En 2024 aumentaron las muertes en carretera: ha sido uno de los peores años de la última década. La DGT no mejorará la formación ni las carreteras, pondrá 122 radares más

En 2024 aumentaron las muertes en carretera: ha sido uno de los peores años de la última década. La DGT no mejorará la formación ni las carreteras, pondrá 122 radares más
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Como cada año, la DGT ha hecho un balance provisional del número de fallecidos en siniestros de tráfico en España. Lo habitual es que el balance definitivo se dé a conocer en verano, pero el análisis presentado hoy sirve para hacerse una idea muy concreta de lo que pasó el año pasado en las carreteras españolas.

Lo cierto es que las cifras son terribles: durante el 2024, fallecieron 1.154 personas y otras 4.634 personas sufrieron heridas que requirieron su ingreso hospitalario. Según la DGT, este comportamiento “sigue la tendencia de relativa estabilidad de la última década, con un promedio de 3 personas fallecidas y 13 heridas hospitalizadas por día”.

Fernando Grande-Marlaska: “La cifra de 1.154 muertos es inasumible"

Si comparamos las cifras de 2024 con las de 2023, el año pasado murieron 14 personas más en las carreteras y creció en 148 el número de personas heridas hospitalizadas. Bien es verdad que hubo más desplazamientos, de hecho, 2024 es el año con las cifras de movilidad por carretera más altas de la serie histórica, con 462.888.133 desplazamientos por vías urbanas, un 3,5% más que el año anterior.

Sin embargo, que haya crecido el número de desplazamientos no debería justificar que aumente el número de fallecidos y el de personas heridas hospitalizadas. Se mire como se mire, es una malísima noticia. Y es todavía peor si se pone en perspectiva porque 2024 fue el año con más fallecidos en las carreteras españolas desde 2018.

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En la segunda mitad de los años 2000, la cifra de víctimas mortales en accidente de tráfico en España disminuyó drásticamente, pasando de los más de 4.000 fallecidos que hubo entre 1997 y 2003, ambos incluidos, a menos de 2.000 fallecidos en el año 2012 (1.903 víctimas mortales).

Entre otras cosas, se debió a la puesta en marcha del carnet por puntos, a la mejora en términos de seguridad de los coches o la mejora del estado de las carreteras, pero, desde entonces, no hemos progresado mucho, por eso la DGT habla de “relativa estabilidad”. Es más, no se puede hablar de progreso cuando en 2024 fallecieron más personas por accidente de tráfico en España que en 2015, 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023. Ha sido uno de los peores años de la última década.

“La cifra de 1.154 muertos es inasumible, ni debemos ni podemos aceptar que la movilidad en carretera, indicio de la pujanza económica y social del país, tenga un precio tan alto”, ha dicho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Una vez más, el factor concurrente en los accidentes con víctimas mortales es la distracción. Nos hemos relajado mucho al volante y se nota, en parte, por culpa de la tecnología que tienen los coches nuevos, pero también por utilizar el móvil y otros dispositivos, como los auriculares.

Tabla Dgt
Tabla: DGT.

Son muchos los motivos que causan las distracciones y, personalmente, creo que una mayor presencia de autoridades en las ciudades y carreteras (Policía, Guardia Civil, Mossos, etc.) serviría para reducir las distracciones, pero me da la sensación de que veo menos autoridades que nunca.

También tengo la sensación de que se conduce peor que nunca y que comportamientos peligrosos son cada vez más recurrentes, como circular por el carril central o el izquierdo en la autovía cuando el derecho está vacío, no darse cuenta de que las luces del coche están apagadas en plena noche, saltarse el ceda el paso en las rotondas, no respetar los pasos de cebra cuando va a cruzar un peatón o normalizar aparcar en doble o triple fila (con mención especial a los alrededores de los colegios e institutos).

Por supuesto, es culpa y responsabilidad de los conductores, pero si las autoridades estuvieran más encima y persiguieran más todos estos comportamientos, lo lógico es que se redujeran drásticamente. Por desgracia, funcionamos así y cuando vemos que no hay castigo, hacemos lo que nos da la gana, y eso condiciona al resto de usuarios de la vía. Por suerte, ese egoísmo no es lo habitual, pero es algo que va a peor (insisto en que es una opinión personal).

De la misma forma, el estado de los vehículos también tiene mucho que ver en las posibilidades de tener un siniestro y de que este sea más o menos grave.

Sí, tenemos ITV, pero basta con darse un paseo por cualquier población española para encontrar desperfectos graves en unos cuantos coches: bombillas fundidas, faros que están mal regulados y deslumbran al resto de usuarios, neumáticos en un estado deplorable, bolas de remolque sin proteger y un largo etcétera, por no hablar de componentes internos que no se ven, como suspensiones que no se han cambiado nunca en coches con varias décadas y miles de kilómetros encima.

Vuelve a ser culpa nuestra, pero quizá estaríamos más encima de estas cosas si hubiera un mayor control por parte de la Administración. Sobre todo, ahora, que el parque móvil español es más viejo que nunca (lógico, por otro lado, con el precio que tienen los coches nuevos).

Tampoco ayuda que ayuda más desplazamientos y más usuarios, como los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), especialmente los patinetes. No sé tú, pero yo he tenido varios sustos a lo largo de los últimos meses por usuarios de patinete que parecen circular sin que existan normas. De nuevo, un poco más de presencia policial no vendría mal para evitarlo, aunque lo ideal sería que se regulase su uso de forma seria.

Otra de las cosas que hay que mencionar al hablar de accidentes de tráfico es la velocidad. Ya sabemos que bajar los límites de velocidad no funciona, pero la DGT sigue a lo suyo y en la presentación del balance de accidentes de tráfico en España en 2024, Grande-Marlaska ha anunciado que se instalarán 122 nuevos radares de velocidad.

Otra de las medidas que ha anunciado el Gobierno es seguir promocionando la señal V-16, a pesar de tener muchísimas sombras (Rubén Fidalgo explica muy bien por qué), más todavía, cuando se obligue a dejar de utilizar los triángulos de seguridad. “Pese a descenso de peatones fallecidos, vamos a seguir promocionando el uso de la señal V-16 en sustitución de los tradicionales triángulos”, dice la DGT.

De paso, todas las Administraciones podrían ponerse las pilas para mejorar el estado de las carreteras. Algunas (cada vez más) están en condiciones lamentables, como contó mi compañero Héctor Ares después de sufrirlo en primera persona hace unos meses. Un verdadero peligro que la DGT parece pasar por alto.

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