"Un perro mojado en una furgoneta camper es motivo de divorcio". Este experto en autocaravanas desmonta el postureo camper

Las vacaciones nómadas tienen muchas ventajas, pero no son para todo el mundo: desde convivir en un espacio reducido a hacer nuestras necesidades en un WC portátil

Viajar Camper No Para Todo Mundo
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Alejandra Otero

Viajar en camper o autocaravana no es para todo el mundo, pero está de moda: hay quien se lanza a esto de las vacaciones con la casa a cuestas sin valorar lo que supone. Su principal ventaja es la libertad de parar donde queramos y pernoctar (que no acampar) en cualquier parte. Pero tiene tiene una cara B: vivir, o convivir, en muy poco espacio. 

Sobre ello reflexiona Pedro Madera, escritor especializado en viajes camper, que ha publicado varias guías. Las basa en su propia experiencia, tras miles y miles de kilómetros en autocaravana y furgonetas.

"En redes sociales se tiende a idealizar este tipo de viajes"

Entrevistado por La Vanguardia, Madera deja claro que, para él, las vacaciones en camper son perfectas para viajar en un radio de hasta 1.000 km por la libertad que te aporta. Este también historiador ha rubricado no pocas guías para viajar en camper: desde rutas por España o Europa hasta una guía de los mejores campings de nuestro país. 

Le sobra por tanto experiencia y es buena voz autorizada. Y pese a que adora echarse a la carretera con una casa sobre ruedas y tirarse días viviendo en ella, asume sus inconvenientes. Porque los tiene. 

"Tienes que estar muy preparado para viajar en autocaravana". La redes sociales no son la vida real. Una fotito con la camper durmiendo al borde de un acantilado en Finisterre es muy bonita y las vistas son estupendas, pero no muestra lo incómodo que puede ser el viento o lo lejos que están los servicios si estamos sin potty

"Hoy en día, en especial en redes sociales, se tiende a idealizar este tipo de viajes. Pero tienes que estar muy preparado para viajar en autocaravana. Un ejemplo: un perro mojado dentro de una autocaravana es un peligro público, es casi motivo de separación y crisis de pareja. Un perro mojado huele a perro mojado", comenta Madera. 

Las autocaravanas, y ya no digamos las furgonetas camper, no son un dechado de espacio. Si el olor a perro mojado puede molestar en una casa, más si cabe en solo 4 m² habitables de una Volkswagen California, donde comemos y dormimos. El espacio reducido es el gran inconveniente de este tipo de vehículos recreativos: si estás acostumbrado a vacaciones en un apartamento o un hotel, una casa sobre ruedas te va a parecer incómoda a menos de que mentalices. 

Perro en una camper

"No te gastes 30.000, 40.000, 50.000, 60.000 euros en eso antes de comprobar si te va ese estilo de vida, si te das cuenta de que en una autocaravana no vas a poder tener tus 32 pares de pantalones ni tus camisas de Armani o que hace una noche fría y se estropea la calefacción", apunta.

Debut traumático. El propio Madera reconoce que su primera experiencia camper fue horrorosa. Tan mala como para no volver a viajar en una durante un año y medio. "Fue un desastre porque me dieron un vehículo que no era el que yo necesitaba. Me dieron una de esas antiguas capuchinas, que eran grandísimas y con una cama encima de la cabina. Una chepa encima que era una cosa incomodísima. Y tampoco se me olvidará que el inodoro no funcionaba o yo no sabía cómo funcionaba. Además, en un momento de tensión, me di contra una pérgola de un parking".

Con esto Madera da una de las claves del mundo camper: elegir bien el vehículo. Las opciones camper son amplias en espacio, distribución o equipamiento: escoger la que más se adapte a nuestras necesidades es esencial para que las vacaciones nómadas no sean un infierno. Esto es extensible a caravanas u otras opciones camper. Este verano estrené mi remolque - tienda y unos amigos, al vernos a mi pareja y a mí en plena tarea de desmontaje, nos comentaron: "Nosotros no podemos comprarnos algo así, nos divorciamos en las primeras vacaciones". Tras años desmontando tiendas, nos merece la pena pese a que siempre es lo peor de las vacaciones.

Autocarvana Capuccina Una autocaravana capuchina de los años 90.

Alquilar o comprar. Una buena manera de ver si la vida camper es para nosotros es alquilar una furgo o autocaravana para unas vacaciones cortas: por ejemplo durante un puente o una semana suelta. Como bien dice Madera, no tiene mucho sentido hacer semejante inversión sin tener claro lo que supone. Una camper, incluso de segunda mano, ronda de media los 40.000 euros. Por ese dinero podemos irnos años de vacaciones incluso a un hotel de cinco estrellas a Bali.

Teniendo esto último en cuenta, este experto en campers aconseja que comprar solo merece la pena si la vamos a usar bastante: no solo en las vacaciones largas, sino también en escapadas de fin de semana y puentes. "Si no vas a disfrutar de la autocaravana al menos 100, 120 días al año, mejor no te la compres". Además de la inversión inicial, una camper tiene bastantes gastos fijos.

Aunque hay excepciones: por ejemplo si es tu vehículo diario. Esto es posible porque hay opciones para que la camperización no sea fija: por ejemplo los muebles campers de quita y pon o los módulos que ofrecen algunas marcas de coches, como este para el Dacia Jogger

Madera también da un buen consejo por si decides alquilarla: "Mejor evitar julio y agosto, que son de largo los meses más caros". Afortunadamente en España en mayo, junio o septiembre sigue siendo verano, así que es algo a tener en cuenta si vamos a testear las vacaciones con la casa a cuestas.

Imágenes | Hymer

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