Probamos el Škoda Kamiq 2019: el primo hermano del Arona saca buena nota en habitabilidad y soluciones prácticas
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Probamos el Škoda Kamiq 2019: el primo hermano del Arona saca buena nota en habitabilidad y soluciones prácticas

Hace poco más de tres años, Škoda no tenía ningún todocamino en cartera y, ahora, con la llegada del Škoda Kamiq, ya son tres los SUV que ofrece el fabricante checo. El Kamiq, que desembarca ahora en el mercado español, es el más pequeño de esta incipiente y prolífica familia de todocaminos. Y ya hemos podido probar sus mieles.

El hermano menor del Škoda Kodiaq y del Škoda Karoq destaca por su habitabilidad y las muchas soluciones prácticas que ofrece, además de por un equipamiento tecnológico de lo más interesante. Y a ello se suma un excelente comportamiento dinámico, al menos en lo que toca a su variante de gasolina 1.0 TSI de 115 CV (la única que hemos podido probar), a la que, como suele ser habitual en los modelos de la firma, le sienta estupendamente el cambio automático DSG.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

El objetivo de Škoda con el Kamiq es estar presente en todas las categorías del segmento de moda. Así, quedaba por cubrir el de los SUV urbanos, siguiendo la estela del SEAT Arona y del Volkswagen T-Cross, con los que comparte plataforma: la MQB-A0 del Grupo Volkswagen.

Y es que precisamente el Arona es la referencia a batir para el Kamiq: el año pasado fue el B-SUV más vendido en España, con 19.368 unidades totales, y por delante, aunque por poco, del Renault Captur (19.356 matriculaciones), el segundo más comercializado.

Si bien el precio del Kamiq es algo más elevado que el del Arona, parte de los 20.140 euros frente a los 15.550 euros de los que comienza el todocamino urbano de SEAT, el nuevo SUV de Škoda disfruta de descuentos de lanzamiento quedándose en 14.900 euros, siempre y cuando financiemos con la marca. ¿Qué argumentos tiene el Škoda Kamiq para hacerse un hueco en este competido segmento?

Siguiendo la estela del Scala: sorprendente habitabilidad

Skoda Kamiq 2019, a prueba

En esencia, el Škoda Kamiq es lo que viene siendo un Škoda Scala elevado, al igual que ocurre con el SEAT Arona respecto al Ibiza. No obstante, la brecha en cuanto a diseño es algo más acentuada en el Kamiq, principalmente en lo que toca al frontal, donde destacan los faros divididos verticalmente, siendo el primer retoño de la firma checa en ofrecer esta disposición.

Más allá de su estética, que ya analizamos detalladamente cuando fue desvelado, con el Scala comparte una de sus principales bondades: la habitabilidad interior, marcada por una más que generosa batalla de 2.651 milímetros, una de las mayores de su segmento. De hecho, es superior a la de, por ejemplo, el Nissan Qashqai (2.646 milímetros) que es un SUV compacto. Aunque también es cierto que el Kamiq es uno de los B-SUV más grandes del mercado.

ESPACIO CABEZA DELANTE

ESPACIO CABEZA DETRÁS

ESPACIO CODOS DELANTE

ESPACIO CODOS DETRÁS

ESPACIO RODILLAS

1.051 mm

1.003 mm

1.439 mm

1.425 mm

73 mm

Sobre el papel, el Škoda Kamiq presume de ofrecer un notable espacio para cabezas y rodillas en la bancada trasera, por tradición el talón de Aquiles de esta categoría. Y la firma checa no falta a la verdad: un ocupante de 1,85 metros de altura dispone de un notable espacio para las rodillas respecto al respaldo de los asientos delanteros, y aunque la cabeza queda cerca del techo, no llega a dar con él.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

Y a ello se suma que el maletero ofrece una capacidad muy similar a la de otros rivales: hasta 400 litros, los mismos que el Arona y muy cercanos a los que ofrece el T-Cross (de 385 litros a 455 litros). Y bajo su fondo plano no encontramos un kit antipinchazos, sino una rueda de repuesto.

Asimismo, la longitud desde el portón hasta los asientos traseros es de 743 milímetros, mientras que si abatimos la bancada trasera podemos disponer de hasta 1.395 litros de carga. Y aún hay más porque, de forma opcional, como ocurre en otros modelos de la marca, el respaldo del asiento del copiloto también puede abatirse, lo que permite cargar objetos de hasta 2.447 milímetros de largo.

Viva la funcionalidad

Skoda Kamiq 2019, a prueba

A su sorprendente habitabilidad, en el Škoda Kamiq destacan un buen número de soluciones prácticas Simply Clever, santo y seña de Škoda. Prueba de ello es la protección automática de las puertas, que se activa al abrirlas, y que viene de serie desde el acabado más básico del B-SUV.

