Hasta los coches eléctricos tienen un problema con la contaminación para el que no hay respuesta, y es culpa de los frenos

Hasta los coches eléctricos tienen un problema con la contaminación para el que no hay respuesta, y es culpa de los frenos
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Existe un problema de contaminación asociado al uso de vehículos que no tiene solución, ya sean vehículos de combustión o completamente eléctricos: las partículas tóxicas que se desprenden durante el proceso de frenada.

Si bien las normas europeas anteriores se han centrado en las emisiones del tubo de escape, la próxima legislación ampliará su competencia para incluir las nanopartículas emitidas por las pastillas y los discos de freno, y quedarán recogidas en la norma Euro 7.

Objetivo: ir más allá del tubo de escape

Las partículas ultrafinas procedentes de la abrasión de las pastillas de freno estarán cubiertas por primera vez por un reglamento de la UE junto los óxidos de nitrógeno y los óxidos de azufre emitidos por los automóviles.

"Con base en la evidencia más reciente, se considerará la necesidad de limitar la emisiones de PM2.5 y nanopartículas de todo tipo de motores de combustión y de frenos en vehículos convencionales y eléctricos, junto con la necesidad de reducir las emisiones contaminantes bajo un conjunto más amplio de condiciones de uso y durante la vida útil de los vehículos", establece el texto publicado por la Comisión Europea.

En este sentido, los vehículos de combustión más pesados, como los SUV y todoterrenos, se verán más afectados por la norma. También los vehículos eléctricos e híbridos que usan discos de freno y que además tienen un elevado peso por sus baterías, aunque están los eléctricos con tambores en el eje trasero como el Volkswagen ID.3, el ID.4 o el CUPRA Born.

Bmw Xm
El BMW XM, un híbrido enchufable, podría acercarse a las 3 toneladas en orden de marcha. Le sigue otro PHEV, el Range Rover P510e, que alcanza los 2.810 kg.

No obstante, la frenada regenerativa reduce la emisión de estas tóxicas nanopartículas -tienen una gran capacidad de penetración en las vías respiratorias- al no reducir el uso del freno mecánico.

A pesar de que no son medidas en muchas ciudades, las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5) parecen ser un mejor indicador de la contaminación urbana que las que se venían utilizando hasta ahora, las PM10.

Frenada

"En el caso de las PM2,5, su tamaño hace que sean 100% respirables ya que viajan profundamente en los pulmones, penetrando en el aparato respiratorio y depositándose en los alvéolos pulmonares, incluso pueden llegar al torrente sanguíneo. Además estas partículas de menor tamaño están compuestas por elementos que son más tóxicos (como metales pesados y compuestos orgánicos) que los que componen, en general, las partículas más grandes", explican desde Ecologistas en Acción.

Entre los efectos de inhalar los metales pesados que desprenden se encuentra la bronquitis, dolencias de tipo cardiovascular o la disminución del funcionamiento pulmonar ya que su tamaño hace que sean más ligeras y por eso, generalmente, permanecen por más tiempo en el aire.

Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente estimó que la exposición crónica a partículas resultó en unas 307.000 muertes prematuras en la UE solo en 2019.

Debido a los grupos de presión, la Comisión Europea ha retrasado la fecha de publicación de la norma Euro 7 hasta julio de 2022, cuando se establecerán propuestas firmes.

Discos Freno

Esto significa que la entrada en vigor podría retrasarse hasta más allá de 2025.

A pesar de que esta norma sentenciará el desarrollo de nuevos motores de combustión, su puesta en marcha permitirá a los fabricantes y la industria establecer un plan que les permita anticipar sus movimientos ante un futuro en manos de la electrificación.

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