Donald Trump sigue con su guerra arancelaria y tiene a medio mundo de los nervios, esperando a ver qué cifra le toca pagar en aranceles, cuándo, si sí o si no, si da una tregua o se enroca. El último país en pasar por sus manos ha sido Japón, que ha salido bien parado: ha acordado un arancel del 15 % sobre los automóviles que EEUU importa desde allí, frente al 25 % inicial.
Pero los fabricantes estadounidenses, por si no tuvieran bastante con el azote de los coches eléctricos chinos, no están nada contentos con el trato.
"Siempre mantendremos una excelente relación con Japón"
Los aranceles del 25 % sobre los vehículos procedentes de Japón estaban vigentes desde principios de este año, pero Trump los ha reducido al 15 %. Sin embargo, los gravámenes del 50 % sobre el acero y el aluminio siguen vigentes.
El presidente escribió el martes en su plataforma Truth Social que, como parte del acuerdo, Japón invertirá 550.000 millones de dólares en Estados Unidos, que recibirá el 90 % de las ganancias. También afirmó que Japón abrirá su país al comercio, incluyendo automóviles, camiones, arroz y otros productos agrícolas. La jugada ha resultado en una subida de las acciones de fabricantes como Toyota y Honda.
Pero las marcas estadounidenses lo consideran un tiro en el pie ya que perjudicará el producto estadounidense en detrimento del japonés. El Consejo de Política Automotriz Estadounidense, que representa a Ford, General Motors y Stellantis, ha dado la voz de alarma ante esta bajada de aranceles a coches japoneses: "Es un mal negocio para la industria y los trabajadores automotrices de Estados Unidos", ha dicho. Mientras tanto, Trump ha amenazado con aumentar los aranceles a México al 30% y a Canadá al 35% el 1 de agosto.

De momento este mes ha enviado cartas a unas dos docenas de países, incluido Japón, advirtiéndoles que prevean aranceles más altos a partir del 1 de agosto a menos que lleguen a acuerdos antes para resolver lo que el presidente considera "prácticas comerciales desleales" y reactivar la industria manufacturera estadounidense. Una guerra que ya le ha costado a General Motors 1.100 millones de dólares de pérdidas solo en el segundo trimestre, y a Stellantis 300 millones.
En datos recogidos por CBS News, Japón es el quinto socio comercial más importante de Estados Unidos, y más de un tercio de las importaciones estadounidenses procedentes de Japón el año pasado (o 52.300 millones de dólares) fueron automóviles y piezas de automóviles, impulsados por la enorme industria automotriz japonesa.
Viendo el panorama, Trump parece dispuesto a abrir el comercio con Japón, y asegura que siempre mantendrán "una excelente relación" con el país. Teniendo en cuenta que los términos absolutos como 'siempre' y 'nunca' son relativos con Trump, veremos cómo evolucionan las relaciones.
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fermaker
Actualmente EEUU el nuevo y único enemigo que tiene, ha salido elegido democráticamente en las urnas, creo que no tienen de que quejarse.
Todo lo demás, mamandurrias