Mientras las marcas asiáticas llevan tiempo apostando por el hidrógeno, en Europa se siguen dando tímidos pasos en este tipo de mecánica eléctrica como alternativa a los vehículos electrificados de batería.
El último capítulo lo escriben PSA y Michelin, que ya tiene la aprobación de la Comisión Europea para iniciar la actividad de Symbio, una join venture que queda ahora participada entre ambas entidades y que desarrollará motores de hidrógeno para automóviles.
El pasado mes de marzo, ambas empresas francesas firmaban un acuerdo para crear una entidad conjunta con la pila de combustible como protagonista. Así, Symbio, tecnológica perteneciente a Michelin, quedaba participada al 50 % por PSA a través de su filial Faurecia, especializada en componentes de vehículos.
Tras el anuncio de su unión en primavera, quedaba por obtener el visto bueno desde Bruselas, que daba luz verde a la alianza la semana pasada mediante un comunicado, tras comprobar no infringe las leyes de competencia europeas, según informa El Periódico de Aragón.
De esta manera, PSA y Michelin dan un paso adelante en este tipo de mecánica en clave eco sumándose a movimientos recientes como el del operador de viajes de larga distancia FlixBus que, en colaboración con la tecnológica germana Freudenberg, incorporará a su flota autobuses de hidrógeno en Alemania.
Otro ejemplo lo encontramos con la empresa de transporte DHL, también alemana, que ya ha confirmado que sumará a sus filas en 2020 un centenar de furgonetas de pila de combustible para el reparto de mercancías.
Pila de combustible para todo tipo de vehículos
Symbio centrará su hacer en las mecánicas de pila de combustible, tanto en lo que toca al desarrollo de motores y tanques de hidrógeno, como a la producción y distribución de los mismos. Dichas mecánicas estarán enfocadas a vehículos pesados y ligeros de transporte (camiones, autobuses, furgonetas) así como a automóviles, además de otras aplicaciones.
La actividad de esta entidad no comenzará hasta febrero de 2019, según informaron Michelin y Faurecia en un comunicado, que incluirá además de la investigación y desarrollo de mecánicas de hidrógeno, su vinculación con servicios digitales. En el mismo, señalaron la importancia del hidrógeno como alternativa de electromovilidad, sobre todo en aquellos vehículos que demandan mayor autonomía.
Asimismo, en este escrito recordaban que las mecánicas de pila de combustible han sido señaladas por la Unión Europea como una de las seis tecnologías más importantes de interés común para el Viejo Continente. Pese a ello, las marcas europeas están dando prioridad a mecánicas eléctricas de batería, así como a la hibridación.
Baja rentabilidad y oferta muy reducida
A pesar de sus evidentes ventajas en términos de usabilidad en comparación a los eléctricos enchufables (tiempo de repostaje similar a la combustión, mayor autonomía, eliminar la necesidad de un enchufe en el hogar...), el hidrógeno presenta varios inconvenientes a día de hoy.
Ello se refleja en una instraestructura aún deficitaria en el caso de Europa y en una oferta de vehículos aún muy reducida, pues los fabricantes automovilísticos, más allá de las asiáticos, no acaban de dar el paso.
Una de las trabas la encontramos en su reducida rentabilidad, derivada del elevado coste de su proceso de extracción y que se refleja en el precio del hidrógeno como combustible: el coste por kilo está cercano a los 10 euros. No obstante, recientemente, se ha presentado un proceso de extracción, haciendo uso de pozos de petróleo, que podría reducir su coste en un 75 %: entre 0,9 y 45 céntimos por kilo.
Las marcas europeas, en general, están postergando la pila de combustible. Es el caso de Volkswagen, que recientemente ha dejado claro que sus modelos no equiparán esta mecánica a corto plazo. "El hidrógeno solo será una opción competitiva en la próxima década. Primeramente para camiones, barcos y aviones, y más especialmente para reemplazar combustibles fósiles en procesos industriales", señalaba Herbert Diess, CEO del grupo germano.
Y a ello se suma que los métodos de extracción actuales no son lo limpios que debieran, aunque ello no ha sido óbice para las mecánicas eléctricas puras (reciclaje de las baterías, electricidad no siempre producida con energías renovables...). "Sólo será una opción si se puede producir con energía 100% renovable", sentenciaba Diess.
Actualmente, sólo unos 11.000 vehículos de hidrógeno circulan por el mundo. En el caso de España, sólo se comercializa un modelo de pila de comsbutible, el Hyundai Nexo, un crossover que ofrece hasta 500 kilómetros de autonomía y que se comercializa partiendo de los 72.250 euros.
Recientemente, Toyota ha presentado un adelanto de la segunda generación del Mirai, un modelo que sólo se comercializa en Alemania en el caso de Europa por 79.000 euros. En Japón consideran al hidrógeno como la alternativa de futuro más viable, por lo que las marcas locales sí están apostando fuerte por esta tecnología. Allí sí se comercializa el Toyota Mirai, así como, por ejemplo, el Honda Clarity Fuel Cell.
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