Nissan aumentará la producción de la furgoneta eléctrica e-NV200 en su factoría de Barcelona en 2020 hasta llegar a las 100 unidades al día, frente a las 79 unidades diarias actualmente. Para ello, aprovechará el parón navideño para ampliar su capacidad de producción de baterías, cuya fábrica también está en el complejo de la Zona Franca.
La planta barcelonesa de Nissan es la única del grupo que fabrica la e-NV200, exportando el 90 % de la producción. La marca prevé finalizar 2019 con una producción total de 13.100 unidades de esta furgoneta eléctrica.
La Nissan e-NV200, recordemos, equipa una batería de 40 kWh que le otorga una autonomía en ciclo WLTP de 200 km, aunque Nissan asegura que en uso exclusivo en ciudad -es una furgoneta pensada para el reparto de última milla- la autonomía puede llegar hasta los 300 km.
Aunque el volumen de producción es bajo, el hecho de que vaya a más no deja de ser una buena noticia para una factoría que funciona muy por debajo de su capacidad y para una marca que no está pasando por su mejor momento en Europa. Ha registrado la pero caída en ventas en Europa en los últimos 10 meses, con una cuota de mercado que pasó del 3,9 % en 2012 a tan sólo 2,5 % en 2019.
Nissan está en plena fase de reestructuración. De los 12.500 empleados que tiene en todo el mundo, la firma nipona prescindirá de 800 personas en Europa, de las cuales entre 600 y 700 serán de la factoría de Barcelona, aseguran en Automotive News.
Una factoría de vehículos industriales
Y es que desde que el Nissan Pulsar dejó de fabricarse (en junio de 2018) y que Barcelona ya no produce la NV200 con motor de combustión interna, la planta de Zona Franca solo fabrica la e-NV200 eléctrica y las tres pick-ups Nissan Navara, Mercedes Clase X y Renault Alaskan. Es en la práctica una factoría de vehículos industriales ligeros.
En el último año fiscal nipón (que va del 1 de abril al 31 de marzo del año siguiente), Nissan fabricó en Barcelona 88.679 vehículos cuando la fábrica tiene capacidad para 200.000 coches al año. Y en la primera mitad del nuevo año fiscal, la producción pegó un bajón del 32 % con tan solo 32.288 coches fabricados.
Y aunque se habló de que Nissan podría querer vender su factoría española, la realidad es que salvo quizá una marca china, ningún fabricante occidental o asiático querrá comprar una planta en Europa con capacidad para 200.000 coches al año.
Así, Nissan está experimentado su particular travesía del desierto mientras prepara su regreso con una gama altamente electrificada. Ya tiene el nuevo Juke y le seguirá el futuro Nissan Qashqai. A corto o medio plazo, ambos modelos recibirán una motorización híbrida en serie e-Power, dando de esto modo a Nissan la posibilidad de cumplir con la media de emisiones de 95 g/km de CO₂. E incluso el futguro Nissan X-Trail podría recibir un sistema e-Power.
De hecho, la gran esperanza de Nissan está en la motorización e-Power, que le ha permitido ser líder de ventas en Japón, para convertir sus modelos en coches eléctricos de autonomía extendida, una solución ideal para mucha gente que vive en ciudad y no posee una plaza de parking o garaje.
Por otra parte, en Nissan también quieren conseguir que el SUV eléctrico Ariya llegué a la producción, un modelo que Nissan propondría a la venta entre 50.000 y 70.000 euros, según Automotive News.
Sin embargo, queda la incógnita para la factoría de Barcelona si consigue la adjudicación de alguno de estos modelos o variantes, especialmente las e-Power. El Juke y el Qashqai salen de la factoría inglesa de Sunderland, al igual que el Leaf europeo. El futuro X-Trail vendrá de Japón. En cuanto al Ariya, un coche tecnología de Leaf, tiene todas las papeletas para en principio fabricarse en Japón.
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