Para Tesla, el Elon Musk tuitero ya era un dolor de cabeza antes de comprar Twitter: troleos, multas y demandas por fraude
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Para Tesla, el Elon Musk tuitero ya era un dolor de cabeza antes de comprar Twitter: troleos, multas y demandas por fraude

Lo de Elon Musk y Twitter viene de largo. Ahora se convertirá en el propietario de esta red social tras ver aceptada su oferta de 44.000 millones de dólares por parte de la junta directiva de la compañía, pero en los lares del pajarito azul ha protagonizado varios capítulos.

El principal, cuando tambaleó al planeta y a la propia compañía con su anuncio en Twitter de sacar a Tesla de la bolsa. Pero esta plataforma también ha sido escenario habitual de bravuconadas o anuncios inverosímiles.

Y algunas han afectado a la marca de coches eléctricos, ya sea en credibilidad o económicamente.

Cronología de un órdago fallido que comenzó en Twitter

Elon Musk

Antes del Model 3 y del Model Y, en 2018, Tesla distaba de ser rentable y seguía sin cumplir con los objetivos de producción establecidos y anunciados por el propio Elon Musk. Y en esta tesitura, estando en bolsa desde agosto de 2010, comenzó el culebrón bursátil que aún colea hoy.

Órdago en Twitter. El 7 de agosto de aquel año, Elon Musk incendiaba el panorama con un escueto anuncio publicado en su cuenta de Twitter en el que aseguraba estar considerando privatizar Tesla, recomprando las acciones de la compañía a 420 dólares.

Posteriormente amplió este movimiento en una publicación del blog Tesla, firmada por él, donde argumentaba como principal motivo evitar el juego de los cortoplacistas y que hicieran daño a Tesla aprovechando sus bajadas de valor en bolsa para ganar dinero.

En definitiva, se trató de una OPA (oferta pública de adquisición) utilizando Twitter como medio. Algo que a priori no es ilegal... siempre y cuando los accionistas hubieran sido previamente informados.

No obstante el anuncio tuvo rápidas consecuencias:

- Las acciones de Tesla incrementaron su valor hasta un 13 % aquella jornada, superando en aquel entonces los 360 dólares. Un pico notable, dado que en los últimos tres meses habían estado a la baja en torno a un 10 %.

- El SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. por sus siglas en inglés) apartó temporalmente a Tesla de la cotización en bolsa hasta que Tesla no aportara más información sobre este escenario.

Previamente, hasta había bromeado con los cortoplacistas, Hitler mediante.

Denuncias de cortoplacistas. Pocos días después de la OPA vía Twitter, Tesla recibió la demanda de dos inversores: Kalman Isaacs y William Chamberlain. Ambos acusaban a Musk de que en realidad el anuncio en Twitter tenía como objetivo inflar artificialmente las acciones de la compañía, lo que suponía violar la normativa del mercado bursátil estadounidense.

Y de paso señalaron a la propia Tesla por no corregir estos mensajes "falsos", lo que de facto suponía respaldar dicho anuncio.

Musk recula. El 24 de agosto, menos de veinte días después del famoso tuit, el sudafricano anunciaba que Tesla seguiría cotizando en bolsa, siguiendo el deseo de los inversores. "Por favor, no lo hagas", habían señalado los mismos, pese a que según Musk la mayoría se mantendrían en el barco si se hacía efectiva la privatización.

En esta ocasión ya no utilizó Twitter para anunciarlo, sino el blog de la marca en una nueva misiva firmada por él. Tesla seguirá siendo pública, porque "es lo mejor para la compañía". Y no, no quedó en el sueño de una noche de verano.

Juez mazo

Demanda del SEC. A finales de septiembre de 2018, la Comisión de Bolsa estadounidense presentó cargos contra Elon Musk acusándolo de fraude por el órdago de la salida de bolsa de Tesla. El organismo argumentó en la denuncia que el tuit era falso y engañoso, tachando además la bravata de "temeraria".

Esta demanda ocasionó una caída de un 11 % de las acciones de Tesla aquella jornada.

Multa millonaria y adiós a la silla de la presidencia. Solo tres días después de la demanda presentada por el SEC, Musk llegó a un acuerdo con el organismo para salvar la denuncia.

El mismo incluía el pago de una multa de 40 millones de dólares (20 del bolsillo de Musk y 20 por parte de Tesla) y que dejara la presidencia de la marca de coches eléctricos. Se mantuvo eso sí, como director ejecutivo. Desde luego la broma en Twitter no le salió precisamente barata.

