Niños y niñas, esto es lo que pasa cuando quemas rueda con tu Lamborghini Huracán y se te va de las manos

Niños y niñas, esto es lo que pasa cuando quemas rueda con tu Lamborghini Huracán y se te va de las manos
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La Burnyard Bush que organiza Hoonigan es un evento de exhibición drift donde los asistentes disfrutan con las peripecias al volante de los pilotos de este equipo rácing norteamericano así como otros "artistas invitados". En la misma abunda el olor a rueda quemada y el humo entre giros y ochos varios, pero en la última edición también ha habido hueco para el fuego y la llama, que diría Gandalf, siendo la víctima un Lamborghini Huracán.

Los modelos de la firma de Sant'Agata Bolognese pertenecen a ese olimpo de coches que no están al alcance de muchos bolsillos y el Lamborghini Huracan no es una excepción.

En su versión EVO RWD, que, entendemos, es la protagonista del vídeo pues es tracción trasera, parte de los 159.443 euros (antes de impuestos) y, aunque no es el más caro de los efectivos que tiene en cartera Lamborghini, ni de la propia gama Huracán, no deja de ser un sueño para una gran parte de los mortales.

Por eso, duele ver estas imágenes grabadas durante la Burnyard Bush en un vídeo publicado en el canal de Youtube de Hoonigan Bonus. Al menos, las llamas fueron sofocadas rápidamente: menos mal que no se trataba de un coche eléctrico, pues sus baterías podrían haber estado ardiendo horas y horas...

Damon Fryer, el terror de los Huracán

En esta última entrega de la Burnyard Bush participó entre otros el youtuber Damon Fryer de Daily Driven Exotics (DDE), que volvió a demostrar que para él un Lamborghini Huracán es un mero juguete para divertirse. No en vano, en enero de este año también acabó rompiendo el radiador de un Huracán EVO RWD en circuito, no sabemos si la misma unidad, al perder en control en una curva. En el vídeo se mostraba tan contento de la "hazaña".

Lo mismo ha ocurrido ahora en la Burnyard Bush celebrada en el Irving Speedway: durante 2 minutos Fryer hace gala de su habilidad con las manos a base de quemar rueda y hacer giros sobre el asfalto para deleite del público.

Pero en un mal viraje, cerca de las protecciones, el superdeportivo se queda enganchado en la valla. ¿Y qué hace Fryer? Pues en vez de bajarse evitando así más daños en los paragolpes del Huracan, sigue acelerando a fondo. Y mientras el spliter delantero sigue crujiendo, las ruedas traseras giran a toda velocidad hasta que estallan en llamas, incendiando los bajos traseros del modelo italiano.

Fryer baja triunfal del pobre Lambrghini bañado en los vítores del público, que parece encantado ante la proeza. Mientras, el personal del evento apaga las llamas que quedan en las ruedas con un extintor.

Como podemos ver en esta foto publicada en su cuenta de Instagram, el Laborghini salió bastante mal parado: más allá del fuego, sus defensas quedaron completamente destrozadas. "Gladiator abandonando el estadio", bromea Fryer en el post.

Sea como fuere, no se puede negar que, gracias a él, en esta última edición de la Burnyard Bush se ha hecho perfecto honor a su nombre.

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