El Toyota Celica cumple 50 años: cuando un deportivo no renuncia a la funcionalidad, puede acabar convirtiéndose en un icono
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El Toyota Celica cumple 50 años: cuando un deportivo no renuncia a la funcionalidad, puede acabar convirtiéndose en un icono

Uno de los deportivos más icónicos de Toyota cumple ahora 50 años. Hablamos del Toyota Celica que, con siete generaciones a sus espaldas, llegó al mercado aunando dos universos tan dispares como es el de la practicidad y la deportividad. Con motivo de su 50º aniversario repasamos su historia.

Del Toyota Celica se vendieron más de cuatro millones de unidades en todo el mundo en sus más de 35 años de vida. Una cifra cuanto menos notable para un modelo a priori de nicho, aunque en el caso del Celica no lo era tanto.

Sea como fuere se erige como uno de los coupés con más historia de la marca japonesa, siendo además uno de sus modelos que más pasiones ha despertado. Además, en España se granjeó un notable cariño por estar vinculado a la época más laureada de Carlos Sainz en el Mundial de Rallys (WRC).

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

Las buenas historias comienzan con un buen nombre y esa máxima la cumple el Celica, denominación que deriva del término coelica que se traduce del latín como celestial. Pero el Celica era mucho más que un nombre, no en vano a día de hoy sigue siendo considerado, junto al Supra primigenio, uno de los mejores automóviles concebidos por la firma nipona.

El Celica fue el primero del trío de coupés denominado 'tres hermanos': a él se sumaron posteriormente el mencionado Supra y el MR2. De hecho, la marca no descarta devolverlo a la vida como ha ocurrido con el GR Supra: en 2018 el Ingeniero Jefe Asistente de Supra, Masayuki Kai, ya dejó caer que la marca quería recuperar también al Celica y al MR2. Aunque, "todo dependerá de las necesidades del mercado", claro.

El nacimiento de un icono: la primera generación del Celica

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

En diciembre de 1970 fue desvelado el Toyota Celica, presentado como un coupé de cuatro plazas y dos puertas, definido por el fabricante japonés como un 'vehículo especializado'. En su tarjeta de visita encontrábamos un diseño y rendimiento de corte deportivo, combinado con un habitáculo práctico y un precio 'asequible'. Es decir, un deportivo para un público bastante amplio.

Así el Celica vendía una respuesta deportiva sobre el asfalto, pero también funcionalidad. Y el cocktail resultó ser un éxito: sólo de la primera generación, aunque hay que tener en cuenta que fue la más longeva junto su última entrega, se comercializaron más de un millón de ejemplares.

Desarrollado a partir de la arquitectura del sedán compacto Carina, Toyota hizo hincapié en que el Celica ofreciese confort y facilidad de conducción, pero a su vez garantizando una excelente respuesta dinámica en curva. En ello fue clave tanto el desarrollo del chasis como la suspensión con amortiguadores separados, que era independiente delante y multibrazo detrás.

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones
El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

De propulsión trasera, este primer Celica también destacaba por ofrecer una amplia gama donde elegir: cuatro acabados (ET, LT, ST y GT), varios propulsores de 1.4 y 1.6 litros, tres cajas de cambio (dos manuales y una automática).

Todo ello acompañado con un diseño propio de aquellos años, con aire a los pony car norteamericanos, tanto que Norteamérica se le conoció como Mustang Celica, y con un característico frontal bifaro con cuatro ópticas redondas.

Tres años después de su lanzamiento, en la primavera de 1973, se unía a la familia el Celica Liftback, una variante de tres puertas de tipo coupé que incluía un amplio portón trasero que añadía más funcionalidad y versatilidad al modelo. Esta variante también permitía escoger entre cinco opciones mecánicas: tres del propulsor 1.6 y dos de uno más potente y de mayor cubicaje de 2.0 litros.

Segunda generación (1977 - 1981)

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En agosto de 1977, Toyota lanzó al mercado la segunda entrega del Celica, que de nuevo se ofrecía con dos carrocerías, coupé de dos puertas y de tres (o Liftback), pero creció en tamaño (longitud y anchura) respondiendo a los gustos del público estadounidense, lo que le permitió pasar a homologar cinco ocupantes en vez de cuatro.

