Probamos el nuevo Nissan Juke: un SUV original y dinámico que con 117 CV se queda muy corto
El Nissan Juke prácticamente inventó el segmento de los SUV urbanos polivalentes en 2010. Casi 10 años después, llega la segunda generación. Lo probamos para averiguar si supo conservar la esencia del modelo original y al mismo tiempo supo mejorar para mantenerse en la cresta de la ola.
El Nissan Juke es tan odiado como alabado. Su diseño no dejó indiferente a nadie en 2010 cuando llegó al mercado. Independientemente de la reacción que suscitase su diseño, el Juke tiene el mérito de haber impulsado el segmento de los SUV urbanos y polivalentes, los B-SUV. Y fue todo un éxito para Nissan, vendió más de 1,5 millones de unidades. 10 años más tarde las cosas han cambiado. El Juke ya no está solo en el mercado por lo que Nissan tiene que acertar con su renovación.
El nuevo Nissan Juke llega con un diseño muy diferencial y que recuerda en cierto modo a su predecesor. El diseño frontal confirma la tendencia de ópticas separadas mientras que las aletas redondeadas le dan un aire musculoso y robusto. En la zaga, el diseño es más tradicional. Adiós a los pilotos en forma de búmerang, los grupos ópticos son ahora curiosamente un clásico bloque rectangular.
Aun así, las formas de la zaga intentan tener un cierto aspecto musculoso. En todo caso, los diseñadores parecen haber conseguido capturar la esencia del primer modelo. Es original, parece gustar (es el coche generalista que más ha crecido en el mercado español en el mes de octubre) y al mismo tiempo tiene un aspecto actual.
Como viene siendo habitual con cada nueva generación de un modelo, el más reciente suele crecer. El Juke no se libra de esa regla no escrita y es 7 cm más largo que su antecesor (mide ahora 4,21 m de largo) y 3 cm más ancho (alcanza ahora el metro ochenta). Es también 3 cm más alto (1,60 m). Estas nuevas medidas han sido posibles gracias a la plataforma CMF-B de la Alianza Renault-Nissan que el Juke comparte con el nuevo Renault Captur.
Más conectado, pero con un solo motor disponible
Por otra parte, esta plataforma le da al Juke acceso a nuevas tecnologías imprescindibles en el mercado actual, especialmente cuando se trata de ayudas a la conducción. Así, equipa ahora la conducción semi-autónoma ProPilot de nivel 2 (únicamente disponible con los Juke de cambio automático y en opción a 1.300 euros) y la frenada de emergencia con detección de peatones.
En términos de tecnología de confort ofrece la posibilidad de un punto de acceso Wi-Fi para los pasajeros (pueden conectar hasta ocho dispositivos diferentes), por ejemplo. Permite, también, controlar de forma remota el cierre de las puertas, la iluminación y la programación del GPS a través del smartphone gracias a la aplicación Nissan Connect Services. Además, es compatible con el Asistente de Google, así como con Android Auto y Apple CarPlay.
En cuanto a los motores disponibles, la oferta es muy limitada. Tan limitada que solo está disponible con un 3 cilindros gasolina sobrealimentado por turbo y de 999 cc de cilindrada. Desarrolla 117 CV y entrega 200 Nm. En cuanto a transmisiones se refiere, la oferta se multiplicada por dos: cambio manual de 6 relaciones o automático de doble embrague y 7 marchas DCT (es el cambio de doble embrague de Renault, el EDC). En ambos casos, estaremos frente a un tracción delantera, mientras que el primer Juke contaba con versiones de tracción integral.
En esta ocasión nos hemos puesto al volante del Nissan Juke de 117 CV con cambio automático DCT-7 y con el acabado N-Design Chic (el más alto de la gama), cuyo precio de partida con este acabado es de 27.350 euros. Este modelo incluye de serie las llantas de aleación de 19 pulgadas, climatizador automático, apertura y arranque sin llave, cámara de visión trasera con sensores de parking traseros, sistema de reconocimiento de voz con mandos en el volante, radio digital DAB, 6 altavoces, pantalla multimedia de 20 cm (8''), sensor de lluvia y retrovisor interior antideslumbramiento automático.
En términos de seguridad cuenta con todo lo que se espera de un modelo actual -y de casi 30.000 euros-, como los airbags frontales (conductor y pasajero), airbags laterales y de cortina, ABS, control de estabilidad y tracción, asistente inteligente de frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas, así como asistente activo de mantenimiento de carril.
Cabe destacar que, además, esta unidad de prueba contaba con el sistema de audio BOSE Personal Plus con 8 altavoces, incluidos altavoces en los reposacabezas de los asientos delanteros (600 euros) y el sistema ProPilot (1.300 euros), así como el navegador (300 euros).
Habitabilidad
La misma originalidad de la que hace gala el Juke en el exterior, se aprecia en el interior. Nissan se ha esforzado por reproducir un ambiente deportivo en un habitáculo más moderno y más pulido. Vale, la pantalla de 8 pulgadas en la parte superior del salpicadero es la misma solución que adoptan otras marcas y modelos, pero en su conjunto, el salpicadero es agradable, especialmente con esa tapicería en Alcantara que cubre parte de los elementos. Además, desprende realmente un aire deportivo con esos asientos en forma de baquet.
