Mercedes-Benz Clase S Cabriolet: potencia y lujo a cielo descubierto
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Mercedes-Benz Clase S Cabriolet: potencia y lujo a cielo descubierto

El stand de Mercedes-Benz en el próximo Salón del Automóvil de Frankfurt, que abre sus puertas en apenas unos días, tendrá como estrella principal al nuevo miembro de la familia S, el Mercedes-Benz Clase S Cabriolet, del que ya os hemos adelantado algún que otro teaser. Hoy ya os podemos enseñar el sexto modelo de la Clase S, primer Mercedes-Benz cabrio de lujo con cuatro plazas desde 1971.

El descapotable estrella de Stuttgart, que Mercedes-Benz asegura es el cabriolet más cómodo del mercado, se ofrecerá en dos variantes, al menos por el momento: la "básica" S 500 con motor V8 de 455 CV y la brutal S 63 (enlace), firmada por Mercedes-AMG, lo que supone una potencia de 585 CV disponible bajo el pie derecho, gracias también a un poderoso propulsor V8 biturbo.

Basado en el Clase S Coupé, con quien comparte hasta el 60% de componentes de la carrocería, este cabriolet tan especial mide casi 5,03 metros de longitud, 1,9 metros de ancho y 1,42 metros de alto. A pesar de sus dimensiones, la marca ha querido hacer hincapié en fabricar un modelo lo más ligero posible, gracias a refuerzos de carrocería livianos, de aluminio y magnesio. De hecho, el Cabrio consigue niveles de rigidez torsional a la altura del Coupé, manteniendo un peso similar, ligeramente superior a los 2.000 kilogramos.

Mercedes-Benz Clase S Cabriolet

Señorial, pero también sensual

El Clase S Coupé, para muchos uno de los modelos más bonitos de Mercedes-Benz en los últimos años, es un gran punto de partida para un descapotable como éste. De un primer vistazo, el frontal destaca por la parrilla black diamond, presidida por la gran estrella de la casa, las sinuosas formas del paragolpes, grandes entradas de aire o los faros (opcionalmente LED y con cristales Swarovski).

En la vista de perfil los ojos se van directamente a la capota tricapa de lona, disponible en cuatro tonos: negro, azul oscuro, beige y granate. El festín visual continúa después por las marcadas líneas del lateral y por el contorno del habitáculo, que está protagonizado por una moldura cromada y queda limpio gracias a que las ventanillas traseras son también completamente retráctiles.

El botón encargado de plegar y desplegar la capota se encuentra en la consola central y permite activar el mecanismo hasta una velocidad de 60 km/h. La operación lleva unos 20 segundos y se puede realizar desde fuera del vehículo, a través del mando a distancia de la llave. Además, la capota cuenta con una capa de butilo, en lugar de neopreno, para un mayor aislamiento.

Mercedes-Benz Clase S Cabriolet

Ya en la zaga, los pilotos LED de aspecto plano y los musculosos hombros del modelo son los protagonistas. Con el techo cerrado, queda a la vista la ventanilla de cristal integrada en el mismo, que está también calefactada. Por otro lado, el paragolpes trasero incorpora una sección con aspecto de difusor y dos salidas de escape, así como una moldura cromada. La estrella de la marca, además, sirve como pomo para la apertura manual del maletero y esconde debajo la lente para la cámara de 360 grados (en caso de equiparla, puesto que es opcional).

¿Comodidad? Hasta con la melena al viento

Como en el Coupé, el interior del Clase S Cabrio es espectacular. Materiales de alta calidad, un diseño realmente atractivo con multitud de elementos metálicos e inserciones decorativas, grandes pantallas TFT a modo de cuadro de instrumentos, tapicería en cuero (convencional, nappa o nappa designo Exclusive) y hasta seis tonalidades a elegir para personalizar el habitáculo.

Si el objetivo es conseguir el cabrio más cómodo del mundo, que no es una tarea fácil, hay que tener todo en cuenta. Empezando por la aerodinámica, ya que hay que cuidar mucho el flujo de aire en torno al vehículo (también por debajo), para hacerlo eficiente pero también para evitar ruido aerodinámico no deseado. El resultado es un coeficiente aerodinámico de 0.29

Mercedes-Benz Clase S Cabriolet

A todo esto hay que sumar un trabajado sellado de las puertas y el doble acristalamiento que se estila en estos Mercedes-Benz de altos vuelos. Por si fuera poco, Daimler apuesta por muchas tecnologías al servicio del "usuario descapotado":

  • Aircap: Se trata de un sistema automático de protección contra el viento, activable mediante un botón. Está formado por dos deflectores en el color de la carrocería (uno en el marco del techo y otro tras los asientos traseros), que consiguen reducir la turbulencia de aire en el habitáculo, evitando molestias y reduciendo también el ruido.

  • Airscarf: Esta es la conocida "bufanda de aire", que consiste en difusores de aire calefactado en los reposacabezas, que crean una zona caliente en torno a nuestro cuello y cabeza, incluso cuando hace frío fuera.

  • Thermotronic: Es el llamado climatizador inteligente, controlado de forma automática, lo que significa que el conductor no debe modificar nada lleve o no la capota abierta. El coche cuenta con 12 sensores (de temperatura, humedad, radiación solar, calidad del aire, etc...) y 18 actuadores, para mantener un ambiente ideal. El climatizador, además de bizona, tiene tres modos (disperso, medio y enfocado). Aún así, tanto conductor como acompañante pueden controlar la temperatura, flujo de aire y distribución del mismo.

Mercedes-Benz Clase S Cabriolet

De forma adicional, un paquete permite incluir también reposabrazos calefactados (con tres niveles disponibles), tanto centrales como de las puertas, así como volante también calefactado. Y como en el resto de gama Clase S, el aire del climatizador puede incluír una fragancia (la nueva, específica para el cabrio, se llama Pacific Mood).

Motor V8 y suspensión neumática

En el momento de lanzamiento, el Clase S Cabrio ofrecerá únicamente una motorización, dejando a un lado la variante Mercedes-AMG, cuya información podéis encontrar en un enlace, más abajo. En principio, el único motor disponible, S 500, es un 4.7 litros V8 de 455 CV y 700 Nm (desde 1.800 RPM), que se combina de serie con la nueva transmisión 9G-Tronic de nueve velocidades.

Según homologación, el consumo medio queda en 8,5 litros a los cien kilómetros (199 g/km de CO2). Además, la caja de cambios permite elegir entre un modo más eficiente y otro más deportivo. Por otro lado, bajo la carrocería del Cabriolet se esconde una suspensión Airmatic "semi-activa", con control de amortiguación variable.

Mercedes-Benz Clase S Cabriolet

Por último, entre los sistemas de asistencia disponibles destacan el freno Pre-Safe con detección de peatones, Distronic Plus con asistencia de dirección y Stop&Go Pilot, Brake Assist con asistente de tráfico cruzado, asistente de mantenimiento de carril, asistente de luces de carretera, cámara de visión nocturna o Collision Prevention Assist, capaz de frenar el coche por sí mismo, dado el caso.

El sistema de barras antivuelco, escondidas tras los asientos traseros, se acciona mediante artefactos pirotécnicos (por primera vez, antes era por muelles) y los arcos se despliegan en caso de accidente mediante un generador a gas.

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