a tus necesidades también tendrás respuestas a las dudas que más te pueden preocupar como el precio, la autonomía o los puntos de carga cercanos.
Imágenes | Motorpasión, Peugeot