En esta nueva generación el Toyota Celica siguió manteniendo en sus inicios los cuatro faros redondos, así como las principales virtudes de la primera entrega: dinamismo y funcionalidad a partes iguales. Posteriormente en su restyling, las cuatro ópticas rendondas, pasaron a ser cuadradas y se modificó también la parrilla.

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Además, sólo un año después del inicio de su comercialización, en 1978, entró en vigor una normativa de emisiones más estricta, por lo que Toyota se vio obligada a ajustar sus motores. Una tarea que en el caso del Celica, implicaba no perder rendimiento por el camino.

La firma consiguió introducir algunos cambios y mantener entre las opciones el propulsor de doble árbol de levas en cabeza DOCH (Double Overhead Camshaft).

Tercera generación (1981 - 1985)

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Respecto a los siete años que duró en el mercado la primera generación, la segunda fue remplazada cuatro años después de llegar a los concesionarios. Llegaba así en 1981 la tercera entrega, que cambió notablemente su diseño e introdujo un buen conjunto de innovaciones tecnológicas.

Este Celica destacaba por sus formas afiladas y rectangulares, así como por una solución aerodinámica interesante personalizada en sus faros que dejaban de distribuirse dos a dos. Estas ópticas eran semi retráctiles y elevables: cuando no estaban activos, se 'escondían' al mismo nivel de la carrocería lo que permitía reducir la resistencia aerodinámica.

Por su parte, en el interior, se integró un nuevo cuadro de instrumentos digital y las versiones más completas venían con una especie de sistema de navegación, siendo según Toyota uno de los primeros modelos en introducir esta característica. Además, hacía gala de un completo equipamiento: climatizador automático, limitador de velocidad o volante regulable en altura e inclinación.

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

A nivel mecánico, esta generación también fue pionera al montar el primer motor DOCH turbo, contando con hasta tres opciones: 1.6, 1.8 y 2.0 litros.

No obstante, esta nueva generación, de mayor tamaño y peso y con un diseño más cercano a un sedán, había perdido algo de deportividad por el camino. Toyota le puso remedio en 1983 lanzando la variante con apellido GT-S, que se distinguía por equipar llantas y neumáticos de mayores dimensiones, una suspensión más deportiva, asientos de corte deportivo y volante y pomo del cambio en piel.

Esta tercera generación también supuso la introducción del Toyota Celica en el mundo de los rallys: en 1982 se estrenó el Celica GT-TS en el Grupo B del Mundial de Rallys (WRC) que equipaba el nuevo propulsor DOCH turboalimentado. Entre 1983 y 1986 obtuvo varias victorias consecutivas en África: en el Rally de Kenia y en el de Costa de Marfil.

Cuarta generación (1986 - 1989)

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

Presentada en 1985, la cuarta generación del Celica se lanzó en 1986 y marcó un antes y un después para el modelo pues supuso el abandono de la propulsión trasera en favor de la tracción delantera. Además, dejó de ofrecerse en dos carrocerías para limitarse a la liftback de tres puertas.

Estéticamente destacaba por formas más redondeadas y deportivas, hacía gala de un coeficiente aerodinámico de 0,31 Cx y en su habitáculo la instrumentación digital pasó a tener gráficos a color. Mecánicamente incluyó una nueva configuración para el motor y estrenó una suspensión completamente nueva, que era de tipo MacPherson en ambos ejes.

Además, esta entrega siempre será recordada por la variante de tracción integral Celica GT-Four All-Trac Turbo, que montaba su propulsor más potente hasta la fecha: el DOCH de 185 CV en el que estaba presente tanto la turboalimentación como un intercooler refrigerado por agua.

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

El mismo sirvió de base para uno de los hitos históricos en competición en el Mundial de Rallyes de la marca, cuando en 1990 el Toyota Team Europe y el piloto Carlos Sainz lograron la corona en el campeonato en 1990, sólo una temporada después de que el madrileño se sumase a las filas del equipo.

En años posteriores, el Celica GT-Four firmó en sus diferentes versiones (ST165, ST185 y ST205) un total de 29 victorias, cuatro mundiales de pilotos y dos de constructores.

Quinta generación (1989 - 1993)

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

Mientras el Celica GT-Four basado en la cuarta generación empezaba a cosechar éxitos en el WRC, 1989 fue el año en el que Toyota estrenaba la quinta generación del Celica que es de todas la más recordada en España precisamente por Carlos Sainz y los títulos conseguidos en estos años que daban inicio a la década de los 90.

