Álvaro Ruiz
Cuando los coches cumplen cierta edad, empiezan a tener achaques. Uno muy típico es que el portón del maletero o la tapa del maletero se caiga cuando se abre, en lugar de sujetarse, como hacía cuando se compró nuevo.
No es un problema del portón en sí, sino de los amortiguadores que lo sostienen. Con el tiempo, estos brazos hidráulicos pierden fuerza, hasta que ya no pueden sostener el portón o la tapa y se cae por su propio peso. Cuanto más viejo es el amortiguador, más rápido cae el portón y llega un momento en el que se baja de golpe.
No hace falta ser manitas ni tener mucha herramienta
La solución a la que recurre mucha gente cuando se cae el portón del maletero de su coche es una chapuza: coger un palo que quepa entre el portón y la carrocería para “apuntalar” el portón cada vez que se abre. Para cerrarlo, quitan el palo y lo guardan el maletero.
Si lo considero una chapuza es porque es peligroso, puesto que el palo se puede poner mal o golpear sin querer, provocando que el portón se caiga de golpe, con suerte, sin pillarte la mano o caerte en la cabeza. Además, hay que poner y quitar el palo cada vez que se abre y cierra el maletero.
Es mucho más recomendable cambiar los amortiguadores del maletero porque es barato, es fácil, se hace en un momento y el resultado es infinitamente más seguro y más cómodo.
Lo mejor de todo es que no hace falta ir al taller, ni ser muy manitas para cambiarlos. Es algo que puede hacer cualquier persona en cualquier sitio y la única herramienta que necesitas es un destornillador plano (y un palo, por seguridad).
Antes de nada, debes comprar los amortiguadores nuevos. Hay coches que solo llevan uno, pero no es lo habitual: normalmente llevan dos, uno a cada lado. Para encontrar los amortiguadores de recambio correctos debes saber cuánto miden y cuántos kg soportan; normalmente, estas especificaciones vienen grabadas en el propio amortiguador, pero es posible que estén borradas por el paso del tiempo.
Si lo tienes claro, te recomiendo ir a una tienda de recambios para que te asesoren. Allí encontrarás todo tipo de amortiguadores, aunque los más recomendables son los de gas porque funcionan mejor. La pareja te costará entre 20 y 30 euros (también en tiendas de recambios online, en Amazon o en eBay).
Yo pagué 25 euros por los dos que lleva mi coche en el maletero en una tienda de recambios y aproveché para cambiar también los que sostienen el capó, que me costaron todavía menos.
Para poner los amortiguadores nuevos, tienes que quitar los viejos. Antes de meterte en faena, te recomiendo poner un palo para que no se te caiga el maletero mientras quitas unos y pones otros (en este caso, sí es útil). Para quitarlos, hay que sacar dos presillas metálicas por cada amortiguador, una situada en la parte superior y otra en la parte inferior, simplemente mete el destornillador plano y haz palanca. Saldrán sin mucho esfuerzo.
Limpia un poco la rótula donde iban enganchados y no está de más que la lubriques, con Tres en uno o WD40. Para colocar los nuevos amortiguadores, solo tienes que meterlos a presión en las rótulas y colocar las presillas metálicas en su sitio.
Ya está. Los amortiguadores nuevos están colocados, el portón del maletero se vuelve a abrir con suavidad y sin esfuerzo, se sostiene y no necesitas un palo cada vez que habrás el portón. Lo mismo con el capó, si tu coche tiene amortiguadores y no varilla.
Imágenes | Ford, Jaguar, Amazon y Unsplash
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