De igual manera, el Kamiq dispone de hasta 26 litros de almacenamiento extra para el habitáculo. Bajo el asiento del copiloto encontramos un pequeño compartimento para objetos pequeños, así como abriendo el reposabrazos central (aunque es más profundo que ancho). También cuenta con un hueco bajo el túnel central donde caben perfectamente dos teléfonos móviles y, según versión, equipa asimismo de un compartimento en el techo para las gafas de sol.

Skoda Kamiq 2019, a prueba
Skoda Kamiq 2019, a prueba

Además, ofrece un inserto que nos permiten colocar objetos sobre los dos posavasos que se ubican junto al freno de mano, con ranuras para dejar monedas, tarjetas o las llaves del vehículo. La guantera asimismo dispone de ranuras para monedas o tarjetas y bajo la bandeja del maletero encontramos una red integrada.

Y todo ello se suma a los clásicos bolsillos del respaldo de los asientos delanteros o a los huecos portaobjetos de las puertas, donde efectivamente cabe hasta una botella de 1,5 litros delante (incluso con la pequeña papelera 'made in Škoda' colocada) y de 0,5 litros detrás.

Skoda Kamiq 2019, a prueba
Skoda Kamiq 2019, a prueba

Asimismo, otras soluciones interesantes Simply Clever se materializan en el embudo de goma integrado para el líquido limpiaparabrisas (que viene plegado y hay que desplegar manualmente), en el paraguas integrado en la puerta del conductor o en la pequeña linterna extraíble colocada en el maletero y que se ofrece de serie desde el acabado Ambition (el segundo de la gama). También encontramos las clásicas perchas tras los asientos delanteros o en el maletero, y la pinza para tickets en el pilar A para el conductor.

Por último el Škoda Kamiq cuenta con bola de remolque retráctil opcional, aunque a diferencia de la ofrecida en otros modelos del Grupo Volkswagen se coloca y recoge manualmente y no de forma automática, y con portón trasero de apertura eléctrica, también opcional. Ambos desde el segundo acabado.

Al volante del Škoda Kamiq gasolina de 115 CV

Skoda Kamiq 2019, a prueba

El Škoda Kamiq llega al mercado con tres opciones mecánicas de gasolina (1.0 TSI de 95 y 115 CV, 1.5 TSI de 150 CV) y un motor diésel (1.6 TDI de 115 CV), que pueden asociarse a un cambio manual de seis relaciones o al automático de doble embrague DSG (el de 95 CV sólo está diponible con manual de cinco relaciones). Más tarde, a principios de 2020, también dispondrá de una versión de gas natural con un propulsor 1.0 TSI de 90 CV.

Nosotros nos hemos puesto a los mandos de la variante equipada con el 1.0 TSI de 115 CV, tanto en su opción de cambio manual como automático. Esta versión es la que Škoda prevé que más se comercializará en nuestro mercado, en concreto la asociada al DSG.

El puesto de conducción del Kamiq es muy cómodo, ofreciendo una gran visibilidad deudora de su posición elevada, incluso para una persona de baja estatura como es el caso. Además, las unidades que probamos disponían de asiento de ajuste eléctrico en altura y distancia, aunque este equipamiento es siempre opcional desde el acabado Ambition.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

Al TSI de 115 CV le sienta mejor el cambio automático que el manual, aunque le ocurre como a otros modelos de la marca: a bajas revoluciones se queda algo justo y tarda en responder si tenemos seleccionado el modo de conducción Normal o Eco. Algo que, no obstante, podemos solucionar rápidamente bajando una marcha con las levas del volante o bien seleccionando el modo Sport, que amplía el régimen de revoluciones antes de cambiar.

Los cuatro modos de conducción (Normal, Eco, Sport e Individual) están disponibles tanto para el cambio automático como manual, pero en el segundo caso sólo apreciamos la diferencia en la dirección, que es más asistida o endurecida según el modo activado.

De igual manera, el Škoda Kamiq dispone opcionalmente de Control de Chasis Deportivo, que también tuvimos la ocasión de probar y comparar con el estándar. Éste reduce la altura del coche en cerca de 10 milímetros y opera sobre la suspensión haciéndola más dura. Por desgracia, esta opción la probamos en autovía únicamente, por lo que apenas pudimos apreciar diferencias entre una y otra.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

Tanto por ciudad como por carretera el Kamiq de 115 CV se desenvuelve a la perfección y nunca sientes que falta potencia, incluso en adelantamientos y maniobras comprometidas, o en trazados revirados como puertos de montaña, donde este B-SUV puede ser bastante divertido teniendo en cuenta su entrega y características.

