Sale a subasta uno de los Ford Focus WRC que Colin McRae pilotó en 2001, y ésta es su especial historia

Sale a subasta uno de los Ford Focus WRC que Colin McRae pilotó en 2001, y ésta es su especial historia
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Si existe ahí fuera un adinerado fan del añorado Colin McRae, está de enhorabuena. El próximo 5 de marzo, la casa Silverstone Auctions del Reino Unido sacará a subasta uno de los Ford Focus WRC que el astro escocés pilotó en la temporada 2001.

Construido por M-Sport sobre la base del primigenio Focus RS de calle, el Focus WRC extraía 300 CV de su Zetec 2.0 turbo. Contaba asimismo con una transmisión secuencial de seis marchas, que ayudaba a distribuir dicha potencia entre las cuatro ruedas junto a un complicado conjunto de diferenciales controlados electrónicamente.

En cuanto a la carrocería, algunos elementos como el capó, el alerón posterior o los paragolpes eran específicos, pero guardaban similitudes con el modelo de producción. Sobre el blanco, Martini monopolizaba una decoración que ya es leyenda, donde la presencia de Carlos Sainz en aquel equipo Ford se hacía notar también a través del logo de Telefónica.

La unidad protagonista de la subasta luce la matrícula Y4 FMC, y tuvo un afortunado estreno en el Rally Acrópolis de 2001. En aquella cita, McRae y su copiloto Nicky Grist obtuvieron una incontestable victoria. Pero el verdadero momento de fama de este Focus llegaría en los últimos compases de aquella temporada. Y sería amargo.

El socavón que costó un Mundial

Ford Focus Wrc McRae
Foto: Silverstone Auctions

Estamos a finales de noviembre de 2001, y la campiña galesa recibe con su frío y humedad característicos a participantes y espectadores. Sobre estos lares de barro y gravilla se disputará el Rally de Gran Bretaña. El último del calendario, el que decidirá quién se proclama campeón.

McRae llega a la salida de la primera especial como líder del Mundial. En el circuito improvisado en Cardiff, arranca en paralelo junto a su rival por el título Richard Burns. Escocia contra Inglaterra, todo queda en casa en una pelea simbólica que da comienzo al rally. Aun así, McRae no pierde la oportunidad de demostrarle al aspirante quién manda.

Llegados a este punto, un líder sensato buscaría administrar su ventaja. Pero ése no era, ése nunca fue, el estilo de McRae. En su patio trasero y vitoreado por los suyos, estaba pilotando como nunca. A su derecha, con una celeridad digna de Scatman John, Nicky lee su cuaderno. McRae-Grist. Dos que son uno, como tantas otras veces.

Ford Focus Wrc McRae
Foto: Silverstone Auctions

Con dos scratch en las alforjas, la pareja afronta el cuarto tramo y su danza parece proseguir sin interrupción. Sin embargo, cuando llevan 14 kilómetros, la música se para de repente. A 210 km/h, en quinta velocidad, afrontando lo que parecía una simple curva rápida a derechas, la rueda delantera derecha del Focus encuentra el socavón que dos pares de ojos no pudieron anticipar.

El violento rebote del amortiguador lanza el Focus WRC por los aires. McRae y Grist ven cómo su pequeño mundo triunfal se da la vuelta (literalmente) y se rompe en pedazos contra la dura realidad del suelo. En el habitáculo, todo cambia de sitio: el cuaderno y los bolis de Nicky, los auriculares de los enlaces...

Y al final, el silencio. Una declaración muda de lo que acaba de suceder: Colin McRae ha perdido un título que tenía en el bolsillo. A lo lejos Richard Burns, sin obstáculos en su camino, recogerá el testigo de la gloria. Los dioses del tramo, caprichosos y traviesos ellos, lo habían vuelto a hacer.

Ford Focus Wrc McRae
Foto: Silverstone Auctions

Tras aquel accidente, M-Sport reconstruyó por completo el Y4 FMC para venderlo después a un piloto local británico, quien ahora ha decidido subastarlo acompañado de su correspondiente pasaporte FIA e, incluso, un manual de puesta en marcha y utilización.

Y aunque su inmaculado aspecto lo esconda, sin duda conserva en sus entrañas el recuerdo de uno de los momentos más críticos de su legendario primer dueño. Aquel escocés volador que, en caso de duda, siempre escogía acelerar a fondo.

Foto | Silverstone Auctions

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