El caso de los bombines de General Motors se saldará este verano con una multa récord

El caso de los bombines de General Motors se saldará este verano con una multa récord
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Pintan bastos para General Motors en Estados Unidos, donde el caso de los bombines defectuosos, con un mínimo de 104 fallecidos registrados, se saldará con una sanción histórica, récord. Los investigadores del Departamento de Justicia, que llegaron a cargar en su día contra la NHTSA por no haber movido sus hilos a medida que se iban conociendo las consecuencias del problema del arranque en los modelos afectados, ahora no dudan en calificar de "acto criminal" las actuaciones de General Motors en este caso.

De hecho, todavía sin una cifra concreta a la vista, ya que se espera que la sentencia llegue este verano, todas las miradas apuntan a los 1.200 millones de dólares que desembolsó Toyota en 2014 por el Pedalgate, y los expertos en el caso coinciden en que la cifra será mayor. Sin embargo, será una cifra que incluirá una rebaja por buena conducta, ya que los investigadores entienden que General Motors está colaborando en la investigación, a diferencia de lo que dicen que hizo Toyota.

Aún es pronto para determinar si General Motors pactará, reconociendo su culpabilidad, o qué sucederá con los numerosos casos adicionales a los que se enfrenta fuera de la investigación federal.

Y habrá más consecuencias, según las expectativas depositadas en este caso, que podría saldarse también con penas de prisión para algunos de los responsables de que este caso fuera acumulando víctimas. Por lo que se desprende del reportaje que ha publicado el New York Times sobre este asunto, los investigadores ven el caso de los bombines más como un delito con responsables concretos —algunos de ellos muy concretos, tal y como explicamos en su día— que como un problema en el que General Motors como fabricante intentara tapar el problema. Sobre todo, la actual General Motors.

En este sentido, hay que recordar que General Motors despidió a 15 empleados relacionados con este caso, entre otros un mínimo de cinco abogados y el ingeniero que cambió el diseño del bombín manteniendo la referencia de la pieza, Raymond DeGiorgio. Por otra parte, General Motors investigó de forma interna el problema echando mano de un ex fiscal federal, Anton Valukas, y la misma directiva del gigante automovilístico, Mary Barra, no dudó en calificar las actuaciones de los responsables de este caso de "incompetentes y negligentes". ¿Hasta qué punto esto es así o es la imagen que se quiere proyectar ahora desde Estados Unidos sobre uno de los mayores escándalos de una de las piezas clave de su sector automovilístico?

Veremos cómo evoluciona el caso. Por ahora, tenemos las expectativas económicas en cuanto a las sanciones, pero está por resolver si la Fiscalía llegará a un acuerdo con General Motors, lo que se interpretaría como que el fabricante se reconocería como culpable, con los daños que eso representaría para su imagen. Tampoco se sabe qué sucederá más allá de la investigación federal, ya que los de Detroit también se enfrentan a numerosas investigaciones por fraude al consumidor y homicidio por negligencia, así como varias demandas por lesiones personales, que están llevando varios fiscales estatales dentro de sus respectivas jurisdicciones.

En Motorpasión | El caso de los bombines defectuosos de General Motors

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