El único y exclusivo Aston Martin Bulldog, nacido para superar el récord de velocidad, volverá a la vida

El único y exclusivo Aston Martin Bulldog, nacido para superar el récord de velocidad, volverá a la vida
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El Aston Martin Bulldog fue un proyecto fallido de la firma británica que ahora, 40 años después, vuelve a cobrar vida de la mano de Classic Motor Cars (CMC): esta empresa especializada en restauración de automóviles se ha puesto manos a la obra para resucitar a la única unidad que se produjo de este superdeportivo.

Tras pasar por varios propietarios durante estas cuatro décadas, el actual dueño de este único modelo lo ha puesto a disposición de CMC para someterlo a una profunda restauración. La empresa británica calcula que este nuevo y ilusionante proyecto les llevará unos 18 meses, y ya ha empezado a trabajar en él. Es de esperar por tanto que sea en verano de 2021 cuando el flamente Aston Martin Bulldog vuelva a brillar sobre el asfalto.

Leyenda frustrada, leyenda resucitada

Aston Martin Bulldog (1980)

En 1979 la primera y única unidad del Aston Martin Bulldog vio la luz. Se trataba del primer superdeportivo de motor central de la marca de Gaydon y nació con dos propósitos: batir el récord de velocidad y desmostar al mundo que Aston Martin también podía fabricar un supercar capaz de mirar de tú a tú, o incluso superar, a modelos como el Lamborghini Countach o el Ferrari 512 BB.

El proyecto se denominó internamente como 'Proyecto K.901' y fue diseñado por William Towns, padre del sedán Lagonda. Este superdeportivo acompañaba sus aerodinámicas, aristadas y afiladas formas con un propulsor V8 de 5.3 litros que, sobrealimentado por dos turbos Garret, superaba los 600 CV de potencia.

El modelo preserie en pista de pruebas alcanzó los 307 km/h y Aston Martin estaba convencida que su versión definitiva tenía todos los ingredientes para superar los 380 km/h. Lamentablemente nunca pudieron probarlo: la crisis económica de aquellos años también golpeó a la casa británica y el recién nombrado presidente, Victor Gauntlett, desechó el proyecto para centrarse en modelos más rentables, como los Gran Turismo y las berlinas.

De esta manera, el Bulldog, del que iban a producirse inicialmente 25 unidades, se quedó en una sola y, a fin de obtener la mayor liquidez posible en aquellos años convulsos, Aston Martin lo vendió al mejor postor: un adinerado cliente de los Emiratos Árabes Unidos.

Aston Martin Bulldog (1980)
Aston Martin Bulldog (1980)

Y esa misma unidad, 40 años después, es la que se encuentra actualmente en los talleres CMC. La empresa británica ya ha comenzado la tareas de restauración: lo primero que han hecho es analizar al detalle todo su sistema eléctrico, además de desmontarlo por completo, fotografiando y catalogando cada una de sus piezas.

El chasis, completamente desnudo ya, se está limpiando para eliminar la posible corrosión del mismo y ya están trabajando en los paneles de la carrocería, que también están limpiando a mano de la pintura provista para darle una nueva capa. Ya hay ganas de verlo terminado, pero aún quedan muchos meses de espera...

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