
Las furgonetas de Renault son las que más se venden en Europa, pero no lo suficiente: este 2025 los vehículos comerciales han empezado con mal pie en general. Sumado a una tesitura económica que no es la ideal para las marcas de coches en general y Renault en particular, la del rombo necesita recortar gastos. Y como ya han hecho Tesla, Stellantis o Volkswagen, empezará por el eslabón más débil: los trabajadores.
Renault planea prescindir de un total de 1.000 empleados, recortando plantilla en dos de sus fábricas de vehículos industriales.
"El comienzo del año ha sido un poco difícil para las furgonetas"
Renault viene de un mal año: en el recién cerrado 2024 vio caer su beneficio neto nada menos que un 65,8 % fijándose en 752 millones de euros. En 2023 cosechó 2.198 millones de euros. Este 2025 toca pues ajustarse el cinturón allá donde más peligre la rentabilidad.
Los coches de Renault han empezado 2025 al alza en Europa con 98.800 automóviles vendidos y mejorando un 7 % sus ventas. Algo es algo, aunque el mercado total de coches en el Viejo Continente se ha retraído casi un 2 % con menos de un millón de unidades vendidas. Y el mercado de furgonetas no está en su mejor momento: en enero cayeron casi un 15 % y en febrero un 9,2%. Se suma además que las marcas chinas también aprietan en el segmento de los industriales.
"El comienzo del año ha sido un poco difícil [para los vehículos comerciales]. Pero en primer lugar la situación económica en general no es la mejor que hemos conocido", ha señalado Jean-Dominique Senard presidente de Renault ante la radio francesa BFM Business.
1.000 empleados menos. Según recoge Reuters, Renault anunció el martes que recortará 300 puestos de trabajo en la planta de Sandouville, en Normandía. En esta factoría da salida a la Renault Trafic, su furgoneta mediana. Más de un millón de unidades lleva producidas este industrial desde 2010, cuando se reasignó a esta factoría.
Un total de 2.300 de trabajadores integran la plantilla de esta fábrica. De los mismos, Renault emplea a 1.700 a tiempo completo y a 600 con contrato temporal. Renault no renovará el contrato a 300 de estos temporales. El año pasado Sandouville aumentó su plantilla contratando a 550 empleados para producir los vehículos comerciales eléctricos de Flexis SAS (perteneciente a su empresa conjunta con Volvo).
Esta factoría de Normandía no será la única: en enero Renault ya adelantó que igualmente no renovará 700 contratos temporales en la factoría de Moselle, en el noreste de Francia y que produce la Renault Master. En total, serán 1.000 contratos temporales de los que prescindirá Renault. De momento.
Echar a trabajadores, la medida fácil para las marcas de coches. El Grupo Renault continúa la senda de otras firmas automovilísticas ante la pérdida de beneficios: recortar plantilla. Tesla hizo lo propio el año pasado, cercenando cerca de 14.000 puestos de trabajo. Incluso en departamentos más que rentables como el de los supercargadores. La californiana pensó que su trabajo podría asumirlo su departamento de energía: no fue así y tuvo que readmitir a parte de la plantilla.
Stellantis hizo lo propio con casi 3.000 empleados: en EEUU despidió a 400 trabajadores en sus centros, lo hizo por videoconferencia. Después, lo hizo en Italia: ha prescindido de 1.520 empleados en Turín, en su mayoría personal de oficina (733 trabajadores) pero también 300 operarios de su planta de Mirafori. Se sumaron a los 850 empleados que se acogieron al despido voluntario, suponiendo cerca de 2.500.
Volkswagen, que atraviesa la peor crisis de su historia, también suprimirá nada menos que 35.000 puestos de trabajo en Alemania de aquí a 2030. Ha optado por los recortes de empleo para evitar el cierre de varias factorías alemanas, amenazadas por su baja rentabilidad. Es el 10 % de su plantilla germana. Lo hará no renovando igualmente temporales, no sustituyendo puestos de empleados que se jubilan y mediante bajas voluntarias.
La industria europea se tambalea con la imposición del coche eléctrico y la necesidad de cumplir con los límites de emisiones en un mercado muy congelado. Por ello Europa ha optado por relajar los límite de emisiones, una exigencia que habría obligado a pagar multas millonarias a las firmas ya que los eléctricos y electrificados no se venden lo suficiente.
Imágenes | Renault