Otros detalles de corte deportivo son los aireadores circulares y el cuadro de instrumentos con clásicos relojes, completado con una pantalla de 7 pulgadas entre los dos relojes (velocidad, consumo, información del GPS). En cuanto a los materiales empleados, aunque de acabados percibidos dispares (el Alcantara se codea con plásticos de diversas calidades) terminan componiendo en su conjunto un interior acogedor y valorizante.
El espacio en las plazas delanteras nunca fue un problema en el anterior Juke, y tampoco lo es ahora, pero sí se aprecia una notable mejoría en el espacio a bordo de las plazas traseras. Delante, los asientos, con un diseño que recuerda un poco al de un baquet, ofrecen un excelente confort.
Detrás, los asientos son fijos, mientras que en algunos modelos, como el Renault Captur o el Citroën C3 Aircross, son corredizos y se pueden regular. El espacio para las piernas de los pasajeros es ahora más acorde con el habitáculo de un coche que también tiene vocación familiar. El espacio para las piernas en las plazas traseras ha crecido 5,8 cm a la altura de las rodillas (gracias a las 10 cm más que encontramos entre sus dos ejes) y en general, los pasajeros más altos ya pueden viajar a bordo sin riesgo de claustrofobia.
Al final, aunque la tercera plaza -central- sea a efectos prácticos inutilizable por su mullido inexistente y su estrechez (de todos modos, lo contrario en un B-SUV habría sido un milagro), las plazas traseras están realmente bien para viajar (puerto USB, wi-fi).
Aun así, hay dos puntos mejorables. El primero es la cintura de caja un poco alta. Aunque no sea tan alta como en un DS 3 Crossback o un Mazda 3, al final la luna trasera es más bien pequeña. Un pequeño sacrificio en pro del diseño. La forma ha ganado sobre la función en esta ocasión. Y el segundo punto es la abertura de las plazas traseras. La puerta se abre casi a 90º, pero libera una abertura que se me antoja un poco estrecha.
Más espacioso en la parte trasera, el Juke también ofrece un maletero más generoso que en la generación anterior. No solamente ofrece 422 litros de capacidad (casi el mismo volumen que un Nissan Qashqai), cuenta también con doble fondo y sobre todo es de formas muy aprovechables.
Al volante del Nissan Juke
Sentados al volante del nuevo Juke, la posición de conducción ha mejorado con respecto a la anterior generación. Ya no tiene uno esa sensación de estar en un estrecho cockpit. Tampoco estamos sentados en el suelo o con las piernas muy estiradas, pero tampoco vamos rectos y altos como en una silla. Estamos justo en el término medio y es realmente cómodo. Lo único que no cambia con respecto al Juke de primera generación es la pésima visibilidad hacia atrás y sobre todo de tres cuartos hacia atrás. Pero a la hora de aparcar no será un problema, la cámara con visión de 360º es bastante buena.
El motor 3 cilindros de 1.0 litro y 117 CV sitúa al Juke en el corazón del mercado de los SUV urbanos. Va asociado a un cambio de doble embrague y 7 relaciones (es el cambio EDC de Renault), que mejora mucho la experiencia de conducción con respecto al cambio CVT de la anterior generación.
Tiene un funcionamiento muy suave en los cambios y es relativamente rápido. Eso sí, en maniobras, como a la hora de aparcar, habrá que pisar suavemente el acelerador para evitar tirones. Es como si el freno de parking o la función auto hold (que retiene el coche en pendientes) estuviesen activados...pero no. Con esos dos elementos desactivados, en maniobras, no es un cambio exento de tirones.
En ciudad, este conjunto hace gala de bastante brío, entrega el par motor desde 1.500 rpm y acelera sin generar sacudidas o vibraciones a menudo presentes en los motores de tres cilindros. Fuera de la ciudad, se muestra un poco justo. Y es que los 180 Nm de par motor (que suben hasta 200 Nm con la función overboost) ya no son suficientes y es que el desarrollo de la marchas superiores es realmente largo.
El objetivo, evidentemente, es contener el consumo. Si no tenemos el pie derecho de plomo o no vamos muy cargados y es en llano, funciona. El consumo no es muy elevado (en torno a los 7 l/100 km), sin embargo, a la primera cuesta o para adelantar, hundir el acelerador no sirve de mucho. Ni tampoco ayuda bascular al modo Sport (cuenta con Eco, Normal y Sport). En Sport, aguantará más tiempo la marcha, responderá un pelín más rápido al acelerador, pero poco más. El coche seguirá siendo lento y alcanzaremos los 8,5 l /00 km. Un motor ligeramente más potente no sería un lujo en el Juke. Es más, sería una bendición, pues hace gala de un buen comportamiento dinámico, pero sin ser llegar a ser realmente deportivo.