Nos ha quedado por conocer como va fuera del asfalto, aunque obviamente este no es su escenario predilecto, pese a su posición más elevada y la posibilidad de equipar protecciones para los bajos.

Que no falte la seguridad activa

Skoda Kamiq 2019, a prueba

El equipamiento tecnológico del Kamiq es otro de sus principales reclamos, tanto a nivel de confort, como de conectividad y de seguridad activa. Más allá de ajuste eléctrico del asiento, el Kamiq dispone de volante o asientos calefactados (ambos opcionales), sensor de lluvia o asistente automático de luces (este último se incluye de serie desde la variante más básica).

No obstante, el protagonismo se lo lleva la instrumentación digital Virtual Cockpit, que va asociada al sistema de infoentretenimiento Admunsen, es siempre opcional y se materializa en una pantalla de 10,25 pulgadas.

Ésta dispone de cinco opciones de visualización, que pueden a su vez configurarse, ya sea mostrando indicaciones del navegador (con mapa o más esquemáticas como hace el MaxiDot) o con datos del coche (consumo, autonomía etc.). Mantiene en casi todas los indicadores de velocidad, así como el régimen de vueltas o la marcha que llevamos seleccionada.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

Una de las ventajas del Kamiq es que podemos cambiar las diferentes vistas del Virtual Cockpit desde el volante, evitando así que apartemos la mirada de la carretera en la medida de lo posible. También desde el volante podemos activar o desactivar los sistemas de asistencia, así como el Control de Crucero Adaptativo (ACC), el cual también es opcional y seleccionable desde el segundo acabado.

Lo activamos por autopista y con bastante tráfico, y lo cierto es que es bastante preciso, frenando y acelerando de forma autónoma. Aunque, al pararnos, el sistema nos recuerda con una alerta que debemos pisar el freno para deternerlo por completo. Además, también podemos regular la distancia con el vehículo desde el mando ubicado junto al volante.

Desde el acabado de entrada, el Active, el Škoda Kamiq ofrece sin sobreprecio sistemas de seguridad activa como el mantenimiento de carril o la frenada automática de emergencia en ciudad. No obstante, la detección de ángulo muerto (Side Assist), el detector de fatiga o la alerta por tráfico cruzado posterior, también son opcionales.

Con conexión a Internet y asistente virtual, aunque algo limitado

Skoda Kamiq 2019, a prueba

En el más pequeño de la familia SUV de Škoda no falta tecnología de conectividad. El Kamiq equipa la tercera generación de los sistemas de infoentretenimiento del Grupo Volkswagen siendo la joya de la corona el Admunsen, que representa el tope de gama, integrado en una generosa pantalla de 9,2 pulgadas.

Éste incorpora el nuevo asistente de control por voz bautizado como Laura y que se activa diciendo 'Ok, Laura'. No obstante, no estamos hablando de un asistente virtual, ya que, aunque entiende algunas frases, es algo limitado. Sin embargo desde Škoda aseguran que lo seguirán ajustando para que incorpore en un futuro más funcionalidades.

Así, probamos a decirle "Tengo frío" o "Ajusta la temperatura", a lo que nos respondió que podíamos accionar manualmente el climatizador. Como respuesta a "Tengo hambre" nos ofreció los restaurantes más cercanos para que los seleccionaramos en el display. En definitiva Laura se queda algo justa si lo comparamos con los asistentes de BMW, Mercedes-Benz o Audi. Pero claro, juega en otra liga distinta.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

De igual manera, el Kamiq cuenta con conexión a Internet gracias a su eSIM integrada de serie. Durante el primer año el servicio es gratuito: pasado este periodo, la suscripción anual para disfrutar de los servicios conectados de Škoda es de 60 euros. Así, podemos descargar aplicaciones en el sistema, lo que incluye la app de Alexa de Amazon, que nos permitirá conectarnos con el coche de manera remota.

Skoda Kamiq 2019, a prueba

Asimismo, Škoda ofrece la app Škoda Connect para dispositivos móviles, que en nos permite abrir o cerrar el coche de manera remota, así como comprobar que las ventanillas están cerradas. La marca nos confirma que también se sumarán nuevas funcionalidades, como la de comprobar los niveles o la función de encontrar el coche.

En definitiva, y aunque las mayores bondades tecnológicas y de confort son opcionales, el Škoda Kamiq es un B-SUV más que interesante en relación calidad precio, por lo que tiene argumentos para abrirse un hueco sin problemas en este segmento tan disputado.

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