Stellantis renuncia a los lobbys y se acerca al usuario: abandonará la Asociación Europea de Fabricantes a finales de año

Stellantis renuncia a los lobbys y se acerca al usuario: abandonará la Asociación Europea de Fabricantes a finales de año
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Stellantis, nada menos que el actual cuarto fabricante de automóviles del mundo, ha anunciado su decisión de abandonar la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) a finales de este año.

A través de un comunicado el consorcio automotriz justifica su decisión apelando a un cambio en su estrategia corporativa, con el cual aspiran a alejarse de los tradicionales 'lobbys' y apostar por una relación más cercana a los consumidores e inversores.

Para ello Stellantis organizará el 'Freedom of Mobility Forum', un foro público anual sobre movilidad que busca atraer a los principales expertos del sector para debatir acerca de su estado actual y los retos que enfrenta. Está previsto que la primera edición de este foro tenga lugar en los primeros meses de 2023.

La nueva estrategia: estar junto al usuario

Carlos Tavares

Ya es conocido que el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, acostumbra a exponer sin tapujos los defectos en la estrategia de descarbonización del automóvil pilotada desde la Comisión Europea. Por ejemplo la necesidad de hacer más asequibles los coches eléctricos, una acción en su opinión fundamental para garantizar que sean accesibles para todo el mundo.

Y es que, a día de hoy, no todos pueden permitirse un coche eléctrico, lo cual podría poner en peligro la libertad de movilidad de muchos una vez desaparezcan los vehículos de combustión.

Otro de los puntos que preocupan a Tavares es el propio pilotaje de la transición que están llevando a cabo los políticos europeos. Desde su punto de vista, introducir el coche eléctrico a baterías mediante el imperativo legal es un error, así como cerrar el espacio a otras tecnologías alternativas como el combustible sintético.

Peugeot e-208

Todo ello, en su perspectiva, mientras los gobiernos parecen desoír a una opinión pública que considera que el cambio se está imponiendo a un ritmo demasiado rápido, con todo lo que ello implica también en complicaciones para el negocio automovilístico.

Ahora tanto él como su compañía, al alejarse de los tradicionales 'lobbys' empresariales, parece transformar sus palabras en hechos. No obstante, abandonar su asiento en la ACEA (un lobby europeo que lleva en activo desde 1991) y posicionarse más del lado de los usuarios puede restar a Stellantis más poder en las altas esferas del que estén dispuestos a perder.

Sea como fuere, habrá que esperar a 2023 para analizar si este movimiento de Stellantis es una locura o, por el contrario, el primer gran paso en el necesario acercamiento entre los fabricantes de coches y quienes están dispuestos a comprarlos.

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