La dirección no es ni muy suave ni muy dura, tiene la firmeza justa para gustar a todo el mundo. E incluso es más rápida de lo que te esperas en un coche de 117 CV. La suspensión es un poco más firme que la mayoría de sus rivales. Y a pesar de esa firmeza no resulta ser un coche incómodo, como puede serlo un Ford Puma en ciudad. Es el resultado de un buen y progresivo control vertical de los movimientos de la carrocería.
En curvas, transmite mucha confianza. Es reactivo y los apoyos son francos. Y con llantas de 19 pulgadas, la falta de adherencia no es un problema. Al final, no puede uno evitar pensar que este chasis se merece algo más potente para poder sacarle partido. Y no, no creo que volvamos a ver un Juke NISMO... A no ser que venga acompañado de algún tipo de electrificación.
Por último, no podemos pasar por alto el hecho que esas mismas ruedas de 19 pulgadas, que tanto hacen por su motricidad, suponen también un peaje en los niveles sonoros. Y es una pena, porque el aislamiento acústico del motor está bien logrado. Siempre se oye un ruido de rodadura. Su nivel dependerá del asfalto sobre el que circulemos. Si el firme es suave, el coche es casi refinado en autopista. Si el asfalto es más rugoso, el nivel sonoro subirá notablemente. En todo caso, siempre sabemos sobre qué tipo de asfalto circulamos.
En cuanto al sistema ProPilot, que funciona con el mantenimiento de carril y el control de crucero activo, me ha sorprendido gratamente. Tiene aquí una puesta a punto calibrada para ayudar al conductor, no para sustituirlo y que pierda la concentración. Además, el sistema activo de aviso de vehículo en punto ciego funciona bastante bien. En definitiva, es una buena ayuda a la conducción, pero lejos de ser una conducción semiautónoma.
Frente a sus rivales
La gama del Nissan Juke arranca en 21.300 euros con el acabado Acenta y culmina en los 27.150 euros del N-Design Chic. La unidad de nuestra prueba rozaba los 30.000 euros con las opciones, como el ProPilot. Si partimos del Juke con los acabados de acceso e intermedios, la propuesta de Nissan es interesante. Cuenta con un buen equipamiento de serie, es ágil, relativamente cómodo y ofrece una buena habitabilidad. Sin embargo, modelos como el Renault Captur o el Citroën C3 Aircross, cuyos precios se mueven en las mismas aguas que los del Juke, ofrecen un plus en versatilidad. En cuanto al Peugeot 2008 ofrece mucho más espacio interior, pero también es más grande y más caro en casi todas sus variantes con motor Puretech de 100 CV.
En cambio, *si tomamos en consideración la unidad de prueba. Me cuesta encontrarle sentido**. Por los casi 30.000 euros que cuesta, la oferta es pletórica. Y sin salirse de su segmento hay para todos los gustos (SEAT Arona, Ford Puma, DS 3 Crossback, Skoda Kamiq) y sobre todo, por ese precio ofrecen motores más potentes -de unos 150 CV- y con equipamientos de serie similares. De hecho, tiene al enemigo en casa, bueno, en la Alianza Renault-Nissan. El Renault Captur con su acabado tope de gama y un 4 cilindros de 155 CV asociado al mismo cambio EDC-7 cuesta 1.000 euros menos que el Juke N-Design.
Nissan Juke 1.0 DIG-T N-Design Chic: nuestra valoración
7.5
A favor
- Diseño con fuerte personalidad
- Habitabilidad trasera y maletero
- Contenido tecnológico
En contra
- Motor un poco justo en potencia y par
- Cambio brusco en maniobras
- Silencio de marcha dependiente del asfalto
Nissan se ha tomado su tiempo para lanzar al mercado su nuevo Juke, pero la marca ha hecho sus deberes. El nuevo Juke mantiene la esencia del modelo original, con su original diseño y excelente puesta a punto del chasis. Y sobre todo ha mejorado donde tenía que hacerlo: habitabilidad trasera, capacidad del maletero y cambio automático.
Las dos versiones intermedias de gama, las N-Connecta y Tekna, nos parecen las más interesantes y con un buen equipamiento de serie. Lo único que le puede restar puntos es que sólo haya un motor, el cual se muestra algo justo para moverse con soltura en carretera.
Nissan Juke | |
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Motor | Gasolina. 3 cilindros turbo de 999 cc |
Potencia máxima | 117 CV a 5.250 rpm |
Par máximo | 200 Nm de 1.750 a 3.750 rpm |
Transmisión | Tracción delantera. Cambio automático de doble embrague y 7 marchas |
Dimensiones | Largo x ancho x alto (mm): 4.210 x 1.800 x 1.595 |
Batalla | 2.636 mm |
Maletero | 422 litros |
Peso | desde 1.207 kg |
80 a 120 km/h | 9,7 s |
0 a 100 km/h | 11,1 s |
Velocidad máxima | 180 km/h |
Consumo medio homologado (ciclo WLTP) | 6,3 l/100 km |
Consumo medio en prueba | 7,6 l/100 km |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Nissan. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Daniel Murias y Nissan
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