
Existen dos tipos de CEO en la industria del automóvil, los llamados car guys, amantes de los coches, y los financieros, que lo mismo les da igual vender lentejas que coches. Los car guys no son necesariamente los más indicados para dirigir los grandes fabricantes (hola, Carlos Tavares), pero cuando se trata de liderar marcas con un público de entusiastas, tienden a ser los mejores. Tim Kuniskis, de Dodge, o Maté Rimac son dos de los ejemplos más famosos.
Maté Rimac estuvo hablando con Top Gear durante unas pruebas del Bugatti Bolide. Y su visión del automóvil pasional no ha cambiado. O quizá sí. Rimac empezó en su garaje convirtiendo un viejo BMW Serie 3 E30 en eléctrico. Hoy fabrica superdeportivos eléctricos, robotaxis y está a los mandos de Bugatti. Pero son Bugatti y los motores de gasolina los que le entusiasman más.
Cómo molan los motores de gasolina
En las pruebas del Bugatti Bolide en el circuito Paul Ricard en Francia, Maté Rimac es el que más fotos y vídeos hace del Bolide pasando a toda potencia en la recta. Sonríe y suelta un “mola, ¿eh?". Rimac podría haber cancelado el proyecto del Bolide cuando se hizo con el control de Bugatti hace tres años y medio, pero no.Decidió finalizarlo y empezar con el desarrollo del sucesor del Chiron, el Tourbillon.
“Mira qué rápido se revoluciona, ese ruido”, hablando del Tourbillon. El estruendo de un V16 no es algo que se pueda conseguir en un coche eléctrico, pero eso no significa que los motores eléctricos no tengan cabida en su mundo, aunque sea el primero en reconocer que "la gente rica quiere coches de gasolina".
El Tourbillon entrega 1.825 CV combinados (1.342 kW) en gran parte gracias a un sistema eléctrico que suministra 810 CV (596 kW). Pero, ¿por qué no añadir también turbos a la mezcla? Mate dice que eso no tiene sentido.
“Los he conducido todos”, dice sobre los superdeportivos híbridos con motores turbo, de Ferrari a McLaren. “Y la verdad es que no lo entiendo. ¿Por qué tener una cadena cinemática híbrida con un motor turbo? Un motor turbo es un compromiso en sí mismo, ¿no? Al pasar de turbo a atmosférico, perdimos 600 CV. Sabía que podíamos compensarlo con creces con la electricidad. Así que la cadena cinemática eléctrica permitió el motor de combustión fría. En el Tourbillon, tienes 70 km de autonomía totalmente eléctrica, mientras que otros en modo eléctrico son superlimitados”.
Maté Rimac no calla acerca de Bugatti y del primer modelo creado bajo su dirección, el Tourbillon cuyas primeras unidades se entregarán en 2026. Actualmente, la factoría gala de Molsheim fabrica los Bolide restantes (hasta ahora se han entregado 14) y los 99 Mistral. Solo después empezarán a fabricar los 250 Tourbillon coupé.
¿Y después, un roadster? le preguntan. “Se puede suponer”, comenta Mate con una sonrisa, “pero también hay muchas cosas que se pueden hacer con esta cadena cinemática híbrida. Puedes hacer una versión sin hibridación, o minimizada, o sin el eje delantero [motriz], lo que sea”.
En realidad, sin hibridación no es posible, o extremadamente complicado, “porque el motor de arranque es el motor híbrido. Así que no tienes transmisión por correa. No tienes alternador, no tienes compresor de aire acondicionado, pero podrías hacer un sistema muy reducido”, explica. En todo caso, un Bugatti Tourbillon tracción trasera suena muy, pero que muy interesante.
Eso sí, quizá no sea tan interesante como el coche de sus sueños. Entre Bugatti, Rimac Automobili, la consulta técnica que ayuda a muchos fabricantes a desarrollar sus baterías y coches eléctricos, desde Porsche a Hyundai pasando por BMW o Peugeot, y Verne, el robotaxi que presentó antes que Elon Musk, a Maté Rimac no le queda tiempo para ponerse con su coche ideal: un BMW Serie 3 E30 restomod animado por un motor V10.
“Un auténtico E30 restomod, con un V10”, dice. “No sólo la parte técnica, sino también el diseño. No sé cuándo podré hacerlo, quizá sea mi proyecto de jubilación”. De momento, tiene otros juguetes en los que centrarse, como las próximas variantes del Tourbillon.
Imágenes | Rimac, BMW, Bugatti