Las líneas en esta quinta entrega se volvían aún más curvas siguiendo la moda imperante aquellos años, creció nuevamente en tamaño, y mantuvo elementos como las ópticas retractiles o su característica y delgada parrilla. Tres motores conformaban su oferta mecánica, llegando el más potente, que equipaba el GT-Four, a los 225 CV, y contó con variantes ST, GT y GT-S.

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

Esta entrega también pasó al historia por estrenar el Toyota Celica GT-Four RC, una edición especial lanzada en 1992 y limitada a 5.000 unidades, con formas aun más deportivas y redondeas. De esta versión, también conocida como Toyota Celica Carlos Sainz según mercado, 3.000 unidades fueron para Europa y sólo 150 ejemplares se comercializaron en España.

El Celica GT-Four RC escondía bajo el capó el propulsor del GT-Four, pero revisado específicamente sumando un intercooler de aire-agua y cambios en la culata para incrementar ligeramente su potencia. Además, el chasis fue asimismo ajustado, el paragolpes tenía entradas de aire más grandes, su carrocería disfrutaba de elementos más deportivos y el cambio y el embrague hacían gala de desarrollos más cortos. También añadía un diferencial trasero Torsen para mejorar aún más la tracción.

Sexta generación (1993 - 1999)

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

En esta nueva generación que llegó al mercado en 1993, el Toyota Celica estrenó plataforma, que era su vez más rígida y menos pesada, incrementando el dinamismo del modelo nipón. En total su peso se reducía en 90 kilos. Además, también montó una nueva suspensión en configuración 'Super Strut' que mejoraba su respuesta en curva a velocidades elevadas.

Estéticamente, si bien siguió la estela de la cuarta y la quinta entrega manteniendo las formas curvas y redondeadas, en esta sexta generación destacó el regreso al bifaro redondeado, que en su caso iba directamente incrustado en el capó enmarcando la parrilla.

Además, este nuevo Celica contó con variantes ST y GT, desapareciendo la GT-S que fue sustituida por el paquete sport GT, y su variante cabrio, con capota de lona, incluía un nuevo sistema de accionamiento eléctrico que permitió aumentar la capacidad del maletero acercándolo al de la carrocería cerrada.

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

En su sexta generación también estuvo presente la variante Celica GT-Four, lanzada en 1994 y siendo, de hecho, la última en estrenarse. Su propulsor llegaba hasta los 242 CV y a los 302 Nm de par gracias al ajuste de sus válvulas y a la incorporación de un nuevo turbo. Así, se convertía en el Celica de producción más potente jamás concebido. De hecho, los sigue siendo a día de hoy.

En lo que respecta a sus prestaciones, este nuevo GT-Four aceleraba desde parado hasta los 100 km/h en 6,1 segundos y su velocidad máxima se fijaba en los 250 km/h. Esta variante estuvo limitada a 2.500 unidades y sólo 300 llegaron a Europa.

Séptima generación (1999 - 2006)

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

El capítulo final del Toyota Celica lo escribió su séptima entrega que, como la primera, duró siete años en el mercado. Su antesala vino de la mano del prototipo Toyota XYR Concept, que debutó en el Salón de Detroit de 1999.

Su diseño volvió al estilo cuña de la tercera generación y aunque mantenía las líneas curvas, su imagen se volvió más afilada y angulosa. También destacaba por una notable distancia entre ejes, quedando las ruedas muy cerna de los extremos de la carrocería.

El Toyota Celica cumple 50 años: repasamos sus siete generaciones

En esta generación sólo hubo versión de tres puertas liftback, no estando en el menú ni la variante GT-Four ni opción cabrio. Respecto a la anterior entrega, también era más ligera, parando la báscula en los 1.090 kilos. Bajo el capó se sumó un nuevo motor VVT-i de 1.8 litros, desarrollado en conjunto con Yamaha, que oscilaba entre los 145 y los 190 CV, aunque en el caso de Europa sólo se comercializó la opción de mayor entrega.

En abril de 2006 y más de 35 años después de que aquel primer Celica con aires de Mustang comenzara su comercialización, este ya legendario modelo japonés echaba el cierre. Su testigo lo tomó seis años después el Toyota GT86, remontándose a características del origen del Celica, como las cuatro plazas o la tracción delantera, y manteniendo esa máxima de deportivo asequible.

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