Musk tuitea y las acciones de Tesla fluctúan

Elon Musk Twitter
Foto: El Blog Salmón

Más allá de aquel capítulo perfecto para alimentar tertulias de barra de bar, Elon Musk ha soltado no pocas perlas en Twitter. Algunas con consecuencias para Tesla.

Por ejemplo, el pasado 6 de noviembre lanzó una encuesta en Twitter sobre si debía vender el 10 % de sus acciones de Tesla, asegurando que cumpliría lo dictado por el sondeo. Salió sí, con casi un 60 % de votos a favor.

Musk pasó así a deprenderse de un 8,5% de su participación en la compañía, por un importe total de 15.029 millones de dólares (13.265 millones de euros al cambio actual). Pero en el ínterin, el movimiento y la encuesta de marras supusieron una caída de las acciones de Tesla de más de un 15 %.

En cuanto al capítulo final, o más bien al último, tras anunciarse la compra de Twitter por parte del magnate, también lo ha acusado la cotización de las acciones de Tesla. En el momento en el que se escribe este artículo la bajada roza el 10 %.

Además, parte del crédito solicitado para el montante de los 44.000 millones de dólares se avalan con acciones de Tesla. Aunque es complicado que esto afecte a la propia marca, ya que estos movimientos son habituales y además aún perdiendo esas acciones se mantendría como principal accionista.

Por no mencionar que Tesla lleva tiempo en números negros y se supera cada año en ventas: en 2021 consiguió un beneficio neto de 5.519 millones de dólares y el primer trimestre de 2022 ha crecido un 658 %, firmando los 3.318 millones de dólares.

A vueltas con el Tesla Roadster y la Cybetruck

Tesla Cybertruck

Escándalos y fluctuaciones de Tesla en bolsa aparte, Elon Musk ha recurrido habitualmente a Twitter para hacer anuncios varios sobre la marca de coches y sus lanzamientos.

Algunos bastante inverosímiles y que tienen como protagonistas a coches que llevan tiempo presentados en forma de prototipo pero que siguen sin entrar en producción: el nuevo Tesla Roadster y la Tesla Cybertruck.

Propulsores de cohete para el Tesla Roadster. En verano de 2019 Musk aseguró en Twitter que no mentía cuando señaló que la segunda entrega del deportivo dispondría de un opcional basado en propulsores a gas al estilo de los utilizados por cohetes espaciales.

Este paquete opcional se llamaría SpaceX y dicho sistema iría oculto tras la placa de la matrícula trasera. Dos años después el nuevo Tesla Roadster sigue sin ver la luz, pues se ha ido dando prioridad a otros productos más rentables: "es un poco como el postre". La nueva fecha que se le ha dado es 2023, como mínimo.

"Puede que la Tesla Cybertruck fracase, pero me encanta". Otro de los eternos wannabe de la marca es la pick-up de Tesla estilo cyberpunk. Pues de nuevo en verano, pero el año pasado, Musk sorprendió con un tuit sobre este esperado modelo, odiado y venerado a partes iguales.

"Siendo franco, siempre existe la posibilidad de que la Cybertruck fracase, porque es muy diferente a cualquier otra cosa. No me importa, me encanta aunque no le guste a otros. Otras pick-ups parecen copias de lo mismo, pero la Cybertruck parece hecha por alienígenas venidos del futuro".

Este tuit respondía a otro de un foro de propietarios de Tesla que mostraba su apoyo a la Cybertruck mencionando un artículo de opinión que señalaba precisamente su posible batacazo en el mercado.

Paneles solares para la Tesla Cybertruck. Poco después de ser prestada, un fan preguntó a Musk en Twitter si la cubierta de la pick-up eléctrica llevaría paneles solares. El sudafricano tardó poco en asegurar que sí, pese a que en el Tesla Model 3 acabaron desechándose.

Confirmó que sería un opcional y hasta se atrevió a dar cifra de la autonomía que agregaría este extra a las baterías: entre 15 y 40 millas diarias (24 y 65 km).

Pero aún es pronto para saber si este sistema estará presente entre los opcionales de la Tesla Cybertruck: la entrada en producción de la pick-up eléctrica estaba fijada para este 2022 (que ya fue retrasada), pero finalmente se ha postergado para 2023.

Un error con forma de Lotus. Recientemente Musk aseguró que Tesla se equivocó al usar de base el peso pluma británico Lotus Elise como base para el primer Tesla Roadster. "Al final, solo se utilizó menos del 5 % de las piezas de Elise. Tesla Roadster es un coche totalmente diferente".

En definitiva, está por ver el nuevo rol de Musk en Twitter cuando su silla al mando de la compañía se haga efectiva propiamente (se espera a finales de 2022). Pero su nueva posición podría dejarle sin uno de sus pasatiempos favoritos.

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