Victoria Fuentes
El mayor fabricante de coches de Gran Bretaña está sumido en una crisis que no tiene que ver con China, ni con la cadena de suministro, ni con una pandemia mundial. Un ciberataque a principios de septiembre ha dejado a Jaguar Land Rover KO, hasta el punto de que ha tenido que tomar una decisión drástica: detener la producción durante tres semanas y mandar a sus trabajadores a casa.
El Gobierno británico está echando una mano: la situación no es buena
Sus tres fábricas en Gran Bretaña, de las que salen unos 1.000 coches al día, no reanudarán la producción hasta el 24 de septiembre, según ha anunciado la compañía en su página web. Así, ha pedido a una parte de sus 33.000 empleados que se queden en casa:
"Hoy hemos informado a colegas, proveedores y socios que hemos extendido la pausa actual en nuestra producción hasta el miércoles 24 de septiembre de 2025. Hemos tomado esta decisión mientras continúa nuestra investigación forense del incidente cibernético y mientras consideramos las diferentes etapas del reinicio controlado de nuestras operaciones globales, lo que llevará tiempo".
Según recoge Reuters, existe preocupación por el impacto financiero del parón en la cadena de suministro británica, que incluye a muchas empresas pequeñas y sustenta 104.000 empleos en todo el país. Las estimaciones apuntan a que la compañía está perdiendo 72 millones de libras al día en ventas, unos 83 millones de euros. El sindicato Unite ha advertido sobre la pérdida de empleos y ha afirmado que se necesitará apoyo gubernamental debido a la prolongada paralización.
De hecho el Gobierno británico ya está brindando su apoyo en materia de ciberseguridad en un momento delicado: varias empresas de todo el mundo han sido vulneradas en las últimas semanas y se cree que los hackers que han atacado Jaguar Land Rover están detrás de otro ataque reciente a Marks & Spencer. El grupo, propiedad de Tata Motors, ha dicho que el incidente ha afectado algunos datos, aunque no está claro si involucra a clientes, proveedores o sistemas internos.
La interrupción de la producción se produce en un momento en que la empresa enfrenta una caída de beneficios debido al impacto de los aranceles estadounidenses y la disminución de las ventas. De hecho Jaguar, en medio de una reestructuración radical y sin inventario, está a la espera de que su nuevo coche eléctrico le haga despegar de nuevo. La producción de modelos como el XE, el XF, el F-TYPE, el I-PACE y el E-PACE finalizó en 2024 como parte de esta transición.
Imágenes | Jaguar, Pexels
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